Gadafi vendió el 20% de las reservas de oro de Libia en los últimos días de su régimen
- El gobernador del Banco Central cifra en 29 toneladas el oro vendido
- Los rebeldes temen que Gadafi use armas químicas para el combate
El exlíder libio, Muanmar Gadafi, aprovechó los últimos días de su régimen para vender el 20% de las reservas de oro de Libia. Así lo ha asegurado el gobernador del Banco Central, Qassem Azzoz, quien ha informado de que el banco se ha desprendido en los últimos días de 29 toneladas de oro.
Pero, además, Gadafi tendría muy bien guardada la que podría ser su última carta en esta guerra que ha calificado de "psicológica" en su último audio difundido la pasada madrugada: el uso de armas químicas.
Según publica este jueves el diario The Washington Post, que se hace eco de informes del Pentágono, el régimen gadafista habría enviado miles de máscaras de gas y armas químicas, así como trajes de protección a sus últimos bastiones. Esto ha hecho que en las últimas semanas hayan nacido las dudas sobre si las fuerzas del depuesto líder libio podrían tener acceso al mortal gas mostaza.
¿Alerta verdadera?
De hecho, tanto el Pentágono como una organización internacional de supervisión han asegurado que las reservas químicas existen y, dada la situación de caos que vive el país no descartan que se sirva de ellas.
"No ha ocurrido todavía", ha declarado Mohammed Benrasali, un alto cargopa del equipo para la estabilización civil de Libia.
Pero la amenaza está ahí. De hecho, no sería la primera vez que Gadafi se sirve de este tipo de armas. En la guerra del año 1987 con Chad ya las empleó aunque finalmente accedió a desmantelar su arsenal de armas de destrucción masiva a cambio de un acercamiento con Occidente. Y para dejar claro su compromiso, ordenó la demolición de 3.300 proyectiles de artillería.
Sin embargo, el riesgo reside en que las reservas de gas mostaza nunca fueron eliminadas. En este sentido, un cable de la embajada de EE.UU. del pasado mes de noviembre de 2009 y que fue filtrado por Wikileaks sugiere que lo que estaba haciendo Libia era una estrategia para aparentar debilidad cuando, en realidad no lo era pero así poder obtener más compensaciones de las potencias occidentales.
Por lo tanto, en territorio libio aún quedaban más de once toneladas de este tipo de gas el pasado mes de febrero, cuando comenzó la presión internacional contra Gadafi, según los últimos informes de la Organización para la Prohibición de las Arms Químicas, que trabaja estrechamente con Naciones Unidas.
Pese a estas evidencias, las fuerzas estadounidenses se mantienen escépticas sobre la posibilidad de que el exlíder haga uso de este tipo de gas.
Control del armamento
Mientras, el futuro del país sigue en el aire. y dentro de él, el jefe del Comando de Estados Unidos para África (AFRICOM), el general Carter F. Ham, ha asegurado que el control de la "proliferación de armas provenientes de Libia" en la región del Sahel es responsabilidad del Consejo Nacional de Transición libio (CNT).
En una rueda de prensa celebrada en la embajada estadounidense de Argel, Ham, que participa en la conferencia internacional sobre terrorismo en la región de Sahel, que finaliza ste jueves, ha manifestado, no obstante, que los países de la región deben ayudar a los nuevos dirigentes libios para hacer frente a esta situación.
"Estoy de acuerdo con que hay una proliferación de armas de distintos calibres, incluyendo misiles. Estas armas provienen de Libia y constituyen una fuente de inquietud", ha declarado Ham.
En este sentido, instó a los países de la región, especialmente a los estados vecinos de Libia y que se encuentran en la denominada región del Sahel-Sahariana, a "buscar los medios para ayudar al CNT a controlar dichas armas".
Ham ha señalado que miembros del Departamento de Estado norteamericano se han desplazado a esta región africana para entrevistarse con los dirigentes de los países afectados.
"Como en todo problema, la solución viene de la conjugación de los esfuerzos, y en lo que concierne a la cuestión de la circulación de armas, los esfuerzos deben ser realizados por los países de la región, además de por otros países del mundo", ha agregado.
No obstante, el general ha subrayado que en el momento actual, el principal desafío en Libia era ayudar a los libios a "construir el Estado que desean".