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Los rebeldes libios y la OTAN asedian Bani Walid a unas horas de que expire el ultimátum

  • Los insurgentes dan de plazo a los gadafistas hasta el sábado para rendirse
  • Bani Walid y Sirte son los últimos bastiones del régimen 
  • El CNT ha pedido calma y unidad a los opositores

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Los rebeldes libios advierten que la guerra continúa mientras no caigan Sirte y Bani Walid

Los combates se recrudecen en Bani Walid, uno de los últimos bastiones de los gadafistas, horas antes de que expire el ultimátum de las tropas rebeldes  a los afines al régimen para que capitulen, depongan las armas y eviten un nuevo derramamiento de sangre.

Los insurgentes han avanzado este viernes hacia el extrarradio de la sitiada localidad al este de Trípoli, donde han librado una serie de violentos enfrentamientos con las fuerzas gadafistas atrincheradas en su interior.

Según el relato de los oficiales sobre el terreno, los combates han estallado después de que la aviación de la OTAN abriera fuego y destruyera una lanzadera de cohetes en poder de las fuerzas aún leales a Muamar el Gadafi.

"Hemos avanzado hacia el centro de la ciudad desde las carreteras de Misrata y Trípoli", ha explicado a la agencia Efe el comandante Abdalá al-Jazami, al mando de una columna rebelde en el puesto de control de Wishtata.

De acuerdo con las fuerzas rebeldes, en el interior de esta localidad situada al inicio del gran desierto libio resisten varios centenares de leales gadafistas, fuertemente armados con fusiles y lanzacohetes.

Además, decenas de francotiradores están apostados en tejados y esquinas de la ciudad, preparados para tender emboscadas, han agregado las fuentes.

A unas horas de que expire el ultimátum

Algunos residentes que han huido de la ciudad aseguran que sus defensores intimidan a la población y escasean los víveres.

Los alzados, que han mantenido negociaciones con los notables de Bani Walid durante los últimos diez días, han advertido que si mañana, sábado, la bandera rebelde no ondea en el oasis, tratarán de tomarlo por la fuerza.

En Libia, los rebeldes mantienen el últimatum de rendición en la ciudad de Ben Walid, uno de los últimos reductos gadafistas. De momento continuan las negociaciones entre los gadafistas y el gobierno interino que quiere evitar un baño de sangre.

"Nos estamos acercando también desde el lado de Misrata. Bani Walid será liberada, no importa lo que cueste", ha declarado el comandante del CNT en la zona, Abdurahman el Kazmi.

Los primeros enfrentamientos estallaron el jueves, después de que los leales gadafistas lanzaran cinco misiles tipo Grad contra posiciones del asedio rebelde coinciendo con un mensaje del propio coronel en el que prometía resistir.

Bani Walid es, junto a la ciudad costera de Sirte y los oasis de Sebha y Jufrah, uno de los últimos bastiones leales a Gadafi que aún resisten.

Los insurrectos creen, además, que en su interior están escondidos Seif al Islam y Saadi, dos de los hijos más belicosos del huido dictador, además de varios altos cargos del antiguo régimen.

Gadafi permanece todavía en paradero desconocido, después de que él mismo desmintiera los rumores de una posible huida a Níger, y la Interpol ha emitido este viernes una orden de detención contra él y su hijo Saif.

Además, consideran que la toma del oasis Bani Walid puede ser un punto de inflexión que ayude a quebrar la resistencia gadafista en el resto del país.

El CNT advierte que la guerra continúa

La resistencia de Bani Walid y Sirte significa que Trípoli está aún desconectada de Bengasi, el bastión de los rebeldes en el este y sede del CNT, a 800km de distancia.

Este jueves, el primer ministro del gobierno provisional, Mahmud Yibril, se ha desplazado a la capital para reiterar que la guerra aún no ha finalizado y pedir calma a sus partidarios.

"Tal vez algunos hayan creido que el tirano se ha ido y que el régimen ha sido derribado. Y esto ha hecho aflorar algunas diferencias", ha advertido Yibril. En Trípoli, facciones armadas rivales han comenzado a marcar territorio durante las últimas semanas.

"Tenemos tres retos por delante: el primero es la batalla contra nosotros mismos. Debemos tener la habilidad para olvidar el pasado y construir el futuro juntos, porque es lo único que nos puede ayudar", ha declarado.

"El segundo es saber que no podemos cambiar el pasado y ser capaces de reconciliarnos. Debemos elegir entre mirar hacia atrás y caminar hacia delante", ha insistido. El tercer reto es liquidar la resistencia de los partidarios del régimen.

"Estamos librando dos batallas: una contra Gadafi y su régimen, y otra mucho más importante y difícil, la batalla de la reconstrucción y la reconciliación nacional", ha subrayado Yibril.

Yibril ha asegurado que el CNT habrá completado su traslado a Trípoli al final de la semana próxima, aunque anuncios similares han resultado siempre en nuevos retrasos.