Moody's rebaja la nota de los bancos Crédit Agricole y Société Générale
- Los bancos franceses están muy expuestos a la deuda griega
- BNP Paribas consigue mantener la nota
Las notas de las agencias
La triple AAA es el símbolo de los mejores productos, aquellos con los que el inversor tiene la plena seguridad de que recuperará su inversión.
Si las agencias consideran que hay riesgo de que el emisor no pague, la nota se rebaja: AA, A, BBB, BB, B, CCC... hasta la D (con múltiples escalones intermedios, indicados por los símbolos + y -). El límite crítico lo marca la nota BBB: por debajo de esa nota, se considera que se trata de un producto especulativo, es decir, bonos basura.
La agencia de calificación Moody's ha rebajado la nota de los bancos franceses Crédit Agricole y Société Générale, el primero por su exposición a la deuda griega y el segundo por el dispositivo de ayuda pública al sistema financiero.
Moody's no ha alterado la nota del otro gran banco francés para el que también se temía una degradación por los riesgos derivados de una reestructuración de la deuda griega, BNP Paribas, aunque en un comunicado precisa que va a seguir manteniéndolo bajo control para una eventual disminución como ha venido haciendo desde que lo anunció el pasado 15 de junio.
Para el caso de Crédit Agricole, la calificación pasa de "Aa1" a "Aa2" y la agencia anglosajona advierrrte de que la entidad sigue estando en revisión para un posible nuevo deterioro ante "la persistente fragilidad de los mercados de financiación de los bancos".
Para Société Générale, la modificación a la baja de la nota también fue de un grado, de "Aa2" a "Aa3", aunque Moody's estima que su capitalización actual le ofrece "un colchón adecuado para soportar su exposición (a las deudas) griega, portuguesa e irlandesa".
El problema en su caso es el de la "reconsideración del apoyo sistémico" y por eso precisó que la perspectiva a largo plazo de su deuda es negativa.
Recapitalización de BNP Paribas
BNP Paribas ha anunciado una serie de medidas para reforzar su capital, en particular el objetivo de disponer a partir del 1 de enero de 2013 de una provisión de fondos propios del 9% en relación con sus créditos.
Para conseguirlo indica que va a seguir dedicando lo esencial de sus resultados a consolidar su balance, desembarazarse de una parte de sus actividades que movilizan mucho capital o reducir sus aprovisionamientos en dólares en 60.000 millones de aquí al próximo año.
El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, en una primera reacción insiste en la solidez de los bancos franceses, y minimiza el cambio de la nota decidido por Moody's, señalando que ya se esperaba.
"Los bancos franceses conservan una nota excelente y están al mismo nivel que los grandes bancos europeos", subraya Noyer, que añade que no necesitan una intervención y que una nacionalización "no tendría ningún sentido".
La decisión de Moody's se hace pública unas horas antes de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, mantengan una conversación telefónica sobre la crisis de la deuda de Grecia y las consecuencias para el sistema bancario.
Unas consecuencias que se han traducido en los últimos días en fuertes caídas de los valores bancarios en bolsa -ayer se invirtió esa evolución en una sesión con constantes altibajos-, y que ha afectado en particular a los franceses.