Grecia celebrará elecciones el 19 de febrero tras el gobierno de unidad nacional
- Papandréu y Samarás discuten quién encabeza el nuevo gobierno
- Podría ser Lucas Papademos, ex vicepresidente del BCE
Grecia celebrará elecciones adelantadas el próximo 19 de febrero, una vez que el gobierno de cohesión haya aprobado el paquete de ayudas internacionales y puesto en marcha el plan de rescate de la zona euro, informa el Ejecutivo saliente. Desde el partido opositor, el conservador Nueva Democracia, según fuentes de este partido citadas por France Press, anuncian que apoyarán la permanencia del equipo económico del actual ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos al frente del Ministerio de Economía del nuevo Gobierno, a un corto plazo.
Además, según estas mismas fuentes el partido liderado por Antonis Samarás, va a votar favorablemente los presupuestos presentados para 2012 y va a prestar su apoyo a un plan de canje de bonos con sus acreedores privados, dentro del acuerdo pactado por los líderes europeos el pasado 27 de octubre, que contempla la condonación de un 50% de la deuda de Grecia. "Nos hemos comprometido y cumpliremos nuestro compromiso" ha agregado esta misma fuente.
Tras una reunión celebrada anoche entre el ministro de Finanzas y viceprimer ministro, el socialista Evangelos Venizelos, y miembros del partido de la opositora Nueva Democracia conservadora, se ha fijado esta fecha para los comicios, según un comunicado del ministerio.
El primer ministro griego saliente, Yorgos Papandréu, y el líder de la oposición, Antonis Samarás, siguen con sus contactos para llegar a un acuerdo sobre quién sucederá al hasta ahora jefe de Gobierno al frente del ejecutivo de transición.
Ambos líderes llegaron al acuerdo en la noche del domingo después de la reunión mantenida por Papandréu y Samarás con el presidente heleno,, Carolos Papulias, a que dimitirá en las próximas horas junto con su gabinete.
Candidato Papademos
Entre los nombres que se barajan para nuevo primer ministro, destaca el ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Lucas Papademos, que necesitará un voto de confianza en el Parlamento.
Papandréu se vio obligado a dimitir tras dos años y un mes en el poder pese a haber obtenido el pasado viernes el voto de confianza a su gobierno, en una apretada votación en el Parlamento, en que logró que su grupo cerrara filas y le otorgaran su apoyo los 153 diputados, a cambio de que formar un gobierno de cohesión nacional inmediatamente, ya que ni su grupo parlamentario ni su consejo de ministros apoyan por completo las políticas de austeridad.
El plan comprende un gobierno que cumplirá con todas las medidas y reformas necesarias para que los socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) le entreguen a Grecia el nuevo rescate de 130.000 millones de euros hasta 2014 y una quita del 50% de su deuda para evitar la quiebra.
Apoyo mayoritario
El nuevo gobierno contará con el apoyo de los dos partidos mayoritarios, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) de Papandréu, y el de Samarás, Nueva Democracia (ND), que reúnen 238 de los 300 escaños de la Cámara.
Las demás formaciones de izquierdas han rechazado la oferta de participar en un ejecutivo de unidad nacional.
A la reunión con el jefe de Estado acude este lunes solo el presidente del partido de extrema derecha LAOS, Yorgos Karatzaferis, con 16 escaños, que aplaudió anoche el acuerdo.
Grecia se asegura un apoyo mayoritario para adoptar las medidas de austeridad para recibir el más reciente tramo crediticio pendiente de 8.000 millones de euros que pertenecen al primer paquete de ayuda externa en 2010.
Además, con esa mayoría pondrá en marcha el más reciente paquete de austeridad, a cambio del cual espera recibir el segundo plan de rescate y la quita de su deuda. Eso constituía uno de las condiciones políticas para que la zona del euro y el FMI continúen ayudando a Grecia y evitar que el país mediterráneo tenga que salirse de la zona del euro.
La crisis de Gobierno comenzó con la sorprendente convocatoria de parte de Papandréu de un referéndum sobre el plan de ayudas internacional y las exigidas medidas de austeridad. La idea del plebiscito causó gran malestar entre en la UE y pánico en los mercado bursátiles, que temían un rechazo popular podría provocar una quiebra descontrolada del país.