Los líderes griegos no logran cerrar el Gobierno de unidad entre el nerviosismo de EE.UU. y la UE
- Papandréu y Samarás no se ponen de acuerdo en los detalles
- Papademos pone sus condiciones para ocupar el cargo
- Surgen nuevos candidatos, como el defensor del pueblo europeo
Las negociaciones entre el líder socialista Yorgos Papandréu (primer ministro saliente) y el conservador Antonis Samarás sobre la composición de un gobierno de unidad nacional en Grecia, especialmente en cuanto al nombramiento del nuevo primer ministro, han avanzado, pero aún no han concluido y seguirán el martes.
"Con acercamientos positivos sobre la persona del nuevo primer ministro se llevaron a cabo hoy las consultas entre Papandréu y Samarás", ha declarado el portavoz oficial, Ilias Mosialos, en un comunicado.
Según la televisión pública Net, Papandréu y Samarás habrían llegado a un acuerdo sobre el nombre del nuevo primer ministro y lo anunciarán el martes, junto con los nombres del nuevo gabinete.
De hecho, ya habría dos acuerdos: por un lado, que el socialista Evangelos Venizelos seguiría como ministro de finanzas "por el bien de la continuidad", según una fuente de la oposición.
Por otro, Nueva Democracia, el principal partido opositor liderado por Samarás votaría los presupuestos de 2012 y el plan europeo que incluye una quita del 50% de los bonos griegos.
Las condiciones de Papademos
Además, el nombre de Lucas Papademos, exvicepresidente del Banco Central Europeo (2002-2010) y exgobernador del Banco Central griego (1994-2002), mano derecha de Jean-Claude Trichet y consejero de Papandréu, ha sido avanzado por varios medios de comunicación como el nuevo primer ministro debido a su experiencia en el euro.
Sin embargo, las conversaciones se han retrasado por las condiciones impuestas por Papademos, quien enseña en la universidad estadounidensen de Harvard y que incluyen el aplazamiento de la fecha de las elecciones parlamentarias, previstas para el 19 de febrero en el acuerdo histórico entre el Partido Socialista y la Nueva Democracia (derecha), según informan varios medios de comunicación.
También las negociaciones están condicionadas por las reservas de la oposición a tener ministros en el futuro Gobierno, ya que anteriormente ha luchado contra las medidas de austeridad dictadas por los prestasmitas internacionales.
Samarás ha dejado claro que "el gobierno de cohesión nacional será sólo para garantizar que se recibirá un tramo de crédito pendiente, asegurar el acuerdo de una quita del 50 % de la deuda griega y de un paquete de ayuda de 130.000 millones de euros, y llevar al país a elecciones en clima de normalidad".
Nuevo candidato
Ante esta situación, aparecen otros candidatos, como el Defensor del Pueblo europeo, Nikiforos Diamandouros, que ha detallado que fue testado el pasado domingo como posible candidato.
"Hubo una llamada exploratoria el pasado domingo y no ha habido contacto desde entonces", ha reconocido en palabras a Reuters Diamandouros, que ha asegurado que no descarta esa posibilidad "siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones".
El nuevo ejecutivo tiene que dedicarse a aplicar y ratificar el plan de rescate europeo de Grecia antes de iniciar el procedimiento para las elecciones de febrero de 2012 en lugar del previsto inicialmente primavera de 2013.
Los medios griegos habían previsto un anuncio de la composición del nuevo Gobierno este lunes para enviar una señal a los socios de la eurozona, reunidos en Bruselas esta tarde, que han aumentado su presión sobre Grecia para que clarifique sus intenciones en materia de reformas económicas y recortes presupuestarios.
La UE retiene la ayuda
Los socios europeos han reiterado en Bruselas que Grecia no recibirá ayuda hasta que nombre un gobierno de cohesión nacional, aunque no tomarán ninguna decisión este lunes sobre Atenas.
"Creo que hoy es un día para discutir, no para tomar decisiones", ha explicado la ministra finlandesa, Jutta Urpilainen, una línea similar a la que expresó el holandés Jan Kees de Jager.
Así, se espera que no se apruebe por ahora el desembolso del sexto tramo del programa de rescate, para el que Europa pide a Atenas más claridad.
El Eurogrupo ya dio su visto bueno, el mes pasado, a la entrega de ese tramo de 8.000 millones de euros a la espera del visto bueno del Fondo Monetario Internacional (FMI), que también participa en el rescate a Grecia, pero ahora reclama un mayor compromiso tras la tormenta política que se desencadenó la semana pasada en Grecia.
Así se ha posicionado, por ejemplo, la Comisión Europea y la ministra de Finanzas austríaca, Maria Fekter, quien ha abogado por que todos los partidos griegos de la oposición se comprometan por escrito a aplicar inmediatamente las medidas que se exigen al país a cambio del rescate financiero.
"Sólo cuando tengamos esta certidumbre por parte de todos los poderes políticos en Grecia se podrá pagar el próximo tramo", ha recalcado Fekter.
Por su parte, Washington también ha metido prisa a los partidos políticoa griegos para que lleguen a un acuerdo.
"Damos la bienvenida al consenso que se ha alcanzado en Grecia sobre la necesidad de implementar las reformas del país, los compromisos con el FMI y la Unión Europea, y urgimos al Gobierno para que se mueva lo más pronto posible para cumplir sus compromisos", ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
La crisis de Gobierno comenzó con la sorprendente convocatoria de parte de Papandréu de un referéndum sobre el plan de ayudas internacional y las exigidas medidas de austeridad. La idea del plebiscito causó gran malestar entre en la UE y pánico en los mercado bursátiles, que temían un rechazo popular podría provocar una quiebra descontrolada del país.