El Gobierno de Chipre confirma que hay una "seria posibilidad" de pedir el 'rescate' a la UE
- Necesita 1.800 millones de euros para recapitalizar el segundo banco del país
- Con su deuda en 'bono basura' tiene difícil captar financiación en el mercado
El Gobierno de Chipre ha confirmado este martes que hay una “posibilidad muy seria” de que el país tenga que pedir un ‘rescate’ a la Unión Europea para su banca, muy expuesta a la deuda griega.
La declaración, de la que da cuenta la agencia France Presse, la ha realizado Christos Christofides, portavoz del Ejecutivo de este pequeño país insular del Mediterráneo, miembro de la zona euro y que asumirá la presidencia rotatoria de la UE en un mes.
La posibilidad de pedir un préstamo al Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera ya la adelantó este lunes el gobernador de su banco central, quien evocó las dificultades del Estado para lograr antes de finales de mes los 1.800 millones de euros que necesita para recapitalizar al Banco Popular, el segundo mayor del país, y cumplir así las exigencias de solvencia de Bruselas.
Los rescates acordados hasta ahora por instituciones comunitarias o internacionales (FMI) han implicado una cesión de soberanía y grandes recortes de gasto público que han empobrecido a una parte de la población.
Otras opciones
El presidente de Chipre, el comunista Demetris Christofias, prometió el pasado viernes que no habría "nuevas medidas" contra los trabajadores mientras él siguiera al frente del gobierno.
El gobernador del Banco Central de Chipre, sugierió no obstante que se podría lograr esa suma con financiación del sector privado o con préstamos de otro país, como Rusia, que ya ha prestado a Nicosia 2.500 millones de euros.
Los Estados miembros de la zona euro pueden acudir al fondo de rescate europeo a cambio de un programa de ajustes en el país, pero las normas comunitarias actuales no permiten que las entidades bancarias puedan acudir directamente al fondo sin pasar por que soliciten ayuda los Gobiernos. Hasta ahora, Grecia, Irlanda y Portugal han tenido que recurrir a la ayuda financiera internacional para poder hecer frente a sus compromisos financieros.
Una nota de 'bono basura'
El pasado mes de marzo, la agencia de calificación de riesgos Moody's rebajó la nota de solvencia de Chipre hasta dejarla en 'bono basura', algo que ya había hecho en enero Standard & Poor's (S&P). Estas rebajas complicaron la financiación de Chipre en los mercados.
La rebaja de la nota se justificó, precisamente, por el creciente riesgo de que sea necesaria una inyección de capital público en el sistema financiero de Chipre ante la significativa exposición de los bancos chipriotas a Grecia. De hecho, los bancos de la isla mediterránea han perdido 3.000 millones de euros en la quita de la deuda griega.
Aparte de su exposición a la deuda de Grecia, la presión sobre los bancos de Chipre se relaciona coon el deterioro de sus activos, ya que cuentan con una elevada proporción de préstamos al país heleno (22.000 millones de euros), así como a las propias dificultades macroeconómicas de Chipre.