La presión sobre la deuda española alcanza su máximo en la era euro pese al rescate bancario
- El bono español a 10 años se paga al 6,7%, como en noviembre pasado
- La Bolsa apenas se mueve en la segunda sesión tras el plan para la banca
El interés que exigen los inversores en el mercado secundario por los principales bonos españoles, los que vencen dentro de diez años, marcaba este martes un récord desde la entrada en el euro, por encima del 6,7%, tres días después del rescate a la banca del país.
Al cierre de los mercados, el bono español alcanzaba un interés del 6,71%, aunque un poco antes llegó a marcar el 6,8%. El anterior récord se registró en noviembre pasado, al 6,70% al cierre de una jornada, la del 25 de noviembre, según los datos de Bloomberg. Unos días antes, una subasta del Tesoro (mercado primario) superó el 7%.
Ese nivel del 7% o cercano se considera insostenible para las finanzas de un país si se prolonga en el tiempo. Entre ese momento crítico de noviembre y el actual, ha llegado a estar por debajo del 5% puntualmente.
La crisis financiera sigue pesando
Con este nivel, la prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre la rentabilidad de ese bono y el de los títulos alemanes del mismo plazo se situaba en 529 puntos, nueve más que al cierre de los mercados la víspera. Otros países europeos sufrían un aumento similar de la tensión, que en las primas se reflejaba menos por la subida del bono alemán al 1,4%, una décima más que la víspera.
Mientras tanto, la Bolsa no registraba grandes movimientos y el principal indicador español, el Ibex-35, cerraba con una subida del 0,09% hasta 6.523 puntos y todos los bancos en negativo. Por su parte, el índice continental Eurostoxx 50 ganaba un 0,3%. La peor parte en los mercados de valores se la llevaba por segunda jornada seguida Milán, única de las grandes plazas que retrocedía: un 0,7%.
Según los analistas citados por Efe, a falta de grandes novedades económicas, los mercados han acusado la falta de detalles del plan de préstamos a la banca española o la incertidumbre acerca del resultado de las elecciones griegas del domingo.