Un candidato republicano dice que los embarazos tras una violación ocurren porque Dios quiere
- Mourdock es candidato al Senado por Indiana y tenía el respaldo de Romney
- El candidato a la Casa Blanca se ha comentado de sus comentarios
- El voto femenino es clave y estas palabras pueden frustrar su campaña
"Incluso cuando la vida empieza con la horrible situación de una violación, eso es algo que Dios quería que pasase".
Con estas palabras el candidato republicano al Senado en Indiana, Richard Mourdock, ha vuelto a sacar el tema del aborto en la campaña en un momento crítico -a apenas dos semanas de las elecciones presidenciales-, boicoteando de facto los intentos de su 'jefe de filas', Mitt Romney, de recuperar el voto femenino, tradicional granero de su rival demócrata, Barack Obama.
"La única excepción que tengo para un aborto es en el caso de vida de la madre. He estado luchando conmigo mismo durante mucho tiempo pero me he dado cuenta de que la vida es un regalo de Dios", ha declarado Mourdock, un favorito del Tea Party, durante un debate celebrado en la localidad de Albany con el candidato libertario Andrew Horning.
Sus declaraciones han provocado fuertes críticas de su oponente demócrata, el congresista Joe Donnelly, al igual que de la campaña del propio Romney, pese a que Mourdock ha defendido sus propias palabras.
Mourdock, el responsable de las cuentas del estado, venció al histórico senador republicano Richard Lugar en las primarias de comienzo de año, reforzado por un Tea Party que consideraba a Lugar demasiado moderado.
Pese a que Lugar ganó varias veces en Indiana con ventajas muy amplias, ahora Mourdock está empatado con Connelly en este estado, tradicionalmente republicano.
Tras el debate, el republicano emitió un comunicado para aclarar sus palabras: "Dios crea vida y esa es mi argumentación. Dios no quiere la violación y de ninguna forma estoy sugiriendo que lo hace. La violación es una cosa horrible y que cualquier tuerza mis palabras de otra manera es absurdo y enfermizo".
Ataques demócratas
Pero este argumento no ha convencido a sus oponentes. La presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, ha consideró los comentarios de Mourdock "vergonzosos y denigrantes para las mujeres".
Donnelly, por su parte, ha subrayado que la violación es "un crimen violento y abyecto en cada momento".
"El Dios en el que creo y el Dios en el que la mayoría de los habitantes de Indiana creen no quiere que la violación pase, nunca", ha asegurado el candidato demócrata en un comunicado tras el debate. "Lo que Mourdock dijo es espantoso y es asombroso que sea tan poco respetuoso para los supervivientes de violación".
Romney, que el lunes lanzó una serie de anuncios en los que apoya a Mourdock, se ha distanciado de las declaraciones de su compañero.
"El gobernador Romney está en desacuerdo con los comentarios de Richard Mourdock y éstos no reflejan sus opiniones", ha declarado la portavoz de Romney, Andrea Saul.
Los republicanos ven alejarse el Senado
Los republicanos necesitan ganar cuatro asientos para recuperar el control del Senado de los demócratas o tres si Romney gana la Casa Blanca (su vicepresidente desequilibraría un eventual empate".
Los republicanos empezaron bien situados para conseguir esta meta a principios de años, pero las meteduras de pata de sus propios candidatos, en su mayoría cercanos al Tea Party, han alejado esta meta.
El mejor ejemplo es lo ocurrido con el candidato por Misuri, Todd Akin, que en la misma línea que Mourdock defendió el embarazo tras una "violación legítima", lo que le hizo perder el liderato en las encuestas frente a la senadora demócrata , Claire McKaskill.
Otro candidato a senador republicano, el de Pensilvania, Tom Smith, comparó posteriormente el embarazo por violación con las aventuras fuera del matrimonio.
Los últimos cálculos de las encuestas establecen que los demócratas podrían perder un escaño pero mantendrían una mayoría de 52 frente a 48 asientos de los republicanos.