Política, esclavismo, fantasía y mucho amor en la lucha por el Oscar a mejor película
- Mis predilectas: Lincoln, La noche más oscura y Bestias del sur salvaje
- Los Miserables, una de las cintas más aburridas de la historia
Viendo estos días casi de forma compulsiva y contrarreloj las películas que me quedaban por ver de las que se juegan algo en los Oscar he podido comprobar de nuevo que, en general, la calidad de títulos y candidatos varios es mucho más que aceptable.
Como siempre habrá controversia, como debe ser, por otro lado. Esto viene ocurriendo desde la primera edición. Que si Amanecer era mejor que Alas (lo era realmente) que si tal o cual película o director nunca ganó y se lo merecían y si, aquella o aquel y no lo merecían… En fin, un “dejá vú”.
Dicho esto, también decir que desde que se ha ampliado el número de candidatos, todo es un poco más confuso y complicado.
La vida de Pi, debilidad por Ang Lee
Siento debilidad por Ang Lee desde hace años, desde que vi El banquete de bodas. Luego vi Pushing hands, pero luego he ha ido sorprendiendo película tras película viendo su capacidad para filmar mundos aparentemente distintos al suyo de manera siempre convincente.
En La vida de Pi, además, nos sorprende con un cuento muy bonito y espiritual y en un 3D sorprendente, demostrando que es capaz de rodar cualquier cosa, y que probablemente se al cineasta más capaz en saber interpretar otras culturas o sociedades distintas a la suya.
Amour, un Haneke menos perturbador
Amour, de Michael Haneke, ha convencido lo suficiente como para aparecer entre las candidatas a mejor película y mejor película extranjera.
Dado que de las candidatas en este apartado es la única que he podido ver (la danesa A Royal affair pudo verse en el Festival de Sevilla hace unos meses, pero tan solo una persona del programa, Alejo Moreno ha podido verla) prefiero pensar que la excelente película de Haneke, menos perturbador de lo que nos tiene acostumbrados, no optará al premio a la mejor película.
Su actriz Emmanuele Rivá, aquella fascinante mujer que vimos hace muchísimo tiempo en Hiroshima mon amour es también candidata al Oscar a la mejor actriz. Ese mismo día cumplirá 86 años. ¿NO es el momento oportuno para que gane un oscar?.
Un hombre y una mujer, y el “amour” del título, o sea, amor de verdad, ese que definían estupendamente en The deep blue sea (otra película del pasado año).
Argo, apasionante de principio a fin
Argo es la estupenda versión por parte de un muy solvente Ben Affleck de unos hechos reales: el increíble rescate por parte de la CIA de un grupo de funcionarios de la Embajada americana en Teheran.
La historia es bien sabida. Los estudiantes islámicos, Jomeini, la Embajada Canadiense dando asilo en secreto… y un plan increíble para sacarlos del país sanos y salvos.
Como la historia está en las hemerotecas, no descubrimos nada si decimos que al final se salvan. Lo bueno es cómo, y ahí jugó un papel muy importante Hollywood, a través de un fake de una supuesta película.
BenAffleck está muy bien en su papel, pero los que se salen son Alan Arkin y John Goodman como los artificieros de la fábrica de sueños que darán forma real a un proyecto descabellado. Apasionante de principio a fin. Argo aún sigue en cartel en España.
Lincoln, una lección de política
Debo reconocer que cuando terminé de ver Lincoln tuve la sensación de haber visto algo grande de verdad. Es larga, y es cierto que es una película muy discursiva, que mucha de su acción de desarrolla entre paredes de despachos. Pero es una grandísima película.
Spielberg deja pasar de largo cualquier posibilidad de sentimentalismo en la que en otras ocasiones haya podido caer (para algunos). Lincoln es una lección de política, pero de una política a la que por desgracia no estamos muy acostumbrados hoy día, POLÍTICA con mayúsculas.
Todo el mundo conoce la historia, aunque mucha gente vea matices de my diverso signo. ¿Es esta una versión fiel de quién fue Abraham Lincoln en sus últimos cuatro meses de vida? Por encima de su calidad cinematográfica, excepcional, con un Spielberg más clásico que nunca, está su condición de película MORAL. También con mayúsculas.
Junto a ello, decir que Daniel Day-Lewis está que se sale. ¿Ganará el Oscar?. Lo hará, con permiso de Joaquin Phoenix, mucho más que fantástico en la perturbadora (literalmente hablando) The Master.
Bestias del sur salvaje, tremendamente poética y fantástica
También he podido ver muy recientemente Bestias del sur salvaje, que no es exactamente la típica película indie que cada año se cuela en los Oscar, eso este año es para El lado bueno de las cosas.
Lo que pasa es que esta película tremendamente realista, y al mismo tiempo tremendamente poética y fantástica, ha ganado premios en Sundance y en Cannes.
Es el primer largometraje de su director, Benh Zeitlin, y su historia es tremenda, contada por una niña fascinante, de nombre Hushpuppy, interpretada por Quvenzhané Wallis, sorprendente niña actriz que se ha colado como candidata a la mejor actriz.
No voy a contar de que va esta película, pero sí que es sorprendente, y sin duda de lo mejor del año. Una música subyugante ayuda a entender un poco a esa estrafalaria y libertaria comunidad de “outsiders” voluntarios en un “bayou” de Louisiana.
El lado bueno de las cosas, con algo de los clásicos
Como yo soy un sentimental, me gustó mucho El lado bueno de las cosa, una comedia que no lo es exactamente, y una película seria que no lo es exactamente. Si ves el tráiler creeras que es una comedia.
Está muy bien dirigida por David O'Rusell, el de Tres Reyes y The Fighter, estupendas ambas. En esta película, un “chico encuentra chica” con matices, nos invita de nuevo a ver un ambiente familiar de las personas normales.
Un chico bipolar lo está pasando francamente mal porque su mujer le engañó con otro, él los pilló, se armó una gorda y acabó en un psiquiátrico. Cuando sale, ella se ha ido, y el vive con sus padres, Robert de Niro, mucho menos histriónico que en sus últimos papeles, y Jackie Weaver, aquella estupenda abuela-madre de Animal Kingdom. Ambos aquí padres abnegados. El “chico conoce a chica” se materializa en que Bradley Cooper conoce con ciertas artimañas de terceros a Jeniffer Lawrence, una chica que está peor que ella. Pasan muchas cosas.
Pero me gusta pensar que esta película tiene algo de la estupenda Two lovers, y algo de La fiera de mi niña y su remake “¿Qué me pasa doctor? Y también, algo de Shall we dance. Y como a mi me gusta mucho el musical y en particular Cantando bajo la lluvia, y hay un homenaje a ella, pues, como se dice, “miel sobre hojuelas”.
Los Miserables, una de las películas más aburridas de la historia
Ahora le toca el turno a la película que sé que jamás votaría como mejor película, y que no acabo de entender qué han visto los académicos en ella.
Muy buen diseño de producción, sin duda, muy buenas canciones. También sin duda, unos actores fabulosos, ninguno de ellos falla, ni Russell Crowe, ni Anne Hathaway, ni Hugh Jackman... Lo que falla, para mí, es la película en sí.
Los Miserables es la demostración de que la suma de las partes no hace el todo. Un director bastante torpe, Tom Hopper, que vio demasiado recompensada su regular El discurso del Rey.
Ya he dicho por ahí arriba que soy un gran fan del cine musical, de modo que no tengo prejuicios. Es una de las películas más aburridas que he visto en mi vida. Una pena.
Django desencadenado, un torrente de talento
Y de la más aburrida a otra que es lo contrario. Django desencadenado (la D es muda). Tarantino haciendo de frente lo que siempre ha hecho de soslayo: un western (spaguetti). Menos redonda quizás que Malditos bastardos, pero un torrente de talento en sus 2 horas y 45 minutos.
Bizarrismo abrumador, para una historia que no ha gustado a Spike Lee, aunque no acabamos de entender los motivos. Un actor fabuloso, Cristoph Waltz, Shultz, un cazarrecompensas, que sabe soltar unas peroratas impresionantes escritas a borbotones por el amigo Quentin. Un negro, (mejor que “afroamericano”) liberado por Shultz para ayudarle a buscar y matar a unos tipos malos. Y Django que se encuentra ayudándole y siendo ayudado a encontrar a su esposa, Brunhilda. Lo que nos lleva al profundo sur, a una plantación regentada por un fulano repugnante, un Blanco al que presta su porte Leonardo Di Caprio.
La violencia “made in” Tarantino, la que es como de tebeo, se reserva para el final. La violencia de verdad, aquella que ejercían los esclavistas contra los esclavos, espeluznante. Mucha y muy buena música, tan bastarda como cabría esperar, y un Samuel L Jackson haciendo un papel, de negro, y no desvelo nada, sorprendente.
La noche más oscura, una realización magistral
Y ya solo queda La noche más oscura (Zero dark Thirty), la película de Katrhyn Bigelow que cuenta en un metraje muy generoso pero de ritmo implacable, el proceso que fue desde los atentados de las torres gemelas hasta el asesinato de Bin Laden. Una película, ya he dicho, de precisión, que no decae ni un solo segundo, con una realización magistral de una señora que rueda muy, pero que muy bien.
Hay dos facciones enfrentadas con esta película. Los que consideran que es una apología de la tortura, y los que no vemos eso por ninguna parte. Sobre este asunto, lo mejor, claro, es verla y decidir personalmente.
Jessica Chastain, lo borda en su papel de esa mujer dedicada en cuerpo y alma durante 10 años a una única y titánica tarea. Alexandre Desplat hizo una música soberbia, como por otro lado lo son todas las suyas. Yo la volveré a ver, porque me parece, entre otras cosas, un ejercicio de narración cinematográfica excepcional.
Muchas películas, mucha calidad, muchas horas de disfrute en la sala oscura. Alguna ganará, y puede que nos guste más o menos…
Yo, salvo Los miserables (con la única candidatura española de este año, el mejor vestuario para Paco Delgado) aceptaré cualquiera de ellas. Pero si tengo que elegir, es cierto que tengo predilección por Lincoln, por Bestias del sur salvaje y por La noche más oscura. Como puede verse tres películas totalmente distintas entre sí.