Londres frena en el último momento el tope de la UE a los sueldos de los banqueros
- Reino Unido, sede el corazón financiero europeo, rechaza limitar los bonus
- Los ministros dan luz verde definitiva al control de las cuentas nacionales
La oposición de Reino Unido ha frenado el acuerdo sobre la directiva que establecerá nuevos requisitos de capital a la banca y límites a las primas que reciben los banqueros. A pesar de que Londres no tenía poder de veto porque el acuerdo con la Eurocámara podía ser ratificado por el Ecofin por mayoría cualificada, no ha sido así.
Para atajar las inquietudes británicas, los Veintisiete trabajarán en dos "temas técnicos pendientes", en palabras de Michael Noonan, ministro de Finanzas de Irlanda: la fecha de entrada en vigor de la nueva normativa y ciertos aspectos de la aplicación de los límites a la remuneración.
Por su parte, el Parlamento Europeo (PE) ha dicho, en un comunicado, que no ve razones para cambiar los términos del acuerdo logrado la semana pasada y ha señalado que prevé votar la iniciativa en la sesión plenaria de abril. El presidente del PE, Martin Schulz, ha lamentado que los Veintisiete hayan sido incapaces de alcanzar un consenso y ha señalado que "poner un límite a los bonus hará el sistema económico más justo y seguro".
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, ha dicho que la propuesta inicial podría "subir los salarios y hacer más difícil retener las primas cuando las cosas se tuercen o que pague la banca por sus errores, en lugar de los contribuyentes".
El Reino Unido ha indicado que no podía respaldar la propuesta actual, temeroso de que su puesta en marcha perjudicara a Londres frente a otros centros financieros como Nueva York o Singapur, pero no descartó sumarse al consenso si se introducen en el proceso detalles técnicos que vinculen las primas más a los logros.
Osborne ha valorado las mejoras logradas y fuentes británicas mostraron su satisfacción por la "sensación" de que los Estados miembros desean que la directiva se apruebe por consenso, aunque solo se necesite una mayoría cualificada.
Los bonus no podrán superar el sueldo fijo
Según el acuerdo alcanzado la semana pasada entre la Presidencia de turno irlandesa y los representantes del Parlamento Europeo, los bonus de los directivos de la banca no podrán superar la cuantía de su remuneración fija.
Solo si los accionistas del banco lo autorizan, los bonus podrían llegar a un máximo del doble del salario. Este incremento exigirá el voto de al menos el 65% de los accionistas que controlen la mitad de las acciones representadas o el 75% de los votos si no hay quórum.
El Parlamento Europeo ha exigido que estos topes, que entrarán en vigor en 2014, se introduzcan en la nueva norma sobre requisitos de capital para la banca, que traslada a la legislación comunitaria el acuerdo internacional Basilea III. Con ella se pretende evitar que los directivos asuman riesgos excesivos a corto plazo, algo que -según Bruselas- está en el origen de la crisis financiera que comenzó en 2008.
Tras una negociación de casi un año, todos los Estados miembros, salvo Reino Unido, han aceptado estas limitaciones. Londres ha perdido, incluso, a aliados tradicionales como Alemania, Suecia o Países Bajos.
La legislación exigirá además a los bancos desvelar los beneficios, los impuestos pagados y las subvenciones recibidas de forma desagregada país por país, así como el volumen de negocios y el número de trabajadores. Desde 2014, estos datos deberán enviarse a la Comisión, y a partir de 2015 tendrán que publicarse.
Luz verde definitiva al control de las cuentas nacionales
Además, el Ecofin ha aprobado de manera unánime dos reglamentos que reforzarán el control de Bruselas sobre los proyectos presupuestarios de los países de la zona euro y que establecerán una mayor supervisión de los Estados que experimenten graves turbulencias financieras.
Los Estados miembros tendrán que someter cada año antes del 15 de octubre sus proyectos presupuestarios para el ejercicio siguiente al estudio del Consejo y de la CE, que deberán basarse en previsiones macroeconómicas independientes, tras lo que el Ejecutivo comunitario deberá publicar sus conclusiones antes cada 30 de noviembre.
En el caso de que considere que existe un incumplimiento especialmente grave de las obligaciones establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento por parte del país, la CE podrá exigir al país que revise sus cuentas.
“Es un paso adelante hacia el fortalecimiento de la gobernanza económica de la zona del euro“
La decisión del Ecofin es un "nuevo paso adelante hacia el fortalecimiento de la gobernanza económica de la zona del euro", ha dicho el vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, al término del encuentro.
Además, los países que comparten el euro tendrán que informar con antelación a la Comisión y al Eurogrupo de sus planes de emisión de deuda nacional y también de cualquier plan de reforma importante de la política presupuestaria.
La supervisión de Bruselas será más estrecha en el caso de los Estados miembros rescatados o con graves problemas, con controles prorrogables cada seis meses, visitas periódicas al país e informes trimestrales sobre la situación del Estado afectado.