Rajoy: "Me gustaría más celeridad en la aplicación de la integración europea"
- El presidente cree que es urgente impulsar el crecimiento en la eurozona
- En el Congreso, reitera que España está cumpliendo sus compromisos
- Rubalcaba alerta que se ha pasado del euroescepticismo al "eurotemor"
- Todos los grupos de la oposición coinciden en sus críticas a la parálisis de la UE
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido que no le satisface la velocidad a la que la Unión Europea está poniendo en práctica las medidas aprobadas para profundizar en la integración europea, como las referidas a la unión bancaria y fiscal. En su comparecencia en el pleno del Congreso para explicar el resultado del Consejo Europeo del pasado marzo, el jefe del Gobierno español ha reiterado que es urgente revertir el estancamiento económico de la eurozona.
"Es absolutamente necesario y, cada vez con más urgencia, revertir la situación de estancamiento de la zona euro", ha asegurado Rajoy, quien asegura que ese es "el principal mensaje que estoy trasladando una y otra vez, con insistencia," al resto de los miembros de la moneda única. "Las bases de actuación están diseñadas, debatidas y aprobadas, pero es necesario incrementar el ritmo para su ejecución y redoblar la intensidad de su desarrollo".
"Hay que pasar de las musas al teatro"
El presidente español ha resumido su opinión en que, en estos momentos, "hace falta mantener la tensión reformadora y pasar, lo más pronto posible, de las musas al teatro".
"Solo estoy satisfecho en parte por el resultado del Consejo de marzo. Suscribo todas las conclusiones de ese Consejo -estoy convencido de que todas y cada unas de ellas convienen a los intereses de España y de Europa-, pero me hubiera gustado ver un ritmo superior en los trabajos y una mayor intensidad en la puesta en práctica de los planes aprobados", ha reiterado el presidente español.
Rajoy ha asegurado que España está cumpliendo con sus compromisos pactados con la UE, por lo que "tenemos todo el derecho a solicitar la aplicación práctica del principio de integración".
En referencia a una de las partes más destacadas de esos compromisos, el déficit público, Rajoy no ha respondido a las preguntas del resto de grupos sobre la eventual flexibilización del objetivo para este año. El presidente se ha limitado a reiterar: "Hoy, el objetivo de déficit para este año es 4,5% y ya veremos qué ocurre: a lo mejor, pasa lo que pasó el año pasado, o no".
"En 2012, nos elevaron el nivel de déficit hasta el 6,3%. Este año no sé qué puede pasar, solo puedo decir que los antecedentes son buenos", ha añadido en sus contestaciones a la oposición.
Sobre las pérdidas de los depósitos en Chipre: "No me gusta"
Respecto a la crisis de confianza que ha reabierto en el euro el plan de rescate diseñado para Chipre, Rajoy ha criticado al presidente del Eurogrupo, el holandés Jerome Dijsselbloem, por las declaraciones en las que afirmó que ese programa "podía servir de modelo" para nuevos rescates.
"A la hora de hacer declaraciones hay que ser prudente, actuar con precisión y con mesura, y ajustarse a los acuerdos alcanzados. Justo lo contrario de lo que fueron las desafortunadas declaraciones del presidente del Eurogrupo", ha reiterado el presidente del Gobierno.
En respuesta a las críticas de la oposición sobre la solución adoptada para Chipre, que descarga parte del coste de la recapitalización bancaria en los depósitos de más de 100.000 euros, Rajoy ha admitido que tampoco le gusta esa solución.
"Me gusta la decisión relativa a los de menos de 100.000 euros [que quedaron protegidos], pero no la de los superiores a 100.000. A mí me gusta que quien pone su dinero en un banco lo tenga seguro, otra cosa son los accionistas", ha reconocido.
Rajoy apuesta por una integración en la que participen los ciudadanos
El presidente también ha alertado del desapego creciente de los ciudadanos hacia el proyecto europeo, en el que -ha avisado- "nada está garantizado si los ciudadanos no aprecian lo que les aporta Europa".
Según Rajoy, "Europa debe hacer una apuesta decidida por una mayor integración", tanto económica como política. Sin embargo, ha destacado que "nadie puede imponer los tiempos, ni los modos, ni las condiciones, ni la intensidad de esa mayor integración", una velada referencia al creciente dominio de algunos países como Alemania sobre el resto de los Estados miembros.
"El resultado final de ese proceso [de integración] debe ser fruto de un acuerdo en el que participen todos y, cuando digo todos, me refiero a una involucración efectiva de los ciudadanos para una tarea en la que se están jugando su futuro", ha concluido el jefe del Ejecutivo.
Pese a sus reproches de lentitud al funcionamiento de la UE, el presidente ha realizado una defensa cerrada de las instituciones europeas frente a las duras críticas del resto del arco parlamentario. Ante la opinión generalizada de que los Consejos Europeos no deciden, Rajoy ha insistido en que sí lo hacen y adoptan medidas que afectan directamente a la vida de los ciudadanos.
Para Rubalcaba, la cumbre europea fue "inane"
En su respuesta a la intervención de Rajoy, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha calificado el Consejo Europeo del pasado mes de marzo como “inane” respecto a la situación que atraviesan en la actualidad los ciudadanos europeos.
“¿Se ha parado a pensar el Consejo Europeo que algunos males de España, como el desempleo, son consecuencia de las políticas de la UE?”, ha cuestionado el líder del PSOE, quien considera la cumbre europea como “una ocasión perdida“ que traerá más ajustes y recesión.
Rubalcaba ha afirmado que tanto el Consejo como el papel en él del presidente del Gobierno le “han decepcionado”, porque no se ha abordado en profundidad la necesidad de poner en marcha medidas que impulsen el crecimiento. “Tendría que haber sido prudente fuera y contundente dentro”, le ha reprochado al presidente del Gobierno sobre sus declaraciones.
El secretario general socialista ha vuelto a criticar duramente las políticas de la Unión Europea respecto a los países del sur de Europa, sumidos en una grave recesión por la crisis.
Para Rubalcaba, el mensaje que lanzan los líderes europeos a los ciudadanos es “más de lo mismo”: que resistan hasta que cambien las cosas. Del euroescepticismo se ha pasado “al eurotemor” ante cada decisión de la UE, ha aseverado.
“El Consejo Europeo tiene que darse cuenta de lo que estamos viviendo es una crisis de toda Europa, porque los países del sur tienen la sensación de estar siendo castigados”, ha dicho antes de lanzar la propuesta de “hacer piña” con los países afectados para afrontar esa situación.
Rubalcaba ha puesto el ejemplo de Portugal, considerado “alumno aventajado de los recortes“, donde se está demostrando que las políticas de austeridad son un fracaso.
Ha asegurado que le "decepciona" que los líderes del norte no hablen de empleo, pero critica aún más que no lo hagan los de países con tasas de paro superiores al 10% y, sobre todo, que no lo haga el de España, que está en el 26% de desempleo.
Rubalcaba ha alertado también de la fractura que se está abriendo entre el norte y el sur de Europa, que puede convertirse -ha dicho- en una "nueva frontera como lo fue el telón de acero”.
CiU: España no admite más austeridad
Los portavoces del resto de los grupos parlamentarios han coincidido en sus críticas a la parálisis que afecta a la Unión Europea (UE).
El portavoz económico de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, ha calificado de "gran desengaño" el último Consejo Europeo, una reunión con conclusiones "muy generalistas" y sin medidas concretas a favor de la reactivación económica.
Sánchez Llibre ha reclamado a Rajoy un "cambio radical" en las políticas económicas y sociales "a partir de mañana", dadas las perspectivas económicas para los años 2013 y 2014. De hecho, ha comprendido que el Gobierno predique cierto optimismo cuando está realizando una campaña exterior de promoción, pero ha recordado al presidente que "hace falta algo más".
Así, ha reclamado algunas medidas concretas para recuperar el crédito y para hacer frente al alto nivel de paro, como un "plan realista" contra el paro. También ha planteado la creación de un banco malo para salvar las familias que están en situación de pobreza o de exclusión social.
"La economía española no admite ni más austeridad ni más presión fiscal", ha señalado el portavoz catalán, quien ha asegurado que España solo será capaz de reducir más el déficit cuando vuelva a crecer y crear empleo.
Izquierda Plural denuncia el debilitamiento del Estado social
Por su parte, el diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Joan Coscubiela ha reprochado la "austeridad a velocidad de guepardo frente al crecimiento a velocidad de tortuga" que aplica la UE, y frente a la cual los Consejos Europeos están "vacíos de contenido" y "faltos de concreción".
El diputado catalán ha asegurado que "los gobiernos europeos, lejos de avanzar en la construcción política de la UE, se deslizan peligrosamente por la pendiente del debilitamiento del Estado social, provocando una profunda deslegitimización del proyecto europeo ante la ciudadanía. Los consejos europeos se cierran con fiasco tras fiasco para la ciudadanía, sobre todo en los países más afectados por la crisis", ha reprochado Coscubiela.
"Debería mirar a los españoles a la cara y decirles la verdad: que España lleva en libertad condicional desde mayo de 2010 e intervenida desde junio de 2012. Y, por eso, el BCE se permite amenazar clandestinamente al Gobierno con la retirada de créditos blandos si se acuerda la dación en pago; por eso no tienen margen para una solución justa para los preferentistas estafados, y por lo que justifican la innecesaria reforma de la jubilación anticipada. Digan a los españoles que todas esas políticas impuestas por la troika sin legitimidad ninguna son a cambio de ayudar a los bancos con recursos que tendremos que poner los ciudadanos", ha añadido.
El PNV critica a Berlín por "alargar la agonía" del sur
El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, ha coincidido con el resto en que las medidas exigidas por Europa no están dando resultados. En ese sentido, ha calificado la última cumbre europea como "la cumbre de la mala conciencia", porque el Consejo Europeo "se ha dado cuenta de que las cosas van mal, pero no tiene el valor ni la fuerza requeridos para orientar o revisar en profundidad el motivo por el que la política económica no funciona".
Azpiazu ha destacado la necesidad de que "los países más potentes y desarrollados, como Alemania" aborden cambios y potencien el consumo interno para impulsar la economía de otros Estados. El diputado vasco ha pedido que Berlín no debe esperar a que pasen sus elecciones y que, en otoño, Europa "se vuelva a plantear nuevamente las cosas" porque "para entonces se habrá perdido otro medio año y las cosas seguirán patas arriba".
"Pero ello, evidentemente, requiere una visión europea y europeísta muy alejada de los intereses de una Alemania que sólo mira a su economía y a sus votantes. Alemania ha perdido la oportunidad de liderar la salida de la crisis, y está haciendo justo lo contrario: alargar caprichosamente la agonía de los países del sur", ha lamentado Azpiazu.
No obstante, también ha recordado que el Gobierno español tiene parte de responsabilidad en la actual situación por los "palos de ciego" que da con sus reformas, lo mismo que los "escándalos públicos y casos de corrupción, que tanto mal hacen a la propia economía" y que colocan a España en "una posición de país de charanga y pandereta, de Rinconete y Cortadillo".
UPyD: "El daño a los depósitos ya está hecho"
La portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, ha alertado al Ejecutivo de los "efectos perniciosos" que el rescate de Chipre ha provocado en la confianza de los ahorradores tras la asunción de pérdidas aplicada a los depósitos de más de 100.000 euros.
A su juicio, los líderes comunitarios han puesto de manifiesto su "total incompetencia" con la solución a la crisis de Chipre y ha tachado de "impresentable" que se haya actuado contra algunos ahorradores. "El daño a los depósitos ya está hecho", ha sentenciado Díez.
Dentro del grupo mixto, se ha puesto el acento en la falta de políticas de estímulo del crecimiento y en la persistencia de mantener un modelo económico "equivocado" en la zona euro, como han subrayado Amaiur y ERC, mientras que otros, entre ellos UPN, han criticado que no se estén coordinando políticas de crecimiento con otras de contención del gasto público.