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Elecciones en Bulgaria: se vende el voto por 50 euros o el pago de facturas de luz y agua

  • Según una ONG, 415.000 búlgaros vendieron su voto en os comicios de 2009
  • El salario mensual mínimo es de 155 euros en el país más pobre de la UE
  • Además de este fenómeno de venta del voto, se temen otras irregularidades

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Una mujer se para frente a los carteles electorales del candidato conservador Boiko Borisov en Sofia (Bulgaria)
Una mujer se para frente a los carteles electorales del candidato conservador Boiko Borisov en Sofia (Bulgaria).

Entre 50 y 75 euros es lo que puede obtener el elector que acuda el domingo a las urnas en Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), si vota por el partido que le ofrece ese pago en estas elecciones legislativas anticipadas convocadas tras la dimisión del Gobierno conservador, que cayó por la subida del precio de la luz.

La compra del sufragio por parte de los partidos políticos no es un fenómeno nuevo en la nación balcánica: no ha faltado en ninguna de las elecciones desde la caída del régimen comunista hace 23 años.

El dinero al contado no es la única forma de pago, los políticos ofrecen también abonar facturas de luz y agua, o asegurar a una familia la comida de varios días, remuneraciones nada despreciables para una población cuyo salario mensual mínimo es de 155 euros.

El rotativo balcánico Standart afirma, con base en fuentes del Ministerio del Interior, que emisarios de diversos partidos han visitado diferentes lugares, entre ellos guetos de gitanos, para recoger facturas de sus habitantes con la promesa de que las pagarán si su titular vota "adecuadamente". El comprobante del pago de la factura lo recibe el votante después del día electoral, siempre y cuando presente una prueba de que ha votado para el partido indicado.

Me ofrecieron 50 euros para votar para un partido determinado: claro que lo aproveché

"Generalmente tal comprobación se hace a través de una foto de la papeleta tomada con un teléfono móvil antes de meterla en la urna. O el votante recibe una papeleta marcada previamente", explicó a Efe un investigador que pidió anonimato.

"Me ofrecieron 50 euros para votar para un partido determinado. Claro que lo aproveché, es un tercio de mi salario mensual y es un esfuerzo menudo que vendrá bien al presupuesto familiar", confesó a Efe Ivo Plevenski, un ciudadano de etnia gitana, empleado en la compañía de limpieza.

415.000 búlgaros vendieron su voto en 2009

Standart indica que a veces los políticos entregan una suma de 500 a 1.000 euros a un cacique que decide el voto de los miembros de varias familias. La creciente carestía afecta también a este negocio ilegal: en las legislativas anteriores, en 2009, un voto valía entre 25 y 50 euros.

Según la organización no gubernamental 'Transparencia Sin Límites', más de 415.000 búlgaros vendieron entonces su voto, principalmente por motivos de pobreza.

Eurostat calcula que el 22 % de los 7,3 millones de habitantes de Bulgaria vive con el sueldo mínimo de 155 euros y un 49 % corre el riesgo de caer bajo el umbral de la pobreza.

Pese a que todos los partidos advierten en sus mensajes electorales de que la compra de votos es un delito según el Código Penal, castigado con hasta 6 años de prisión y multas de hasta 10.000 euros, hasta ahora no ha habido condenados por este negocio.

Un arresto por comprar votos

Un individuo detenido a principios de mes por la policía de la localidad de Vratza, a unos 100 kilómetros al norte de Sofía, bajo sospecha de organizar compraventa de votos, sigue en arresto.

Según la cadena bTV, el detenido, cuya identidad no ha sido revelada, supuestamente ofrecía votantes seguros por hasta 100 euros la unidad, y en su casa los investigadores encontraron una lista con nombres y números de tarjetas de identidad de 800 personas.

En investigación hay una veintena de casos de supuestos delitos contra la legislación electoral, de los que cinco son de posible compraventa de votos, informó a Efe un portavoz del Ministerio del Interior sin dar más detalles.

Otras irregularidades

Además de este fenómeno de venta del voto, se temen otras irregularidades en el proceso electoral, por lo que cinco partidos han encargado al Instituto de Investigaciones Sociales y Consultorías (SORA) austríaco un recuento paralelo de los votos tras el cierre de los colegios electorales el 12 de mayo.

Será el primer escrutinio paralelo desde 1990, cuando tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas en el país balcánico después de la caída del comunismo.

Se espera además un número inédito de observadores de estos comicios, de al menos 275 extranjeros provenientes de organismos internacionales y 11.878 locales, según anunció la Comisión Central Electoral.