Guindos: España está "cómoda" con el rescate bancario y no necesita la ayuda directa a la banca
- El ministro cree que las condiciones del préstamo a España son "magníficas"
- Matiza después y dice que es bueno tener abiertas todas las opciones posibles
- El Eurogrupo ha aprobado las reglas de recapitalización directa de los bancos
- La recapitalización servirá para que ayudas bancarias no sean deuda pública
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho este jueves que España está "perfectamente cómoda" con el préstamo de 40.000 millones de euros del fondo de rescate (MEDE) para la banca porque sus condiciones son "magníficas", y ha dicho que la recapitalización directa retroactiva interesa, "sobre todo", a Irlanda.
De Guindos ha realizado estas declaraciones antes del comienzo del Eurogrupo que este jueves ha alcanzado un acuerdo sobre las reglas de la futura recapitalización directa de la banca. Este mecanismo permitirá al fondo permanente de rescate europeo (MEDE) ayudar directamente a los bancos de la eurozona que tengan problemas sin que, por tanto, el préstamo tenga que pasar obligatoriamente por el Estado al que pertenece la entidad y compute así como deuda pública.
De Guindos ha reconocido que España puede estudiar la conveniencia de acogerse o no a ese nuevo mecanismo: "España tiene derecho a verlo, pero España tiene una situación en la que estamos perfectamente cómodos con el préstamo del MEDE", es decir, con los 40.000 millones concedidos para sanear varias entidades financieras españolas.
De Guindos ha suavizado esa negativa este viernes, tras el acuerdo logrado el jueves por los ministros de Economía del euro que abre la puerta a esa recapitalización directa. "Son buenas noticias para España. Siempre me gusta tener las máximas alternativas posibles desde el punto de vista de la financiación", ha afirmado el ministro a su llegada a la reunión de ministros del ramo de la Unión Europea, el Ecofin.
Sin embargo, la aplicación retroactiva para España o Irlanda no es segura, ya que la decisión del Eurogrupo es que el permiso para que países que ya han recibido ayudas puedan beneficiarse de ese mecanismo se analizará "caso por caso", según ha explicado el presidente del foro que reúne a los 17 ministros de Economía del euro, Jeroen Dijsselbloem.
Sin ayuda directa, España mantiene control sobre bancos rescatados
Según fuentes europeas, España no estaría interesada en pedirlo porque "la señal que enviaría sobre la fortaleza del balance del Estado español no sería precisamente eufórica".
"El tema de la retroactividad es una de las cuestiones que, sobre todo, interesa a algunos países como es el caso de Irlanda. La situación de España es completamente diferente", destacó el ministro de Economía español el jueves.
"España tiene un préstamo en unas condiciones magníficas", ha insistido Guindos, que cree que el programa de ayuda "permite el control por parte del FROB de las entidades nacionalizadas". En este sentido, ha recordado que el rescate tiene un plazo de más de 10 años, un período de carencia de 10 años y un interés del 0,5%.
El Gobierno apoya la recapitalización directa "no por el interés de España, sino porque creemos que es bueno desde el punto de vista del mensaje de avance" en unificación de las políticas económicas, ha apuntado el ministro de Economía.
De hecho, con las reglas que tendrá la recapitalización directa, España habría tenido que aportar alrededor de 14.000 millones de euros de los 40.000 millones del préstamo que concedió el MEDE, según los cálculos del Ministerio español.
Límite revisable de 60.000 millones de euros
En su reunión de este jueves, el Eurogrupo ha adoptado, tras más de seis meses de debates, las reglas que regirán el funcionamiento de la recapitalización directa de la banca, cuyo objetivo es romper el círculo vicioso entre deuda bancaria y deuda soberana.
No obstante, el compromiso final ha diluído los efectos pretendidos cuando se lanzó esta posibilidad, en el crítico Consejo Europeo de junio del año pasado, cuando los mercados atacaban a las deudas soberanas de los eslabones más débiles del euro, como España o Italia.
Así, los Estados han pactado imponer un tope muy bajo a la cantidad que el MEDE podrá dedicar a la banca: 60.000 millones de euros. Hay que recordar que España ha consumido hasta ahora 40.000 millones de euros del rescate bancario concedido por la eurozona, que autorizó una línea de crédito con un máximo de 100.000 millones.
Duras condiciones para el Estado de la banca auxiliada
Esa cantidad podrá revisarse "cada año", según ha explicado De Guindos esta viernes, aunque la intención del Eurogrupo es reducirla al máximo, para lo cual ha impuesto duras condiciones, tal y como quería un grupo de países liderados por Alemania.
Así, se exigirá al Estado miembro al que pertenece la entidad auxiliada que contribuya al rescate de la misma, con el argumento de que así se evita que se desentienda de los problemas de las entidades.
Según el principio de acuerdo que está sobre la mesa de los ministros, un Estado miembro solo podrá pedir la recapitalización directa de una entidad como último recurso, es decir, cuando las quitas a los acreedores no sean suficientes para cubrir el déficit de capital y el Gobierno no pueda inyectar fondos sin poner en riesgo su estabilidad presupuestaria. Además, la entidad debe tener carácter sistémico y su quiebra plantear un riesgo a la estabilidad de toda la eurozona.
Según estas normas, y se decidiese a pedir la ayuda retroactiva, España solo podría solicitar ayuda directa para Bankia, la única entidad española rescatada que se considera sistémica, que ha recibido ya 18.000 millones de euros.