Botín declara ante la justicia italiana por la venta del Antonveneta al Monte dei Paschi
- El presidente del Santander pidió aplazar su declaración, prevista para enero
- El Santander vendió por 9.300 millones una pequeña entidad al banco italiano
- La cantidad pagada superaba en 3.000 millones el valor de mercado
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, declara este miércoles ante una comisión rogatoria enviada por la Fiscalía de Siena dentro de la investigación abierta sobre la venta realizada a finales de 2007 por la entidad española del banco Antonveneta al tercer banco de Italia, el Monte dei Paschi. Esta entidad pagó 9.300 millones de euros por su pequeño rival, 3.000 millones más de la valoración realizada por el Santander.
El banco español adquirió esa pequeña entidad al ABN Amro en octubre de 2007 por 6.600 millones de euros y lo vendió dos meses más tarde por 9.000 millones. El pasado enero, varios medios de comunicación italianos filtraron que la Fiscalía italiana tiene indicios de que el Santander y el Monte dei Paschi inflaron el precio del Antonveneta para repartirse las ganancias de la operación.
El magistrado italiano Antonino Nastasi viajó este martes a Madrid para tomar declaración a Botín, una declaración que se había previsto para el pasado enero, pero que el banquero español solicitó retrasar.
El Monte dei Paschi, fundado en 1472, es el banco en activo más antiguo del mundo, pero su continuidad ha estado en peligro en los últimos años, primero, por el riesgo de quiebra -que le llevó a solicitar ayudas públicas- y, después, por una serie de escándalos surgidos por irregularidades contables que están siendo investigados por varias fiscalías italianas.
Irregularidades en cadena
Los problemas económicos de la tercera entidad italiana comenzaron tras la adquisición del Antonveneta, que obligó a realizar una ampliación de capital de 6.000 millones de euros y, posteriormente, a contratar derivados de alto riesgo para ir cubriendo las pérdidas.
A comienzos de este año, el Banco de Italia confirmó que el Monte dei Paschi ocultó operaciones con productos derivados que le causaron pérdidas superiores a los 700 millones de euros. En el período en el que ocurrieron esos hechos -de 2006 a 2009-, el gobernador del Banco de Italia era Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE).
Según descubrió la nueva directiva nombrada tras los primeros escándalos, en ese período se habrían contratado derivados con el banco japonés Nomura y el Deutsche Bank, estructurado según los analistas por la estadounidense JP Morgan. La adquisición de esos tres productos no se sometió a la junta directiva del banco, según ha aclarado los actuales responsables del Monte dei Paschi.
El Monte dei Paschi pidió hace un año 2.000 millones de euros al Estado italiano, una cantidad que se sumaba a los 1.900 millones de euros de fondos públicos que ya había pedido en 2009. El pasado noviembre, la entidad amplió esa petición en otros 500 millones de euros.