Díaz Ferrán niega haber cometido delito fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas por Air Comet
- "No hay delito fiscal ni lo ha habido nunca", asegura en la Audiencia Nacional
- Ferrán: "Pensábamos que no había que tributar por Aerolíneas Argentinas
El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán ha negado este miércoles en la Audiencia Nacional haber cometido el delito fiscal del que se le acusa en la compra de Aerolíneas Argentinas por Air Comet y ha señalado: "No hay delito fiscal ni lo ha habido nunca". "Si hubiéramos creído que había que pagar algo, le habríamos pedido a la SEPI que lo aportara, porque Hacienda y la SEPI son prácticamente lo mismo", ha dicho el expresidente de la patronal ante el magistrado.
Díaz Ferrán se ha pronunciado así durante su declaración como acusado en el juicio que ha comenzado este miércoles en la Audiencia Nacional, en el que la Fiscalía pide para él y para el expresidente de Air Comet Antonio Mata, una pena de dos años y cuatro meses de prisión por defraudar supuestamente a la Hacienda Pública 99 millones de euros. Además, solicita el pago de una multa conjunta de 99,04 millones de euros por impago del Impuesto de Sociedades de 2002 derivado de la operación de compra de la aerolínea argentina.
Los hechos se remontan a 2001, cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vendió a Air Comet el 99,2% de Interinvest, una mercantil domiciliada en Argentina que a su vez era propietaria del 92,1% del capital de Aerolíneas Argentinas. El precio de venta fue de un dólar, pero la SEPI se comprometió también a aportar a Interinvest hasta 300 millones de dólares que Air Comet debería destinar a satisfacer pagos a los acreedores de la sociedad adquirida.
Air Comet, sin embargo, utilizó el dinero no para pagar a los acreedores, sino para subrogarse en su posición en el proceso de suspensión de pagos, lo que le permitió posteriormente recuperar el 40% de lo invertido gracias al convenio aprobado por Aerolíneas Argentinas para saldar sus deudas, recoge Efe. De esta forma, los acusados dejaron de ingresar a Hacienda una cuota de 99 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades, cantidad que el Ministerio Público pide que los acusados indemnicen al fisco.
Cláusula sobre consecuencias fiscales
La abogada del Estado le ha preguntado por qué los socios de Air Comet firmaron entonces un compromiso que incluía una cláusula en la que se establecía que las "consecuencias fiscales" de la operación, "cualesquiera que estas sean y en cualquier lugar en que se produzcan (...) no serán reclamadas por ninguno de los participantes a la SEPI".
"Es una cláusula absolutamente normal en cualquier compraventa, lo que digo es que estábamos seguros, y lo estamos ahora, de que no había que pagar nada a Hacienda por parte de Air Comet", ha respondido Díaz Ferrán, que ha dicho que la compañía no obtuvo ningún beneficio de la compra de Aerolíneas Argentinas, que se adquirió "con intención de reflotarla".
A preguntas de su abogado defensor, Nicolás González-Cuéllar, el acusado ha dicho también que la SEPI eligió a Air Comet para que se hiciera cargo de Aerolíneas Argentinas entre varias ofertas y que fue esta sociedad pública la que diseñó el plan para reflotar la compañía. También ha dicho que todo el dinero aportado por la SEPI fue empleado para pagar a los acreedores de Aerolíneas Argentinas y que los 300 millones aportados se depositaron en una cuenta de la que solo se podía disponer con firma de la SEPI.
"Si no firmaba un funcionario de la SEPI no se podía sacar ni un euro", ha declarado Díaz Ferrán, que ha entrado esposado en la sala de vistas de la Audiencia Nacional después de ser trasladado desde la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde permanece en prisión preventiva desde el 5 de diciembre del año pasado por la causa en la que se investiga el vaciamiento patrimonial del grupo Marsans.
Por su parte, el expresidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, ha declarado que Hacienda "no ha reclamado nunca" a Air Comet por un delito fiscal y que esta compañía no debía tributar al fisco español por la compra de la aerolínea argentina. "Air Comet no recibió ni un peso, ni un euro, ni un dólar, absolutamente nada", ha añadido sobre la compañía de la que era administrador Gerardo Díaz Ferrán.
La venta de Aerolíneas Argentinas
En noviembre de 2000, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se hizo con el 99,2% de las acciones de Interinvest, sociedad domiciliada en Argentina, propietaria, a su vez, del 92,1% del capital de Aerolíneas Argentinas y del 90% de Austral, compañía aérea doméstica. Ambas arrastraban numerosas pérdidas.
El 2 de noviembre de 2001, la SEPI vendió sus acciones en Interinvest a Air Comet por el precio de un dólar estadounidense. El contrato fue firmado por el entonces presidente de la SEPI, Ignacio Ruz-Jarabo y por los tres acusados en nombre de Air Comet y las otras dos sociedades también accionistas de la aerolínea española.
En la estipulación novena del contrato, la SEPI asumía los pasivos de 300 millones de dólares (228,86 millones de euros) contraídos por Aerolíneas Argentinas y Austral. La sociedad estatal aportó dicha cantidad en una cuenta de la sociedad Interinvest para el pago de las deudas.
Con este dinero, los tres socios de Air Comet pagaron deudas por valor de 272,87 millones de dólares (207,357 millones de euros), créditos que quedaron cedidos a Air Comet con el compromiso de aportarlos posteriormente al capital social de Aerolíneas Argentinas.
Esta operación hizo que el dinero aportado por la SEPI a la compañía española se considerara beneficio, por el que los acusados debían de haber declarado una cuota de 99,04 millones de euros de Impuesto de Sociedades.