El Banco Vaticano anula 3.000 relaciones con clientes y dice servir solo "a las finanzas católicas"
- Cancela 2.600 cuentas inactivas y anula 396 que no se ajustan a sus normas
- Esos 396 cierres le han supuesto perder 44 millones de euros en activos
- Otras 359 vinculaciones -con 183 millones en activos-, en proceso de disolución
- En 2013 ganó 2,9 millones de euros, 83,7 millones menos que en 2012
El llamado Banco Vaticano ha anulado casi 3.000 relaciones con clientes como resultado del proceso de verificación iniciado en mayo de 2013 que se hizo efectivo el pasado 30 de junio, tras lo cual ha asegurado que ya solo sirve a la Iglesia Católica. Estas son dos de las conclusiones recogidas en el informe de cuentas del balance económico de 2013 publicado este martes por el conocido oficialmente como Instituto para las Obras de Religión (IOR) en su página web.
Desde mayo de 2013 el banco ha analizado los clientes con cuentas en la entidad y ha procedido a cancelar las que considera que no se ajustan a su nueva regulación, de modo que a 30 de junio pasado tenía 15.495 clientes con unos activos totales de 6.000 millones de euros, según el informe.
Más de 2.000 cuentas durmientes
De las 3.000 relaciones disueltas, unas 2.600 corresponden a cuentas que se encontraban no operativas desde hacía tiempo -las llamadas cuentas durmientes- y a "cuentas inactivas" con saldos muy pequeños.
Además, el Banco Vaticano ha dejado sin efecto las cuentas de 396 clientes a raíz de la decisión de limitar las categorías de clientes que pueden operar con la entidad adoptada por el Consejo de Superintendencia el 4 de julio del año pasado. El cierre de esas casi 400 cuentas supuso para la entidad deshacerse de activos por valor de 44 millones de euros. De esa cantidad, 37,1 millones se han transferido a otras entidades financieras (el 88% de ellos, italianos), 5,7 millones se han transferido internamente como donaciones y 1,2 millones se pagaron en metálico a sus titulares.
Además, otras 359 relaciones con clientes que no cumplen las nuevas normas marcadas por el banco y que suponían 183 millones de euros en activos al cierre de 2013, están actualmente en proceso de cierre.
Así, el descenso de clientes ha causado un recorte del 5,9% de los activos gestionados por la banca vaticana, según estimaciones del propio IOR. Otras 2.000 cuentas estaban bloqueadas a fecha de 30 de junio, a la espera de recibir toda la información solicitada para poder decidir si se mantienen o se anulan.
Un banco para la Iglesia Católica
Ahora, esta entidad solo admite como clientes a instituciones católicas, personas del clero, empleados o exempleados del Vaticano titulares de las cuentas de salarios y pensiones, embajadas y diplomáticos acreditados ante la Santa Sede. "La decisión del Consejo de Superintendencia de definir con mayor precisión el tipo de cliente ha sido tomada con el fin de acelerar el proceso de reforma", subraya el informe.
Según el balance del IOR, a fecha de 31 de diciembre de 2013, tenía 17.419 clientes, de los cuales 5.043 era instituciones católicas -que acumulaban más del 80% de los activos gestionados- y otras 12.376 eran personas físicas que sumaban menos del 20% del total de activos.
Por otra parte, el informe refleja que el Banco Vaticano destinó 54 millones en 2013 al presupuesto anual de la Santa Sede, una cantidad similar a la de 2012 (54,7 millones).
El responsable del IOR, Ernst von Freyberg, ha declarado al presentar las cuentas del banco que el Consejo de Vigilancia de la entidad se ha dedicado en los últimos meses a hacer que sea más "segura y transparente". "Por medio de este trabajo, hemos puesto las bases para que un nuevo equipo haga del IOR un destacado prestatario de servicios para las finanzas católicas", aseguró Von Freyberg en un comunicado emitido por el banco.
Casi 3 millones de beneficio, 83 millones menos que en 2012
Sobre los resultados financieros anuales, el informe señala que la entidad consiguió un beneficio neto en 2013 de 2,9 millones de euros, lo que supone 83,7 millones menos de los obtenidos en 2012.
Según la nota de prensa emitida por el órgano del Vaticano, esta reducción se explica porque "se ha visto afectada de manera significativa por cargos extraordinarios, por los principales ajustes en el valor de los fondos de inversión gestionados por terceros y por la caída en el valor del oro por un total de 69,5 millones de euros".
Asimismo, apunta que, sin estos ajustes, "el resultado del ejercicio hubiera sido de más de 70 millones de euros, en línea con el promedio de los años anteriores y en comparación con el beneficio neto alcanzado en 2012".
El informe apunta que se considera concluida la primera fase de reforma del Instituto, durante la que se han centrado en hacerlo "más transparente y seguro". "Nos hemos concentrado en el objetivo de confirmar el IOR a la regulación financiera y de hacerlo más transparente y más seguro, hasta que el Papa pudiera tener más opciones en el momento de decidir sobre el futuro del Instituto", indica.
Ahora comienza la segunda etapa de la reforma, con la que se pretende "la integración del Instituto en el nuevo contexto económico-administrativo del Vaticano", que "será confiado a un nuevo Consejo y a un nuevo personal ejecutivo que ha sido recién nombrado y que operará en una estructura de gobierno renovada".