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Aaron Paul y Joel Edgerton, esclavo versus faraón

  • RTVE.es entrevista en el rodaje a los actores que dan vida a Josué y Ramsés
  • "Aún no sé que hago aquí", reconoce el actor de nombre bíblico hijo de un pastor
  • Joel Edgerton: "Ridley Scott sueña a lo grande"
  • Protagonizan la película Exodus: Dioses y Reyes, en cines el 5 de diciembre

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Paul Aaron, en el papel del esclavo hebreo Josué (izquierda) y Joel Edgerton como el faraón Ramsés II.
Paul Aaron, en el papel del esclavo hebreo Josué (izquierda) y Joel Edgerton como el faraón Ramsés II.

El nombre bíblico con el que su padre lo bautizó, el del hermano de Moisés, parece que predestinó hace 35 años al actor estadounidense Aaron Paul (Breaking Bad, Need for Speed, 2014) a formar parte de Exodus: Dioses y Reyes. Y no solo eso. El hecho de que su padre fuera pastor baptista le ha ayudado bastante a tener el bagaje necesario para enfrentarse a su papel de Josué, el lugarteniente de Moisés.

"He leído la Biblia muchas veces. Mi padre me obligaba a sentarme y memorizar las escrituras", bromea Paul ante los periodistas presentes en el rodaje de la película de Ridley Scott en Almería, entre ellos RTVE.es. "Sabía quién era Josué antes, pero cuando me ofrecieron el papel me refresqué la memoria leyendo la historia de Moisés, que es emocionante", cuenta caracterizado como su personaje entre las casas de adobe del poblado hebreo construido en el set de rodaje.

"Josué es el hijo de Nun (Ben Kingsley) y ha sido esclavo desde que nació y a la vez es un luchador, un guerrero, que tiene un montón de ira que va creciendo en su interior. Cuando Moisés regresa para liberar a los esclavos, él está preparado para luchar hasta la muerte", explica el actor sobre su personaje, para cuya caracterización necesita a diario alrededor de dos horas y media para ponerle barba, una peluca con trasquilones -"a los esclavos les cortaban el pelo a cuchillo porque tenían piojos"- y bronceado y tatuajes falsos.

Paul, que ha cambiado el desierto de Alburquerque de la exitosa serie televisiva por el de Almería -"no estaría mal hacer un papel más cómodo, tumbado en una hamaca en la playa", ríe-, admite estar sobrepasado por la grandeza del rodaje de Exodus y abrumado por poder trabajar con uno de sus directores favoritos: "Cada día que llego al set, no deja de sorprenderme. Cuando Ridley hace algo, lo hace a lo grande. Aún no sé qué hago aquí".

"Nunca había visto nada como esto, ¿y vosotros? Yo, indudablemente, no. Había hecho pequeños proyectos independientes, pero esto… Esto es controlar el caos cada día… Todavía no puedo comprender cómo lo hacen", explica divertido Paul, que añade que, respecto a su papel, el director solo le pidió "una actitud sincera" porque quería contar la historia de los esclavos de forma "honesta".

Joel Edgerton: "Ridley Scott sueña a lo grande"

Y mientras que vemos a Aaron Paul recibiendo fuertes latigazos en una de las escenas, su amo, el faraón Ramsés II, se pasea con su armadura dorada en un carro de caballos. En el papel, el actor australiano Joel Edgerton (Animal Kingdom, 2010; La noche más oscura, 2012), al que pudimos ver también a las órdenes de Baz Lurhmann en el El gran Gatsby (2013), que conversa con los periodistas en un descanso del rodaje ataviado con una de las 40 faldas diferentes que luce en la película -"nunca pensé que me sentiría tan masculino luciendo una falda"-.

"Ridley y Baz son muy parecidos. Los dos piensan a lo grande y entienden que el cine es un espectáculo muy visual; y lo usan así y lo maximizan. Los dos tienen sueños a lo grande", dice el actor respecto al trabajo de ambos cineastas, a la vez que resalta la faceta "colaborativa" de Scott con todo el equipo -"puede hacer el trabajo de cualquiera porque ha empezado desde abajo"-.

"Es una película muy épica, a gran escala. Eso es lo que esperas de Ridley en una historia de este tipo", dice de Exodus: Dioses y Reyes, que, en su opinión, tiene "mucho de mitología bíblica...". "La historia de Moisés que recuerdas de pequeño, las plagas de ranas, de langostas, los látigos... Un gran historia religiosa que es, a la vez, un cuento, y también un drama", trata de definir Edgerton, que prefiere ver la película "más en el contexto de la gran historia contada que en el religioso".

El actor que encarna al faraón confiesa que, pese a que "siempre" había querido trabajar con el director británico, cuando se lo ofrecieron, tuvo que pararse "a pensar si era la persona adecuada para el papel, si tenía el físico apropiado o la energía necesaria". "Necesitaba ver a Ridley y él fue el primero que me puso una parte del maquillaje. El resto del equipo de maquillaje lo terminó, me vistieron y entonces empecé a verlo y a sentirme más cómodo. Luego cené con él y estuvimos hablando de Blade Runner, Alien, Gladiator… y le dije 'estoy preparado'", revela.

En el trabajo de planificación, explica, hubo "muchas conversaciones" a lo largo de tres semanas con Scott y entre las parejas de la película, Joel Edgerton con Christian Bale (Moisés) y con Sigourney Weaver (la reina Tuya y su madre), y con el director explicándoles cómo veía la película, e incluso ensayando con decorados. "Cuando llegamos al rodaje ya lo habíamos hablado todo y era más rápido. Ridley es muy visual y tiene toda la película montada en la cabeza", explica.

El actor australiano dice haberse divertido mucho rodando las escenas con animales, con ranas, serpientes, guepardos, águilas, caballos, camellos y hasta jirafas y elefantes: "El primer día que rodé fue con una pitón alrededor del cuello. Me lanzó un mordisco, pero no alcanzó su objetivo, y no era venenosa", ríe Edgerton, que añade que esto es una muestra más de que "Ridley no hace nada de forma simple".

El que no lo pasó también con los paquidermos fue el productor Mark Huffan: "Jamás volveré a rodar con elefantes. Nunca jamás. Nunca actúan como les enseñas", bromea. Seguro que al final merecerá la pena.