La CNMC avisa de que colocar el déficit eléctrico costará 301 millones anuales a los consumidores
- Con un interés del 3%, la anualidad sería un 7,6% superior a la estimada
- El Gobierno sobreestima los costes de las eléctricas y los traslada al recibo
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha advertido de que la propuesta del Gobierno para que las eléctricas coloquen en el mercado el déficit de tarifa de 2013 aumentará en 301 millones de euros anuales hasta 2028 los costes del sistema, que se pagan con el recibo del consumidor.
En su informe sobre el proyecto de Real Decreto (pdf) para regular la cesión del déficit eléctrico de 2013, el organismo considera adecuado el procedimiento pero avisa "de que se podría sobreestimar el coste de financiación de las empresas eléctricas y se trasladaría un coste adicional al consumidor".
La ley del sector eléctrico fija que las empresas que financian esta deuda -generada al ser los ingresos del sistema insuficientes para cubrir los costes del mismo- tendrán derechos de cobro que pueden recuperar en un plazo de 15 años, a través del recibo eléctrico, con un tipo de interés "en condiciones equivalentes a las del mercado".
Derechos de cobro reconocidos a las eléctricas
Actualmente, siguen en el balance de las grandes eléctricas los derechos de cobro del déficit de 2013, 3.600 millones de euros como máximo, que las empresas podrán colocar en el mercado directamente de forma similar a como lo hicieron en 2005.
Para el déficit de otros años, el Gobierno optó por crear un fondo especifico, el denominado FADE, al que las empresas transferían los derechos de cobro para que éste los colocara en el mercado.
En general, la CNMC ve adecuada esta propuesta de que las eléctricas coloquen directamente el que debería ser el último déficit generado por el sistema pero advierte de que la forma de fijar el interés puede salirle más cara al consumidor.
Según los cálculos del organismo, con la metodología propuesta resultaría un tipo de interés estimado del 3,001%, que se mantendría fijo durante los 15 años.
Competencia propone reducir el interés
La aplicación de este interés, para un valor máximo del derecho de cobro de 3.600 millones de euros, supondría la inclusión de una anualidad constante como coste del sistema de 301 millones de euros hasta el año 2028.
Esta anualidad, concluye, sería un 7,6% superior a la prevista inicialmente por el Gobierno, que se había calculado con un tipo de interés provisional del 2%. En términos absolutos, supone aumentar en 21 millones (0,11%), el coste previsto para 2014. No obstante, el organismo, que plantea una forma alternativa de cálculo, señala que la adopción de un tipo puede facilitar el proceso de titulización.
Según la metodología de cálculo de la CNMC, el interés debería acercarse al coste de financiación de las empresas eléctricas y en el plazo de 10 años sería del 2,553%. Este coste se aproxima a la cotización del bono español a 10 años, y está ligeramente por debajo del rendimiento que propone el Gobierno. Competencia también juzga excesivo un diferencial fijo de 85 puntos básicos, cuando en su última emisión el FADE ofrecía 45 puntos básicos.
La aplicación del tipo de interés del 2,553%, para un valor máximo del derecho de cobro de 3.600 millones, supondría reducir la anualidad a 291,89 millones de euros, hasta el año 2028. Con todo, esta anualidad sería un 4,2% superior a la establecida para 2014 en la Orden IET/107/2014.
El déficit de tarifa suma 28.466 millones de euros
El déficit de tarifa total asciende a 28.466 millones de euros, una deuda de la que el 77,73% está en manos del FADE. Las eléctricas mantienen en sus cuentas esos 3.600 millones de 2013, que representan el 12,51% de la deuda del sistema eléctrico, mientras que el 9,76% está en manos de terceros.
El Gobierno ha tomado diversas medidas en los últimos dos años para atajar este problema y prevé que este año las cuentas del sistema eléctrico estén en equilibrio y se deje de generar déficit. Aunque hasta marzo de este año el déficit de tarifa ya rozaba los 2.100 millones.
Este déficit, y los intereses asociados a su financiación, es una de las partidas que se pagan con los peajes eléctricos, parte regulada de la tarifa eléctrica y que supone alrededor de dos tercios del recibo del consumidor.