La OCDE mejora mucho sus previsiones para España, que en 2015 crecerá un 2,9%
- Su anterior cálculo para la economía española era un avance del 1,7%
- El año que viene, estima un incremento del PIB algo menor: 2,8%
- Apunta como causas política monetaria, petróleo barato y mejora de la UE
- Por primera vez, cree que la tasa de paro podría bajar del 20% en 2016
La OCDE ha elevado este miércoles sus previsiones de crecimiento económico para España, y las ha situado en un 2,9% para este año y un 2,8% para el próximo. Las causas de esa mejora serían -según este organismo- unas condiciones monetarias y unos tipos de interés muy favorables, el petróleo barato y el fortalecimiento de la demanda europea.
Con esta revisión, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejora en más de un punto porcentual su anterior estimación, presentada hace seis meses, que esperaba un 1,7% de avance del PIB español en 2015. El alza para 2016 es algo menor, ya que el cálculo previo se situaba en 1,9%.
Las nuevas perspectivas para España de la OCDE se ponen casi al mismo nivel que las del Gobierno (que espera un 2,9% de aumento del PIB este ejercicio y el que viene) y ligeramente por encima de las de la Comisión Europea (2,8% en 2015 y 2,6% en 2016).
La economista jefe de la OCDE, Catherine Mann, ha destacado en rueda de prensa que España tiene que hacer más reformas, en particular para aumentar la competencia en el mercado bienes y servicios, al tiempo que ha señalado que las que se han hecho hasta ahora están demostrando sus beneficios.
Así, Mann ha relacionado la mejora en las expectativas económicas de España con las reformas ya realizadas, pero sobre todo, ha insistido en que se está beneficiando del reforzamiento de los otros países de la zona euro que son sus grandes socios comerciales.
Además, ha aludido al impacto que tiene la política del BCE sobre el crédito y la competitividad exterior de los productos españoles, gracias a la depreciación de la moneda única. A su juicio, el caso español ilustra cómo la acción de la zona euro como conjunto tiene consecuencias más favorables que si cada país fuera por separado.
Sube su estimación para la eurozona
Los autores del estudio mejoran también sus previsiones para la eurozona en su conjunto, cuya economía estiman ahora que subirá un 1,4% este año y un 2,1% el próximo (frente al 1,1% y 1,7%, respectivamente, que había calculado en noviembre).
El PIB previsto para Alemania superará algo la media del euro (1,6% este año y 2,3% para 2016), mientras que por debajo de la media quedarán los de Francia (1,1% en 2015 y 1,7% el año que viene) e Italia (0,6% este ejercicio y 1,5% el próximo).
Por su parte, Grecia -siempre a condición de que consiga un acuerdo con sus socios europeos que le permita mantenerse en la moneda única-, apenas progresará en 2015 -cuando se estima que crecerá un 0,1%-, para después incrementar su PIB con fuerza en 2016, cuando la OCDE calcula un añza del 2,3%.
El paro podría bajar del 20% el año que viene
Respecto al paro en España, la OCDE espera que baje hasta quedar en un 21,5% a finales de este año y en un 19,7% al acabar el próximo, lo que implica mejorar el 22,6% y 21,6% previstos para estos ejercicios en noviembre.
Pese a esa reducción, continuará como la segunda tasa más alta de los 34 Estados miembros de la organización, muy por delante del tercero, Eslovenia (12,3% a fines de 2016), y sólo por debajo de Grecia.
Para abordar esa "preocupación clave", la OCDE señala que deben hacerse "mayores esfuerzos" en la asistencia a los demandantes de empleo, pero también en la formación que se les ofrece, ya que -añade el informe- "muchos de ellos están poco capacitados".
Pide reformas para basar la economía en el conocimiento
En términos más generales, el organismo internacional recomienda dar un giro hacia una economía basada en el conocimiento, que ofrezca "un crecimiento más incluyente y creaciones de empleo". Para eso cree que es fundamental aplicar "reformas estructurales para facilitar la apertura y la ampliación de empresas y la mejora de la innovación".
La OCDE subraya que el poder adquisitivo del consumidor en España se ha visto favorecido por la combinación de los bajos tipos de interés, el fuerte abaratamiento del petróleo y las rebajas de impuestos, y todo ello acompañado por una inflación negativa durante meses.
Además, refleja que el descalabro de los precios de la vivienda ha tocado fondo y que la inversión en la construcción ha empezado a subir.
Por último, apunta que la recuperación de los principales socios comerciales europeos ha permitido incrementar su demanda de bienes españoles, que además son más competitivos fuera de Europa gracias a la depreciación del euro.
A juicio de la OCDE, la ralentización de los ajustes presupuestarios durante los últimos dos años ha permitido reforzar la recuperación, pero advierte que, si los resultados son mejores que lo previsto, la recaudación adicional que se logre por ello debería dedicarse a reducir la deuda pública.
De acuerdo con sus cálculos, esa deuda subirá hasta el 98,9% del PIB en 2015 y al 99,1% en 2016, mientras que el Gobierno español espera que toque techo este año y empiece a descender el próximo, hasta quedar en 98,5%.
La OCDE enumera algunas de las causas que están detrás de la crisis económica del país, entre los que destaca los excesos de la burbuja especulativa, el hundimiento de la inversión (que se desplomó desde el máximo histórico del 31% del PIB en 2007 al 18,5% en 2013), el alto endeudamiento de las empresas o "una excesiva inversión en aeropuertos regionales".
Reformas pendientes
Entre las debilidades de España, señala las carencias en redes eléctricas transfronterizas, las insuficiencias en los dispositivos para armonizar el precio de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero, que impiden promover inversiones en tecnologías que permitan su reducción.
Otras reformas recomendadas son la armonización de las regulaciones autonómicas con la ley del mercado único para mejorar el clima de negocios, la rebaja del precio de las licencias para el funcionamiento de empresas, la ampliación de la base de cálculo del impuesto de sociedades combinada con la reducción del tipo general, y la liberalización de los servicios profesionales.
La OCDE también aboga por incitar a que las universidades y los centros de investigación aumenten su escala y se especialicen, con un reparto de los recursos en función de sus resultados.