Los préstamos impagados a la banca china alcanzan su máximo en cinco años
- Suman un total 265.973 millones de euros, un 35,7% más que un año antes
- En 4 años, la burbuja bursátil ha aumentado las casas vacías en un 190%
- Los precios de la vivienda están cayendo, tras subir un 140% entre 2007 y 2010
- La crisis bursátil está castigando a ciudadanos que invirtieron en los mercados
Los préstamos morosos acumulados por los bancos de China sumaban a finales de junio 1,8 billones de yuanes (265.973 millones de euros), el máximo desde 2010 y un 35,7% más de los que había un año antes, según ha informado este jueves el presidente de la Comisión Reguladora de la Banca China, Shang Fulin.
Ese incremento de la morosidad supone una aceleración respecto al del 22% que se registró al cierre del año pasado. Por eso, Fulin ha destacado que el control de esos créditos problemáticos es el principal objetivo de su política de control de riesgos.
De esta forma, el 1,82% del total de créditos concedidos por las entidades de crédito del gigante asiático estarían en riesgo de impago, según la tasa oficial (suponían el 1,64% al final de 2014).
Crisis bursátil y burbuja inmobiliaria
Muchos analistas advierten desde hace tiempo sobre el riesgo de estallido de la burbuja inmobiliaria, alimentada por los bajos tipos de interés y causante de un aumento de casas vacías del 190% en los últimos cuatro años, según los datos oficiales. Ese exceso de stock está hundiendo ahora los precios -caen un 6% interanual, después de encarecerse un 140% entre 2007 y 2010- y lastrando a promotores y constructoras.
En el aumento de la morosidad también ha influido el crack bursátil vivido en los últimos meses, cuando los mercados han llegado a perder un tercio de su valor después de meses de fuerte revalorización.
El hundimiento de los mercados de valores está afectando seriamente a los ciudadanos chinos, ya que el 80% del volumen de negocio de las Bolsas del país lo generan los casi 90 millones de pequeños inversores.
Para frenar el descalabro bursátil, el Gobierno chino ha desplegado una serie sin precedentes de medidas de apoyo, como la de prohibir las ventas al descubierto y la de incentivar la compra masiva de acciones por parte de bancos de inversión y fondos de pensiones chinos. Según los cálculos de Goldman Sachs, esas entidades habrían gastado entre 127.500 y 133.000 millones de euros hasta ahora en ese rescate.
Esas turbulencias han aumentado el temor de contagio a la economía real.
Aunque desde hace años el Gobierno chino asegura controlar el enfriamiento de la economía del país (que creció un 7% el año pasado, la mitad del 14% logrado en 2007) para buscar un crecimiento más equilibrado, ha empezado a poner en marcha medidas que reanimen la actividad.
Pekín anuncia un nuevo megaplan de infraestructuras
En esa línea, Pekín ha anunciado este jueves que prepara un plan de infraestructuras para invertir un billón de yuanes (unos 150.000 millones de euros) en los próximos tres años en construcción de ferrocarriles o de vivienda pública.
Aunque los detalles de este plan todavía se desconocen, medios oficiales chinos han afirmado que los primeros 45.000 millones de euros podrían aprobarse en un mes.
El Gobierno chino tiene previsto financiar estos proyectos de infraestructuras con la emisión de bonos de deuda por parte del Banco de Desarrollo de China y al Banco de Desarrollo Agrícola.
Las autoridades pondrán énfasis en que las infraestructuras sean eficientes para que no se repita lo sucedido en 2009, cuando no se lograron los objetivos esperados. Entonces, para evitar un contagio de la crisis financiera internacional, Pekín realizó inversiones por valor de cuatro billones de yuanes (al cambio actual, unos 597.000 millones de euros) que generaron un endeudamiento que aún atenaza las finanzas de las administraciones chinas.