Islandia renacionalizará uno de sus grandes bancos para permitir la salida de los fondos extranjeros
- El Islandsbankis estuvo nacionalizado un año para sanearlo
- En 2009 se vendió a fondos privados que querían recuperar parte de lo perdido
- Esos inversores quieren retirarse y proponen pasar sus acciones al Estado
- A cambio, eluden la tasa de reestructuración bancaria y el control de capitales
El Gobierno islandés volverá a nacionalizar el tercer banco del país, el Islandsbanki, después de que los accionistas extranjeros de esa entidad se lo hayan pedido para poder salir de Islandia. Este banco es una antigua rama del Glitnir -el principal grupo bancario islandés que quebró durante la crisis que estalló en ese país nórdico en otoño de 2008 debido al excesivo tamaño del sector bancario-, que ya estuvo bajo el control estatal durante un año, mientras se procedió a su saneamiento.
A finales de 2009, el 95% del capital del Islandsbanki volvió a manos privadas, al ser recomprado por fondos extranjeros que buscaban recuperar el dinero que habían perdido antes de abandonar definitivamente el país.
Islandia, que dejó quebrar su banca porque no contaba con recursos para rescatarla, terminará este año con el crecimiento más fuerte de toda Europa, un 4,8%, según las previsiones del FMI.
Según ha anunciado este martes el Ministerio de Finanzas islandés en un comunicado, ahora los accionistas del banco han propuesto acelerar su salida traspasando al Estado su participación en la entidad, valorada en 176.000 millones de coronas islandesas (unos 1.200 millones de euros). (Ver comunicado de prensa, en inglés)
A cambio, los fondos quieren que Islandia les perdone el pago del impuesto de estabilidad -creado para costear la resolución del Glitnir-, así como les permita sacar el capital recuperado, eximiéndoles de pagar la tasa del 39% que se aplica a las conversiones de coronas islandesas.
En su nota, el ministerio señala el trasvase tiene luz verde del comité creado específicamente para supervisar el control de capitales, que considera que esa propuesta se ajusta a la legalidad. Sin embargo, aún no se ha fijado una fecha para ejecutar la renacionalización.
En el momento en que se lleve a cabo la salida de los fondos del Islandsbanki, sólo quedarán dos obstáculos para que desaparezcan las restricciones al movimiento de capital en Islandia: la presencia de accionistas extranjeros en los otros dos grandes bancos del país, el Kaupthing y el LBI (antiguo Landsbanki).
Cuando esos accionistas consideren que han recuperado suficientemente las pérdidas que tuvieron y salgan de las entidades, desaparecerán las actuales limitaciones a la circulación de capitales, que perjudican desde hace siete años a las empresas islandesas con presencia exterior y reducen el atractivo de la isla a las inversiones foráneas.