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Los efectos de la subida de tipos de la Reserva Federal en la economía global

  • Aumentará el peso de la deuda en dólares de las economías emergentes
  • Los flujos de capitales pueden volver a los países industrializados
  • Yellen da un espaldarazo a la recuperación de Estados Unidos

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La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen.

La Reserva Federal estadounidense ha anunciado la primera subida de tipos de interés en nueve años. Un movimiento largamente esperado por los mercados que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, ha realizado en la última reunión del año para dar una señal de fortaleza económica. El aumento en un cuarto de punto revalorizará el dólar pero perjudicará la economía de los emergentes al encarecer su financiación y reducir la inversión.

El analista Daniel Pingarrón de IG Markets asegura a RTVE.es que la subida de tipos de interés obedece a dos razones "el mercado laboral que avanza a un ritmo satisfactorio y que Yellen quiere atajar la creación de burbujas o de inestabilidades financieras por el mantenimiento de unos tipos cercanos a cero". En su opinión, el nivel de inflación no justificaría el alza (en noviembre se situó en el 0,5% interanual).

Sin embargo, la profesora de Teoría Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Beatriz de Blas señala que "las predicciones apuntan que la inflación va a ir al alza y se acercará al objetivo del 2%. Esto permite que la Fed materialice su tan anunciada subida de tipos como fin del conjunto de medidas de quantitative easing (flexibilización cuantitativa). Este primer movimiento puede transmitir a los mercados una vuelta a la normalidad sin generar unas condiciones monetarias duras".

La subida de tipos debería interpretarse como un signo de recuperación económica

La subida de tipos de referencia "debería interpretarse como un signo de recuperación económica", según la economista de la Universidad de Harvard, Ángela García. En una crisis, es beneficioso que el dinero esté a bajo precio porque "las compañías pueden mantener su producción pese a caer las ventas y los trabajadores tener sus pagos al día pese a recibir sueldos más bajos", pero no siempre es posible saber si la recuperación es sólida y "si los tipos suben antes de tiempo, se corre el riesgo de volver otra vez a una situación de crisis".

La profesora de Finanzas de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Elisabet Ruiz, destaca que la Fed "llevaba mucho tiempo con tipos reales negativos -resultado de los tipos en cero con inflación positiva-. Esto que antes solo se daba en las crisis se ha alargado y se ha convertido en la nueva normalidad o new normal". La prudencia de Yellen se debe a que "no puede dar un paso en falso. Ahora los datos acompañan, la economía se está recuperando y la influencia de la medida en otros países no va a ser tan fuerte como para tener que retroceder".

Aumento gradual de tipos

Los analistas creen que el alza de este miércoles es el primer paso de un aumento de tipos gradual con el que se llegará a finales del próximo año con los tipos en torno al 1%. En concreto, Pingarrón señala que durante 2016 "se esperan dos o tres subidas de tipos de referencia, con lo que acabarían el año en el entorno del 1% o 1,25%".

Después de una crisis "tan larga y significativa como la de 2007, lo lógico es subir tipos despacio, tanteando las reacciones de los mercados y del resto de la economía" apunta García desde Harvard, que añade que "el ritmo podría incluso ser más lento" del 0,25%. Ruiz cree que la Reserva Federal "modulará su respuesta en función de lo que la economía pueda absorber" y De Blas considera que "será interesante observar cómo la Fed sale de esta situación de política monetaria no convencional".

Los mercados llevan tiempo esperando esta decisión, desde que comenzara la exit strategy (estrategia de salida) de las medidas de política monetaria no convencional y "las posibles reacciones de los inversores a esta subida, si no la han descontado ya, se deberán más a constatar un cambio en la política monetaria, que a los efectos tradicionales de un alza de tipos (que suele coincidir con una caída de la Bolsa)", según la docente de la UAM.

Los bonos estadounidenses más atractivos

El analista de IG Markets predice volatilidad en los mercados a corto plazo mientras que la profesora de la UOC cree que la subida de tipos "ayuda a dar una mayor estabilidad a Wall Street y hace la deuda estadounidense más interesante para los inversores".

Precisamente, "es de esperar que en un entorno de bajos rendimientos de los activos -expone De Blas-, un mayor tipo de interés en Estados Unidos atraiga flujos de capitales". Si bien el interés no será muy alto, las garantías de invertir en EE.UU. junto con los bajos retornos en otras economías industrializadas propician un entorno muy favorable para el inversor y cuanto más fuertes sean los flujos más se apreciará el dólar, argumenta.

La subida de tipos hará que el dólar continúe con la senda alcista que sigue desde finales de noviembre. Al subir el interés, aumenta la retribución de los inversores a los que les resulta más atractivo invertir en dólares. El billete verde es una divisa de referencia global y en una situación de inestabilidad como la actual se considera un valor seguro, explica García. El dólar "volverá a recuperar terreno frente al euro tras el frenazo de las últimas semanas" avanza Pingarrón.

La fortaleza del dólar provocará también que los productos estadounidenses sean más caros y que las empresas exportadoras se vean afectadas, aunque si el comercio exterior se deteriora la Fed "puede utilizar sus instrumentos de política monetaria en sentido contrario para depreciar la moneda y favorecer las exportaciones", indica Ruiz.

Preocupación en los emergentes

Los países emergentes han recibido grandes olas de flujos de capital procedentes de las economías desarrolladas. Esto ha facilitado liquidez a bajo precio, durante la gran recesión. Ahora, con la recuperación, principalmente de la economía estadounidense, la subida de tipos probablemente generará flujos de capitales en sentido contrario. De Blas subraya: "Esta situación no es nueva, ya que algunos países del sudeste asiático sufrieron fuertes recesiones en 1997-98 que se acentuaron y prolongaron por la salida masiva de capitales extranjeros. Ahora no tienen por qué generarse estos efectos negativos, pero esta vuelta a la normalidad preocupa a los emergentes".

Aquellas economías emergentes muy dependientes de la financiación en dólares pueden verse perjudicadas, ya que se reducirá la cantidad de fondos y subirá su precio. La deuda global en la divisa estadounidense de estos países ronda los 7,5 billones de dólares. García apunta que "la subida en el precio de los créditos podría compensarse con un aumento en sus exportaciones a EE.UU." pero aclara que "el problema está en que las empresas se beneficiarían del repunte del comercio exterior mientras que los países se endeudarían más y reducirían las inversiones públicas en infraestructuras, educación, sanidad, etc".

La normalización monetaria por parte de la Fed implicará "importantes efectos en América Latina", según un informe de BBVA Research. El documento reduce a la mitad el flujo de capitales en la región hasta 2017 (con una caída de 400.000 a 200.000 millones) y considera que "perderá uno de los vientos que la impulsaron en los últimos años". De forma indirecta, afectará a las grandes empresas españolas del sector financiero y energético con presencia en Iberoamérica.

En el caso de China, que posee grandes cantidades de deuda pública estadounidense porque le sirve para mantener el precio del yuan más bajo, el aumento de tipos le beneficia porque los bonos se revalorizan. Por otro lado, "implica una subida del consumo y probablemente de sus exportaciones a Estados Unidos", analiza la economista de Harvard.

"En general, las materias primas cotizan en dólares y se encarecen en términos comparables, por lo que cuando el billete verde sube, baja la demanda de las materias primas" indica el analista de IG Markets, pero matiza que si la Fed cree en la fortaleza de la economía estadounidense "la demanda de las materias primas podría aumentar" y mejorar la situación de los emergentes.

¿Más presión sobre la zona euro?

En cuanto a los efectos en la zona euro, Pingarrón cree que "será muy pequeño". Si el euro se deprecia frente al dólar "las exportaciones europeas podrían ganar competitividad adicional que se traduciría en unas décimas de crecimiento". Ruiz considera que no es tan fácil que la moneda única se debilite y cita los esfuerzos del presidente del BCE por devaluar el euro "aunque con escaso éxito por la situación global".

De Blas recuerda que el BCE comenzó sus políticas monetarias no convencionales "más tarde y más tímidamente que la Fed" y que las predicciones y expectativas en Europa "no apuntan a un escenario que sugiera subir tipos de interés".

La recuperación de la economía norteamericana es "una buena noticia" para la zona euro, pero hay que tomarla "con mucha cautela", según la economista de Harvard. Ángela García destaca que "la recuperación no está basada en cambios estructurales fundamentales o del modelo económico. Muchos de los problemas se mantienen y sigue sin saberse de dónde va a venir el crecimiento tanto en EE.UU. como en Europa". A su juicio, "una potencial recuperación en EE.UU., incluso si no es tan sólida como sería deseable, debería suponer más presión para que la UE y sus Estados miembros tomen decisiones políticas acerca de sus objetivos y cómo quieren alcanzarlos".