El año del cine español más internacional
- La novia, Nadie quiere la noche, Truman, Un día perfecto y A cambio de nada, las rivales
- Prima el cosmopolitismo entre las nominadas a mejor película
Curioso año el 2015 para el cine español. Más allá del exitazo, previsible pro otro lado, de Ocho apellidos catalanes, la oferta parece haber sido decididamente de un perfil medio o medio bajo. No me refiero a la calidad ni a las propuestas, sino a los presupuestos.
Debo decir que las finalistas de la Academia para mejor película en los Goya no se parecen demasiado con lo que la redacción de @DiasDeCine ha votado como lo mejor del año y que tan solo hay alguna coincidencia, si bien es cierto que hace ya un tiempo decidimos que nuestra lista se haría entre las películas estrenadas entre el 1 de diciembre del año anterior y el 1 diciembre del año en curso, sencillamente para poder hacer la votación y en consecuencia hacer el programa y tenerlo listo para nuestra última emisión del año. Y de paso, ser el primer medio en hacer públicas sus elegidas.
En lo que toca a los Goya, y a las seleccionadas como mejor película, la variedad de temáticas y propuestas es lo que más me llama la atención.
Cosmopolitismo
De primeras también me llama la atención un cierto cosmopolitismo, sobre todo de rodajes, que, exceptuando A cambio de nada, es norma en las otras cuatro películas seleccionadas.
A saber: La novia es una coproducción hispano-alemana rodada en España y en Turquía. El equipo es español casi al completo, salvo la unidad de rodaje en Turquía. La música, fantástica, es de Shigeru Umebayashi.
Nadie quiere la noche, rodada en los hielos del norte, cuenta con un reparto internacional, con Juliette Binoche, Rinko Kikuchi, y Gabriel Byrne. La música, eso sí, es del muy español, y a la vez muy internacional, Lucas Vidal.
Si nos vamos a Un día perfecto, la película de Fernando León de Aranoa, nos encontramos con un reparto también internacional, en el que Sergi Lopez se cuela entre Benicio del Toro, Tim Robbins y Olga Kurylenko. Rodada en inglés en una España que parecen los Balcanes, las canciones que llenan su banda sonora, son también enteramente made in english.
Y si vemos Truman, tenemos a un actor argentino, interpretado por Ricardo Darín, que recibe la visita de un amigo español que vive en Canadá y que juntos van a ver a su hijo que vive en Ámsterdam. La trama principal tiene lugar en Madrid.
Así que, salvando la raíz española de La novia por ser inspirada en Lorca y sus Bodas de sangre, nos queda la muy fresca y auténtica A cambio de nada como la más netamente española de todas.
La novia
En La novia, de Paula Ortiz y con 12 nominaciones en total, reconozco una factura impecable, una fotografía y un montaje asombrosos, y unos actores, especialmente Imma Cuesta, deslumbrantes. Pero tras verla aún estoy pensando si Lorca se reconocería en esas Bodas de Sangre entre diseño de Armani y look vintage.
En ocasiones me parece estar asistiendo a una postal para turistas con una idea preconcebida de España y sus aspectos más raciales. Debe ser cosa mía. Tengo amigos a quienes les ha gustado mucho y dan unas razones de peso. También he leído cosas muy buenas sin fundamento.
Nadie quiere la noche
En Nadie quiere la noche (nueve nominaciones) encuentro una historia fascinante entre dos mujeres que no se entienden y que habrán de entenderse ente ellas, siendo como son de dos culturas radicalmente distintas y comparten, sin saberlo, un lazo muy poderoso.
Y aunque es fascinante, ya digo, ver a Juliette Binoche vestida para pasear por Washington Square cazando osos en el ártico o escuchando música clásica en su gramófono, o comiendo en medio de ningún sitio con cubertería de plata, hay un momento en que la historia, a pesar de los esfuerzos de Isabel Coixet, parece deslizarse por ese hielo polar hacia lo imposible. La música, de Lucas Vidal, tan cálida como frío es ese hielo polar en la larga noche de seis meses.
Un día perfecto
En Un día perfecto (seis nominaciones) encuentro una historia creíble, muy bien rodada e interpretada -debo decir que me llevé una muy grata sorpresa al verla- con una ambientación minimalista que sirve para hacernos creer que esas provincias de Cuenca o Granada, donde está rodada, parezcan a todas luces los Balcanes en el inmediato alto el fuego de su guerra salvaje.
La historia es poderosa: unos cooperantes en tierra de nadie poniendo por delante sus ganas de ayudar antes que la desgana por que acabe un sangriento conflicto.
Tim Robbins, Benicio del Toro y Olga Kurylenko (además de Sergi López) definen muy bien con sus trabajos unos personajes muy bien escritos en el guion. Y Fernando León de Aranoa resuelve con una solvencia que le sitúa, a mi juicio, bastantes pasos por delante de otros trabajos suyos anteriores.
Una potente banda sonora de canciones pop llena una película concienciada disfrazada de relato de tipos duros en tierra hostil.
A cambio de nada
Seguramente sea A cambio de nada (seis nominaciones) la gran sorpresa de los Goya de este año. Bueno, salvando el surrealista hecho de haber nominado a Fernando Colomo como actor revelación por su trabajo, como actor, en Isla Bonita (una más que bonita película, por cierto).
La película que Daniel Guzmán ha hecho con gran esfuerzo personal se revela como una película muy auténtica en lo que cuenta, no solo por la componente autobiográfica (o no) de su historia, sino por su frescura y falta de afectación.
Relatos de iniciación a la vida de un adolescente ha habido muchos (y más que habrá) pero Daniel Guzmán logra un equilibrio entre todos los desequilibrios que podrían acechar su historia, y consigue armar una película entrañable, emotiva, dura, esperanzada y que nos invita a pensar.
El joven cineasta consigue que yo me crea la película en todo momento, que me identifique con ese "Teenage wasteland" que cantaban The Who que viven esos dos chavales; que me identifique con esas miradas furtivas del protagonista hacia esa vecina y que comprenda su desazón y gamberrismo (sin subterfugios) en el mundo que le ha tocado vivir, con una familia desestructurada y un horizonte más que incierto.
Daniel Guzmán nunca justifica nada, solo nos pone la vida por delante. Y le ayuda, no me olvido, su propia abuela, Antonia Guzmán, un personaje tan gracioso como sorprendente que va a enseñar al protagonista muchas cosas sin verbalizarlas.
Truman
Me queda Truman (seis nominaciones), película de un director que suele gustarme bastante, Cesc Gay, y con dos actores de esos que nunca fallan. Y Ricardo Darín y Javier Cámara no fallan, y son precisamente ellos los que, a mi juicio, hacen que la película se vea sin mayores problemas.
El problema es que a mí me cuesta creerme una historia en la que veo situaciones que a mí me resultan imposibles (y no voy a hacer spoilers). Tengo amigos a los que enternece sobremanera el personaje de Darín enfrentándose al cáncer y viviendo esos días con su amigo del alma que viene de los fríos del norte para verse por última vez. De nuevo pienso que probablemente sea un problema mío.
Gran acierto, sin embargo, toda una estupenda galería de magníficos actores haciendo cameos en personajes episódicos. Es curioso, en el Festival de San Sebastián fue elegida como la mejor película por la asociación de críticos. Para sus premios, ha quedado definitivamente relegada por La novia.
En definitiva… y sabiendo y asumiendo que mis limitaciones me hacen vulnerable a las críticas más aceradas, más sesudas, y pretendidamente mucho más inteligentes que mi pobre juicio, si tengo que elegir, me decanto por Un día perfecto y por A cambio de nada, dos películas muy distintas, pero que respiran verdad. Sin embargo, creo que la ganadora será La novia.