El IVA y las cotizaciones hacen que los más pobres sufran casi la misma presión fiscal que los más ricos
- Las rentas de 7.200 euros pagan el 28,1% en impuestos, las de 165.571 dedican el 33,1%
- La desigualdad se corrige en un 30% con las prestaciones y solo en un 2,82% vía impuestos
La presión fiscal que soporta el 20% de los más pobres solo es superada en tres puntos porcentuales por el 1% de los hogares más ricos. Ello se debe a que el consumo de las familias más desfavorecidas, que es la base sobre la que se aplican los impuestos indirectos, excede a su renta.
Además los hogares más pobres soportan la existencia de tipos mínimos en las cotizaciones sociales y en ellos hay autónomos que pagan sus impuestos, pese a tener pérdidas. Así se refleja en el primer Observatorio sobre el reparto de los impuestos entre los hogares españoles, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), con datos de 2013.
Más en detalle, la renta del 20% más pobre es de unos 7.200 euros, frente al 1% más rico que cobran de media 165.571 euros. Si se observa lo que pagan de impuestos, los primeros dedican el 28,1% de su renta, el siguiente tramo (con una renta media de 15.559 euros) el 22% y desde ahí aumenta hasta el 33,1% que asumen los más ricos. Sin embargo, los más pobres sufren una carga fiscal mayor que las clases medias, entendidas en sentido amplio, con rentas que van desde 11.584 hasta 62.447 euros.
El IVA y las cotizaciones sociales son regresivos
Por impuestos, el tipo medio efectivo de las cotizaciones sociales es del 8,4% para los más pobres, que se encuentran con que no pueden cotizar por debajo de las bases mínimas, y empieza a reducirse progresivamente hasta el 2,66% del 1% más rico, para el que, en cambio, existen topes máximos. Ello hace que las cotizaciones sociales tengan un "comportamiento regresivo" del 1%.
En el caso de los impuestos que gravan el consumo -Impuesto sobre el Valor Añadido, Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados- también se produce un efecto regresivo, especialmente en el caso del IVA, que eleva la desigualdad de las rentas un 3,13%.
Por otro lado, el Impuesto del Patrimonio, que grava especialmente a las rentas entre el 80% y el 90% de los hogares más ricos, tiene un impacto prácticamente insignificante a nivel distributivo.
No obstante, el economista de la Universidad Complutense de Madrid Jorge Onrubia ha señalado que los hogares más pobres también tributan en ocasiones en Patrimonio porque alguno de sus miembros tiene que someterse a este tributo. Los impuestos sociales también vendrían a incrementar la desigualdad entre las rentas en un 0,66%.
Solo el IRPF tiene un efecto redistributivo
En este contexto, el IRPF es el único impuesto que realmente tiene un efecto redistributivo, puesto que los más pobres dedican un 1,55% de sus rentas, y esta aportación se incrementa proporcionalmente hasta el 25,1% de los más ricos.
Concretamente, el IRPF tiene un poder progresivo del 7,4% que hace que, en términos globales, el sistema fiscal sea progresivo y permita corregir hasta un 2,82% las desigualdades entre las rentas. Esta cifra palidece al lado de las prestaciones sociales, entre las que se incluyen pensiones, prestaciones por desempleo, becas y otras ayudas, cuyo efecto para corregir la desigualdad alcanza el 30%.
El conjunto de todos los impuestos indirectos multiplica la desigualdad en un 4,02%. Fedea señala que, aunque los hogares medianos pagan impuestos directos e indirectos a partes iguales, los más pobres dedican el 18,2% de su renta a sufragar impuestos del consumo, frente a un 10% para impuestos directos. Los ricos, en cambio, pagan un 5,20% y un 27,9%, respectivamente.
Se incrementa la desigualdad
El economista de la Universidad de Zaragoza Julio López Laborda ha indicado que a lo largo de la presente legislatura se ha producido un aumento de las desigualdades, ya que se ha incrementado el peso de los impuestos indirectos. No obstante, ha señalado que se trata de una tendencia que se viene produciendo en toda Europa, con lo que estos resultados "no son nada extraordinario".
En este punto, De la Fuente insiste en que el sistema tributario está muy mal diseñado y "necesitaría una vuelta en muchos sentidos", ha dicho para añadir que lo relativo a su capacidad redistributiva también "debería tenerse en cuenta".
Por otro lado, el director de Fedea ha lamentado que el sistema fiscal tenga "muchos agujeros por los que se escapan bases de cotización" y ha indicado que no es lógico que los autónomos tengan que seguir tributando cuando tienen pérdidas.
Por último, se ha mostrado a favor de establecer una renta mínima, para que haya una "red de seguridad" para todos los ciudadanos, pero rechaza la posibilidad de establecer una renta básica universal, por su coste y por que tendría un "efecto desintentivador bastante perverso".