La oposición de Venezuela y la OEA claman contra el "golpe de Estado" de Maduro contra el Parlamento
- El Tribunal Supremo ha asumido las competencias de la cámara por "desacato"
- La Asamblea Nacional anuncia que no acatará la decisión y llama a la "rebeldía"
- Varios diputados han acudido ante la sede del alto tribunal para protestar
- El presidente del Parlamento ha llegado a apelar al Ejército para que actúe
- El secretario general de la OEA, Luis Almagro, tacha la medida de "autogolpe"
Desde dentro y desde fuera de Venezuela, la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) han clamado este jueves contra la decisión del Tribunal Supremo de asumir las funciones del Parlamento, el único de los poderes estatales que está bajo control de los opositores, acusando al presidente Nicolás Maduro.
La máxima autoridad judicial del país decidió este miércoles suspender las funciones de la Asamblea Nacional, la cámara única del Parlamento, con el argumento de que se encuentra en "desacato" desde el año pasado; entre ellas, la prohibición de que tres diputados opositores asumieran el cargo hasta que se dilucidaran las denuncias de fraude electoral, que pese a todo juraron su cargo.
La medida ha provocado la reacción inmediata de los diferentes grupos de la oposición, hasta el punto de que alguno de ellos ha apelado al Ejército para que defienda la democracia, así como manifestaciones de preocupación en países vecinos, como Colombia o México, mientras que Perú ha retirado a su embajador en Caracas. Además, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha tachado de "autogolpe de Estado" la anulación del Parlamento.
En cualquier caso, la decisión del Tribunal Supremo profundiza en la fractura entre el Gobierno y la oposición, que no han conseguido acercar posturas para solucionar la gravísima crisis política y económica que sufre el país, y amenaza con tensar la situación en las calles, ya que la oposición pretende salir a la calle para protestar. De hecho, varios diputados opositores han decidido este mismo jueves plantarse ante la sede del alto tribunal en Caracas para manifestarse contra la decisión.
Apelación a las Fuerzas Armadas
Antes, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, ha comparecido ante los medios para romper en pedazos el dictamen del Tribunal Supremo, un documento que ha calificado de "basura", y acusar directamente a Maduro: "Es un golpe de Estado, y quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo con todas sus letras: en Venezuela Nicolás Maduro dio un golpe de Estado", ha recalcado en una rueda de prensa ofrecida en el Palacio Legislativo.
Borges no solo ha asegurado que la Asamblea Nacional no acatará la decisión del Supremo, sino que que ha anunciado que la oposición se movilizará en las calles de Venezuela y ha llegado a apelar a la "conciencia" de las Fuerzas Armadas para no "seguir calladas" frente a lo que ha calificado de "ruptura de la Constitución".
“Es un golpe de Estado con todas sus letras, es una dictadura“
En este sentido, ha denunciado que la sentencia "pasa por encima del pueblo venezolano" y otorga "todo el poder" al presidente para "hacer las leyes que le dé la gana". En concreto, ha acusado al Gobierno de intentar evitar el control de la Asamblea Nacional sobre las concesiones a empresas y explotaciones petroleras extranjeras: "Para dar los contratos que le dé la gana, para endeudar al país como les dé la gana y para perseguir a los venezolanos como les dé la gana. Es un golpe de Estado con todas sus letras, es una dictadura".
Asimismo, Borges ha denunciado que los magistrados del alto tribunal venezolano actúan al dictado, al señalar que fueron elegidos "para gobernar fuera de la Constitución". Y se ha ratificado en su desobediencia: "A esta Sala Constitucional que está fuera de la Constitución, el día de hoy los 112 diputados de la unidad nacional quieren dejar claro que el Parlamento se rebela y desconoce esta sentencia de la Sala Constitucional", ha recalcado.
Capriles habla de Madurazo
Desde la cárcel en la que lleva preso más de tres años, el líder opositor Leopoldo López también ha denunciado la decisión del Tribunal Supremo: "Hoy, a través de una sentencia ilegal e ilegítima, el TSJ decretó formalmente la DICTADURA que desde 2014 hemos denunciado en Venezuela", señalaba en su cuenta de Twitter.
“No hay otra forma para calificarlo, en Venezuela se materializó un golpe de Estado“
Otro de los principales líderes de la oposición, el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, ha denominado la suspensión del Parlamento como Madurazo: "Lo que ocurrió en la madrugada de ayer no hay otra forma para calificarlo, en Venezuela se materializó un golpe de Estado, usted no puede calificarlo de otra forma", ha señalado durante una rueda de prensa en Bogotá.
Capriles ha comparado la situación con la que vivió Perú en 1992, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori promovió el cierre del Congreso con el respaldo de las Fuerzas Armadas, aunque ha introducido matices. "Este es un escenario distinto porque en este momento usted no ve que haya tanques ni la Fuerza Armada esté rodeando al Parlamento; no lo hicieron de esa forma, lo están haciendo a través del Tribunal Supremo de Justicia", ha explicado.
También ha criticado que, en otra sentencia publicada esta semana, el Tribunal Supremo ya había eliminado la inmunidad parlamentaria a los diputados: "Es decir, que el Tribunal Supremo de Justicia ya materializa el cierre del Parlamento y, segundo, el desconocimiento de la voluntad del voto, de la expresión popular de más de 14 millones de venezolanos que elegimos la nueva Asamblea Nacional".
Denuncia de la OEA
Por ello, Capriles ha pedido que la Organización de Estados Americanos convoque "de emergencia" a su órgano ejecutivo para que aborde la situación: "Hay que convocar de emergencia al Consejo Permanente para que la instancia de América sea la primera en pronunciarse", ha reclamado. De hecho, ha recordado que la Carta Democrática de la OEA "surgió después de lo que fue calificado como el Fujimorazo, lo que fue la ruptura del orden constitucional con el cierre del Congreso en Perú".
El guante lanzado por Capriles ha sido inmediatamente recogido por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que ha tachado de "autogolpe de Estado" la anulación del Parlamento. "Las dos sentencias del TSJ de despojar de las inmunidades parlamentarias a los diputados de la Asamblea Nacional y de asumir el Poder Legislativo en forma completamente inconstitucional son los últimos golpes con que el régimen subvierte el orden constitucional del país y termina con la democracia", señala en un comunicado Almagro.
El secretario general reitera que el hecho de que el TSJ se atribuyese las funciones del Legislativo es "un procedimiento que no conoce de ninguna de las más elementales garantías de un debido proceso" y remarca que es "urgente" la convocatoria de un Consejo Permanente en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana. "Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado", lamenta en la nota.
Almagro solicitó en un informe el 14 de marzo pasado la suspensión de Venezuela de la organización si no convocaba elecciones generales en los 30 días siguientes, petición ante la que 14 países americanos, entre ellos los más grandes del continente, decidieron, en una declaración conjunta, exigir al Gobierno de Nicolás Maduro un calendario electoral y la liberación de los "presos políticos", aunque la petición no ha tenido ningún fruto.
Tensión ante la sede del Tribunal Supremo
Ante el Tribunal Supremo en Caracas se han vivido momentos de tensión cuando un grupo de diputados opositores se han enfrentado a empujones con los soldados del cordón militar que custodiaba el lugar, mientras llamaban a los ciudadanos a la "rebeldía". Una decena de simpatizantes del Gobierno les han gritado "fuera" y han coreado consignas en favor del Supremo y del chavismo.
"Estamos aquí para defender la voluntad de un pueblo, vamos a seguir luchando por Venezuela y por los jóvenes; nosotros vamos a seguir en la calle", ha prometido Juan Requesens, diputado de Primero Justicia, el partido de Capriles. "Que nos agredan lo que quieran, nosotros vamos a seguir luchando. Esa sentencia venimos a devolvérsela al TSJ para que se la meta por donde no le cabe", ha apostillado.
“Si ellos no pretenden darnos la paz que el pueblo está buscando, entonces que tampoco tengan paz ellos“
Por su parte, el diputado Carlos Paparoni ha exigido a gritos al presidente del Supremo, Maikel Moreno, dar la cara. "Si ellos no pretenden darnos la paz que el pueblo está buscando, entonces que tampoco tengan paz ellos", ha clamado Paparoni, que también se enfrentó a empujones con los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
Al mismo tiempo, una decena de simpatizantes del Gobierno han gritado "fuera" a los manifestantes y han coreado consignas en favor del Supremo y del chavismo. Venezuela se parte aún más en dos.