El FMI alerta de una tormenta financiera si sube la inflación en EE.UU.
- Los estímulos financieros de Trump pueden provocar "fuertes tensiones" globales
- Esto podría llevar al Banco Central Europeo a subir los tipos antes de lo previsto
- Advierte, además, de que la deuda mundial se encuentra en máximos históricos
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido este miércoles de que una inesperada alza en la inflación en Estados Unidos (EE.UU.), consecuencia del agresivo estímulo fiscal lanzado por el presidente Donald Trump, podría provocar "fuertes" tensiones financieras globales al forzar a los bancos centrales a responder con "firmeza".
"La inflación podría subir más rápido de lo previsto actualmente, posiblemente empujada por la significativa expansión fiscal que ha puesto en marcha Estados Unidos", ha indicado Tobias Adrian, director del departamento de Asuntos Monetarios del Fondo, al presentar su informe de Estabilidad Financiera Global.
Adrian ha apuntado que "los bancos centrales podrían responder a esa subida de la inflación con más firmeza de la que se espera en este momento, lo cual podría producir una fuerte constricción de las condiciones financieras".
Este martes el FMI alertaba también del lastre para la economía mundial que supondría una escalada en la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Medidas expansivas que pueden sobrecalentar la economía
El Congreso de EE.UU. aprobó en diciembre un agresivo plan de recortes de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores al que se sumó poco después una ley de gasto público que elevó los fondos para defensa. Además, el Gobierno de Trump promueve en el Congreso un multimillonario plan de inversiones en infraestructuras.
Los economista han señalado que este estímulo fiscal puede sobrecalentar la economía y provocar que la inflación se dispare, lo que llevaría a la Reserva Federal (Fed) a acelerar su previsto ajuste monetario.
La Fed, que elevó los tipos al rango de entre el 1,5% y el 1,75%, anticipa dos subidas adicionales a lo largo de 2018.
Esto tendría importantes consecuencias para otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE), que mantiene el precio del dinero en torno a cero para estimular la economía y va más lento en el ciclo de ajuste, y se verían obligados a reaccionar antes de lo previsto, ha indicado el Fondo.
El reporte ha subrayado que "las vulnerabilidades financieras, que se han acumulado durante los años de extremadamente bajos tipos de interés y volatilidad, pueden hacer que el camino por delante tenga sobresaltos y ponga el crecimiento en riesgo".
La publicación del informe coincide con la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), que se celebra esta semana en Washington y a la que están convocados los ministros de Economía y gobernadores de los bancos centrales de sus 189 países miembros.
La deuda mundial está en máximos históricos
En cuanto a la deuda mundial, el organismo ha alertado este miércoles de que se encuentra en máximos históricos al alcanzar el 225% del PIB del planeta, con lo que supera el registro de 2009, por culpa en gran parte del creciente endeudamiento de China.
"La mayoría de la deuda pertenece a economías avanzadas, pero China por sí sola ha contribuido al 43% del incremento desde 2007", ha apuntado el director de Asuntos Fiscales del FMI, el portugués Vitor Gaspar.
China, Japón y EE.UU. son responsables de más de la mitad de la deuda mundial, un dato significativamente mayor que su participación en la productividad global. Comparado con el pico anterior en 2009, el mundo está ahora un 12% del PIB más endeudado, hasta los 164 billones de dólares, un incremento ocasionado por culpa de un repunte de la deuda pública y de la del sector privado no financiero.
En este sentido, el FMI ha destacado en su análisis que la deuda pública se encuentra en máximos en economías avanzadas y emergentes, a un nivel "no visto desde la Segunda Guerra Mundial", ha dicho Gaspar para poner en contexto el dato.
En general, los pronósticos del FMI indican que la relación entre la deuda pública y el PIB descenderá en los próximos cinco años en aproximadamente dos tercios de los países, una bajada condicionada a que los países cumplan sus compromisos