El príncipe Carlos llevará a Meghan Markle hasta el altar
- El padre de la novia no asistirá y el príncipe de Gales será el padrino
- El príncipe Enrique y Meghan Markle se casarán en la capilla de Windsor
- Tras el enlace, recorrerán en un landó descubierto las calles de la localidad
La pintoresca localidad inglesa de Windsor se engalana para la esperada boda del príncipe Enrique y la estadounidense Meghan Markle este sábado, a la que finalmente no asistirá el padre de la novia tras múltiples especulaciones.
El palacio de Kensington ha confirmado que el padre de Meghan, el estadounidense Thomas Markle, de 73 años, no acompañará a su hija hasta el altar de la capilla de San Jorge porque necesita "concentrarse en su salud", tras una operación de corazón.
Finalmente será el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, quién llevará a la novia hasta el altar. Según el comunicado oficial en Twitter, la exactriz estadounidense ha pedido a su futuro suegro que sea su padrino.
Por su parte, el palacio de Buckingham ha señalado que el marido de Isabel II, el duque de Edimburgo, de 96 años, irá al enlace tras recuperarse de una operación de cadera a la que fue sometido hace unas semanas.
La ausencia del padre de la novia no ha minado el espíritu festivo que se respira en este pueblo, de 30.000 habitantes, donde el jueves se realizó el ensayo general del desfile que seguirá a la ceremonia prevista para el sábado al mediodía.
Además, los novios se trasladaron a la villa para tomar el té con la reina Isabel II, una reunión a la que estaba previsto que acudiese la madre de Meghan Markle, pero se desconoce si viajó con su hija y su futuro yerno, que sí fueron vistos a su llegada en un coche.
Varios cuerpos del Ejército británico pasearon al son de música de tambores y trompetas, interpretados por una banda, que marcó el compás de los soldados que acompañarán a los recién casados por las calles de esta localidad en el gran día.
La policía local espera que hasta 120.000 personas se acerquen al lugar de la ceremonia. Todas ellas podrán hacerse con multitud de recuerdos que conmemoran el enlace y que se venden en las muchas tiendas de souvenirs que rodean el castillo, construido en el siglo XI y conocido como el refugio favorito de la monarca británica.
Tazas, llaveros, cucharillas, posavasos, platos, bandejas, libretas, peluches, imanes, banderas, bolígrafos e incluso caretas de los miembros de la familia real se pueden adquirir en los alrededores del castillo.
Mientras algunos ciudadanos ya hacen noche junto a las vallas que impiden el acceso al recorrido que harán los novios, decorado con banderas británicas, 79 cadenas internacionales y más de 5.000 profesionales de los medios de comunicación están acreditados para cubrir el compromiso matrimonial del nieto de Isabel II.
Sobre todo abundan los periodistas estadounidenses en esta villa del condado de Berkshire, al sudeste de Inglaterra, para no perderse detalle de lo que haga su compatriota, exactriz y protagonista de la serie Suits, muy querida también entre los británicos.
La boda del sexto en la línea de sucesión al trono británico se celebrará ante 2.640 invitados entre los que se encuentran 1.200 ciudadanos de a pie.
Claves de la boda
Los novios: Enrique Carlos Alberto David, nacido el 15 de septiembre de 1984 en Londres -tiene 33 años-. Es el hijo menor del príncipe Carlos -heredero a la corona británica-, y la fallecida Diana Spencer. Es capitán del Ejército británico. Rachel Meghan Markle, nacida el 4 de agosto de 1981 en Los Ángeles -tiene 36 años-. Tiene dos hermanastros por parte de su padre, Thomas Markle, exdirector de fotografía, y es la única hija de Doria Loyce Ragland, trabajadora social e instructora de yoga. Ambos son estadounidenses, él de ascendencia holandesa e irlandesa y ella afroamericana.
El lugar: La capilla de San Jorge, una iglesia de estilo gótico, con capacidad para 800 personas, situada en el castillo de Windsor. Recibe su nombre del patrón de Inglaterra y fue construida en 1348, bajo el mandato de Eduardo III. Allí están enterrados muchos reyes británicos, incluidos el padre de la reina, Jorge VI, bisabuelo del novio. En ese capilla se casó el príncipe Carlos, en segundas nupcias con Camilla Parker Bowles. La capilla gótica estará decorada con flores de temporada, y ramas de hayas y abedules, así como con rosas blancas.
La ceremonia: Dará comienzo a las 12.00 hora local, durará una hora, y será oficiada por el deán de Windsor, el reverendo David Conner, y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que casará a la pareja. Además, el obispo presidente y primado de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, el afroamericano Michael Bruce Curry, pronunciará un discurso. Tras la misa, los recién casados harán un recorrido de unos 25 minutos en una carroza abierta -un landó tipo Ascot- por las calles Castle Hill, High Street, Sheet Street, Kings Road, Albert Road y Long Walk para llegar de nuevo a Windsor.
El vestido de novia: Es el secreto más esperado que no se desvelará hasta el mismo día de la boda, aunque los medios británicos creen que no escogerá el color blanco, ya que se trata de su segundo matrimonio (estuvo casada con el productor cinematográfico Trevor Engelson entre 2011 y 2013). Algunas fuentes apuntan a que Markle podría haber escogido un diseño de Ralph & Russo, la firma británica que eligió para sus primeras fotografías oficiales con el príncipe Enrique.
Pajes y damas de honor: Meghan Markle no tendrá dama de honor el gran día porque no quería tener que escoger entre una sola de sus amigas íntimas, ya que no mantiene relación con su hermanastra, Samatha Markle. Así, un grupo de niños y niñas harán de pajes y damas de honor, entre los que estarán los hijos de los duques de Cambridge, el príncipe Jorge y la princesa Carlota, de 4 y 3 años. El padrino del príncipe Enrique será su hermano mayor, el príncipe Guillermo, y la novia llegará al altar del brazo de su suegro, el príncipe de Gales.
Los invitados: Un total de 2.640 personas han sido invitadas al enlace, e las que 1.200 son "ciudadanos de a pie" procedentes de "todos los rincones del Reino Unido", porque los novios quieren que "todo el mundo se sienta parte de la celebración". Otros 200 invitados provendrán de organizaciones benéficas con las que los contrayentes están vinculados. Un centenar serán estudiantes de las escuelas locales. Completan la lista 610 miembros de la comunidad del castillo de Windsor y 530 de distintas casas reales. Ningún político ha sido convidado a la boda.
La música: Entre la música que compondrá la banda sonora de la boda, los novios han escogido al coro de góspel The Kingdom Choir, a la cantante Karen Gibson y al violonchelista de 19 años Sheku Kanneh-Mason. Éste último ganó en 2016 el premio de la cadena británica BBC a mejor artista joven. Además, incluirán muchos himnos conocidos y piezas corales.
Celebración: Se espera que tras la boda los novios reciban por parte de la reina Isabel II el título de duques de Sussex, aunque no se ha confirmado oficialmente. Habrá dos recepciones, una para los invitados de la congregación y otra para los familiares y amigos más cercanos en la Frogmore House, una casa de campo adyacente al castillo de Windsor, a partir de las 19.00 horas.
La tarta nupcial: Ha sido encargada a la repostera Claire Ptak, que ha diseñado un pastel de limón y flor de saúco. El dulce contará con una cobertura de crema de mantequilla y será decorado con flores frescas, dada la petición de los novios de plasmar "los brillantes sabores de la primavera", según dijo un portavoz de Kensington. La tarta es orgánica, más ligera que una tradicional de fruta y se han usado 200 limones Amalfi, 20 kilos de mantequilla, 20 kilos de harina, 20 kilos de azúcar y 500 huevos biológicos procedentes de Suffolk.
Regalos: La pareja ha pedido donativos para siete oenegés. En concreto, CHIVA (Asociación de VIH infantil); Crisis; la Fundación Myna Mahila; Scotty's Little Soldiers -que vela por hijos de militares de las Fuerzas Armadas-; StreetGames; Surfers Against Sewage (Surferos contra aguas residuales); y la Fundación para la Vida Salvaje del Reino Unido.
Luna de miel: Se desconoce cual será el destino que escogerán los recién casados, aunque se rumorea que podría ser Namibia y Botswana. Precisamente, este último país es donde el príncipe Enrique y su prometida se trasladaron en su primer viaje juntos, al poco de conocerse. La pareja pasará la noche de bodas en el castillo de Windsor y el martes acudirán a su primer acto oficial como marido y mujer en Buckingham.