Draghi reconoce que el crecimiento se está frenando pero mantiene el calendario de retirada de estimulos
- El PIB aumentará un 2% este año frente al 2,1% previsto y un 1,8% en 2019 frente al 1,9% pronosticado
- Los tipos seguirán en el 0% hasta el próximo verano y el final de la compra de deuda se dará en diciembre
El Banco Central Europeo (BCE) ha reconocido este jueves que la economía europea crecerá menos de lo esperado este año, concretamenta un 0,1% por debajo de lo pronosticado. Pese a ello, la institución monetaria mantendrá el calendario de retirada de estimulos, tal como había previsto, manteniendo los tipos de interés en el 0%, reduciendo a partir de octubre las compras de deuda a la mitad y dejando de adquirir bonos en enero del próximo año.
Tras la reunión de su Consejo de Gobierno, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha asegurado que el consumo privado está apoyando el aumento del empleo y los incrementos salariales entre los países que comparten el euro. No obstante, y a pesar de que la autoridad monetaria "espera" que la actividad global siga creciendo, las nuevas proyecciones de la entidad financiera adelantan una ralentización de la economía.
Según datos del BCE, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro aumentará un 2% este año, frente al 2,1% previsto, mientras que en 2019, la economía crecerá a un ritmo del 1,8%, en comparación con el 1,9% estimado. Según el presidente, esto se debe "principalmente a una contribución algo más débil de la demanda extranjera".
Asimismo, pese a registrarse "una cierta moderación tras el fuerte crecimiento en 2017", la previsión de crecimiento para 2020 se ha mantenido en el 1,7%, mientras que el PIB de la zona del euro ha aumentado un 0,4% en el segundo trimestre de 2018, tras un crecimiento similar en el trimestre anterior.
Mantendrá el calendario de estimulos
El BCE ha confirmado que mantendrá el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0%, continuará cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y seguirá prestando a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).
La institución que preside Mario Draghi espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales hasta al menos el verano de 2019 y, en todo caso, durante el tiempo “necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo”.
En relación con las medidas de política monetaria no convencionales, el BCE seguirá realizando compras netas en el marco del programa de compras de activos (APP) al ritmo actual de 30.000 millones de euros mensuales hasta el final de este mes. Después, la entidad reducirá el ritmo mensual a 15.000 millones hasta finales de diciembre, cuando "se suspenderán por completo" las compras netas, con la condición de que "los nuevos datos disponibles confirmen las perspectivas de inflación a mediano plazo".
En este sentido, Draghi ha confirmado que mantendrá reinvirtiendo los ingresos del plan "por un período prolongado" y siempre que sea necesario para mantener "unas condiciones favorables de liquidez" y" un amplio grado de acomodación monetaria".
Sobre las posibles consecuencias en los mercados al dejar de comprar deuda, Draghi ha subrayado que el mandato del BCE "no es proteger los beneficios de los banqueros o de las compañías de seguros". En este sentido, ha recordado que su labor es la "estabilidad de precios", no garantizar unas condiciones de financiación determinadas para que los Gobiernos nacionales negocien su deuda.
La inflación subyacente subirá a final de año
El presidente de la institución financiera también ha explicado que la inflación subyacente "subirá" hacia final de año y que mantendrá los incrementos graduales hasta el medio plazo "apoyados" por la política monetaria. "Los estímulos fiscales monetarios todavía son necesarios para apoyar el crecimiento de los precios domésticos", ha especificado el banquero italiano.
Durante el mes de agosto, la tasa de inflación subió un 2% interanual, una décima menos que en julio, y se mantendrá en este nivel en lo que queda de año, dados los precios del petróleo. Preguntado por los periodistas si los pronósticos del BCE -que muestran una inflación del 1,7% en los próximos años- son consecuente con su mandato, Draghi ha afirmado con rotundidas que sí, puesto que el propósito es mantener la inflación "cerca, pero por debajo del 2%".
El presidente de la institución monetaria ha confirmado que los datos de agosto se deben, en parte, "a la incertidumbre relacionada con el creciente proteccionismo, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad de los mercados financieros". Sin embargo, ha argumentado que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona del euro son "ampliamente equilibrados".
Draghi ha añadido, además, que los efectos secundarios que han tenido en la economía de la zona euro los problemas económicos en Turquía y Argentina "no han sido sustanciales".
El Banco de Inglaterra mantiene los tipos
Por su parte, el Banco de Inglaterra ha confirmado que también mantiene los tipos de interés en el 0,75%, aunque adelanta que, probablemente, sean necesarios incrementos en el futuro, con lo que espera cumplir con el objetivo de reducir la inflación al 2% y ayudar a "mantener el crecimiento y el empleo".
Los nueve miembros que componen el Comité de Política Monetaria del banco emisor inglés (MPC, siglas en inglés) han decidido de forma unánime mantener el precio del dinero, después de subirlos en agosto del 0,5% al actual 0,75%, el nivel más alto desde marzo de 2009.
El Banco de Inglaterra indica que la incertidumbre en torno al Brexit previsto para el 29 de marzo de 2019, podría "tener un gran impacto en las perspectivas económicas". De momento, ha aumentado una décima su previsión de crecimiento del Reino Unido este año hasta el 0,5%.