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La nube de gas tóxico que avanza desde el volcán de La Palma hacia parte de la Península no implica riesgo para la salud

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Mensajes alarmistas que anuncian la llegada de la nube de gas tóxico a la Península
Mensajes alarmistas que anuncian la llegada de la nube de gas tóxico a la Península

Circulan en redes afirmaciones alarmistas sobre el avance hacia la Península Ibérica de la nube de azufre causada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma. Los mensajes dicen que la nube de “gas tóxico” cubrirá “toda” la península en los próximos días, pero la previsión es que la cubra solo parcialmente y los expertos confirman que no entrañará “ningún riesgo para la población”.

En Internet hemos visto titulares de artículos que señalan que “El viernes llega el gas tóxico a toda la península” o que “La nube de azufre del volcán de La Palma llegará a la Península y Ceuta y podría provocar lluvia ácida”. No solo los hemos encontrado en medios digitales, sino también en medios tradicionales, de papel o televisivos, que se centran en la toxicidad.

Los titulares hablan indistintamente de "gases tóxicos", "nube de azufre" y "nube de dióxido de azufre", hablando también de la posibilidad de una "lluvia ácida". Estos términos no son sinónimos, aunque estén relacionados con las emanaciones provocadas por la erupción del volcán de La Palma. Te lo explicamos más abajo.

Lo que avanza hacia la península, está confirmado, es una nube de dióxido de azufre del volcán de Cumbre Vieja. Podemos observarlo en la predicción del 23 de septiembre del sistema europeo Copernicus. Este sistema es una iniciativa europea de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea que extrae, procesa y analiza datos de satélites y mediciones in situ para entender mejor los cambios ambientales. Los expertos corroboran que el paso de esta nube, con esos datos de Copernicus, no va a suponer “ningún riesgo” para la salud porque avanzará a unos 5.000 metros de altura.

Dióxido de azufre, gases tóxicos y lluvia ácida

La erupción de La Palma expulsa piroclastos (fragmentos de magma en suspensión o cenizas volcánicas) y emite ciertos gases que podrían suponer un problema, si bien hay que estar muy cerca del volcán para sufrir sus efectos. “Básicamente emite vapor de agua, dióxido de carbono, dióxido de azufre (SO2), sulfuro de hidrógeno y cloruro de hidrógeno”, nos explica Albert Barniol, jefe del Área de Meteorología de RTVE.

Las emanaciones de dióxido de carbono y dióxido de azufre son consideradas gases tóxicos porque son potencialmente peligrosas. El dióxido de azufre, por ejemplo, causa dificultades respiratorias y es irritante, según este especialista.

La lluvia ácida, por el contrario, es el resultado de las precipitaciones de agua registradas en zonas con concentraciones elevadas de esos gases nocivos, según Barniol: “Cuando llueve en un entorno con altas concentraciones de gases como el dióxido de azufre lo que ocurre es que las gotas absorben o arrastran a estas moléculas, acidificando el agua. De ahí el nombre de lluvia ácida”. De hecho, como cuentan nuestros compañeros de RNE en el espacio “Respuestas de la Ciencia”, el agua de lluvia normal, sin contaminar, ya es ligeramente ácida. En los casos más extremos, lluvias de este tipo pueden ser nocivas para el ser humano y dañar la vegetación.

Alcance limitado de la nube

Alicia Felpeto, doctora en Vulcanología del Instituto Geográfico Nacional (IGN), confirmó a TVE que aunque los gases emitidos “pueden ser muy tóxicos”, la población afectada tiene que estar “muy cerca de la colada de lava o de los centros de emisión” para verse afectada. Los mensajes que hemos observado en redes son alarmistas porque obvian este aspecto o porque exageran el alcance geográfico de la nube.

La plataforma Copernicus muestra en sus previsiones del 22 y del 23 de septiembre que dicha nube atravesará la Península Ibérica. Estos dos mapas, sin embargo, muestran la concentración de dióxido de azufre en toda la columna que generará sin concretar a qué altura se da la concentración elevada (que aparece en color rojo en el mapa).

Las previsiones señalan que la nube recorrerá solo por una parte de la Península, sin cubrirla entera. Las zonas rojas (de alta concentración de dióxido de azufre) solo pasarán sobre Baleares, sin riesgo para la salud en cualquier caso.

No hay riesgo para la salud

Albert Barniol, director del Área Meteorológica de RTVE, confirma a VerificaRTVE que la concentración elevada de dióxido de azufre en la nube se situará a unos 5.000 metros de altura, por lo que no implica riesgo para la población. “Lo que es muy importante tener en cuenta es que estás altas concentraciones se darán a unos cinco kilómetros de altura. En superficie apenas se notará un incremento respecto a días normales. Es decir que la llegada de estos gases implicará ningún riesgo para la población. En el mejor de los casos se apreciarán un cielo ligeramente turbio en las alturas”, señala.

David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), corrobora por teléfono a VerificaRTVE que la nube de dióxido de azufre “no va a ser un problema para la salud en la Península”. También nos lo confirma Janire Prudencio, vulcanóloga e investigadora de la Universidad de Granada: “Lo que llega a la Península son aerosoles, partículas muy pequeñas, y además diluidas”, es decir que, “para la población va a pasar inadvertido, no va a suponer ningún riesgo para la salud”, como ha ocurrido en otras erupciones volcánicas.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) también ratifica que la concentración de dióxido de azufre en la nube volcánica de Cumbre Vieja sucede a “una altura” en la que no tiene “repercusión directa para la población”. “El dióxido de azufre se puede concentrar en determinadas capas a una altura en la que no tenga repercusión directa para la población”, subraya el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la AEMET. Este centro con sede en Tenerife recuerda que la Red de Calidad del Aire del Gobierno de Canarias certifica que “a nivel de población” los niveles de dióxido de azufre “no se han visto incrementados”. El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) ha facilitado información y consejos de autoprotección, asegurando también que no existe ese riesgo.

En esta crónica del Telediario se habla de la posibilidad de que se dé lluvia ácida una vez que la lengua de lava llegue al mar, pero se subraya que la AEMET la descarta.

¿Caerá lluvia ácida cuando la lava llegue al mar? - Ver ahora

Desde RTVE, Albert Barniol deja claro que “aunque los gases emitidos por el volcán lleguen a la Península o al resto de las islas (Canarias y Baleares), esto no producirá ningún efecto dañino para la población”. “Ni en términos de empeoramiento de la calidad del aire, ni en términos de lluvia ácida”, concluye.

El director del Área Meteorológica de RTVE subraya que no está previsto que se registre una lluvia ácida por el paso de la nube volcánica por la Península Ibérica: “No se espera lluvia ácida sobre nuestro país para estos próximos días”. “El gas tóxico está más alto que las nubes que provocarán la precipitación, por lo que la lluvia no interactuará con las moléculas de estos gases. Y en el caso de que lo hiciera, las concentraciones son tan bajas que apenas modificaría el pH del agua”, nos explica.

Los servicios meteorológicos y de observación confirman el avance hacia la Península Ibérica de la nube de dióxido de azufre causada por la erupción en La Palma pero también confirman que no será tóxica para la población. No supondrá ningún riesgo porque la concentración elevada de azufre está situada a unos 5.000 metros de altura.

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*24-09-21, 11:27. Este artículo se modificó para incluir el comunicado del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.