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Los 14 tripulantes un buque mercante ruso naufragado este lunes por la noche en el mar Mediterráneo han sido trasladados al puerto de Cartagena, según ha podido confirmar RTVE, mientras se busca a otras dos personas de la tripulación que permanecen desaparecidas, según un comunicado del Centro de Crisis del Ministerio de Exteriores ruso.

El buque, de nombre Ursa Major, ha naufragado cuando se encontraba en aguas internacionales en una zona comprendida entre el puerto del municipio murciano de Águilas y el argelino de Orán, a causa de una explosión en la sala de máquinas, según asegura Exteriores.

Foto: REUTERS/Yoruk Isik/Foto de archivo

Dos petroleros rusos han sufrido sendos accidentes en el estrecho de Kerch, que conecta el mar Negro con el de Azov. Uno se ha partido por la mitad y el otro ha sufrido graves daños. Ambos transportaban miles de toneladas de combustible y otros derivados. Greenpeace ha dicho que puede ser una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia del mar Negro. Los dos buques tenían más de medio siglo de antigüedad y, pese a haber sido reformados en los 90, no eran aptos para navegar en condiciones tan adversas. Desde las sanciones por la invasión de Ucrania, Moscú ha popularizado el uso de decrépitos petroleros registrados en otros países para transportar sus combustibles, vetados en Occidente.

Foto: EFE/CANAL DE TELEGRAM DE LA FISCALÍA DE TRANSPORTE DEL SUR DE RUSIA

El pasado lunes el velero Bayesian naufragó en las costas de Sicilia (Italia) en medio de una tormenta. En el yate viajaban 22 personas, de las cuales 15 han sido rescatadas, 6 continúan desaparecidas y una ha fallecido. Entre los desaparecidos se encuentra el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y el multimillonario Mike Lynch. Este último, propietario del velero, invitó al grupo a pasar unas vacaciones para celebrar su victoria en un caso judicial.

FOTO: REUTERS/Guglielmo Mangiapane

Las autoridades de Malvinas han suspendido las labores de búsqueda de los marineros todavía desaparecidos en el naufragio del pesquero Argos Georgia, tal y como han informado en un comunicado oficial. La interrupción se debe a las malas condiciones meteorológicas, pero retomarán los trabajos de rescate en cuanto la situación sea más favorable. El último balance es de que todavía hay cuatro marineros, dos de ellos gallegos, en paradero desconocido. El pesquero chileno Puerto Toro y la patrullera de vigilacia Lilibet han llegado esta tarde a las 18.00 al puerto de Stanley con las nueve personas fallecidas, entre ellos el de un vigués y el de un bayonés, y 13 de los 14 supervivientes. El Gobierno español enviará un avión a la zona para acelerar la repatriación, así como a un diplomático para el seguimiento de la operación.

El delegado de Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha comparecido ante los medios para informar sobre la situación del rescate de los 27 miembros de la tripulación del Argos Georgia, que naufragó la noche del lunes a causa de una vía de agua provocada por una fuerte tormenta. El balance de la situación es de 14 supervivientes con lesiones leves, nueve personas fallecidas y cuatro desaparecidos. Según las autoridades de las islas Malvinas, en estos momentos el pesquero chileno Puerto Toro y la patrullera de vigilancia Lilibet se dirigen al puerto de Stanley con los supervivientes y los fallecidos. La previsión es que el buque llegue en torno a las 18:00 de la tarde de ese miércoles, horario que podría variar dadas las condiciones climatológicas. Allí serán atendidos en el Hospital Memorial Rey Eduardo VII. De los diez tripulantes españoles hay seis supervivientes, cuatro gallegos, uno de Barcelona y uno de Albacete. Hay dos personas fallecidas, el patrón de pesca y el cocinero, naturales de Vigo y Bayona, mientras que las dos personas desaparecidas son naturales de las localidades de Ribeira y Noia.

Al menos seis tripulantes han muerto en el accidente del pesquero Argos Georgia, que se ha hundido en las islas Malvinas este lunes, siete personas permanecen desaparecidas y catorce han sido rescatadas con vida, según ha informado la autoridad marítima de Malvinas. Mientras, el operativo desplegado trabaja para rescatar al resto de una tripulación de 27 miembros, entre los que hay diez españoles, al menos tres de ellos gallegos. Por el momento no hay identificaciones y los supervivientes están llamando desde los barcos a sus familias, según ha indicado la Delegación del Gobierno en Galicia. El pesquero lanzó un mensaje de auxilio cuando se encontraba a unas 200 millas del puerto de Stanley (Puerto Argentino), en las islas Malvinas. Pasadas las 00.00 horas, la tripulación realizó el abandono en tres balsas salvavidas. En la zona se han desplegado una patrullera, dos pesqueros y un avión.

Los 400 pasajeros del ferry que se quedó a la deriva por un incendio, han pasado la noche en tierra, después de que les desalojaran y les trasladaran a Valencia. Hasta allí ha llegado este martes el buque y muchos se han acercado para intentar recuperar sus pertenencias. La naviera italiana GNV, propietaria del buque, acompañará a los pasajeros para que recojan sus efectos personales, pero no permitirán acceder a los vehículos hasta este miércoles cuando los peritos hayan terminado la inspección. Las organizaciones de consumidores recomiendan negociar indemnizaciones directamente con la naviera.

El buque de pasajeros Tenacia, con 411 personas a bordo, ha quedado a la deriva a 53 millas de Dragonera (Baleares) de madrugada por un incendio en la sala de máquinas, que se ha saldado sin heridos. 

La embarcación será remolcada hasta Valencia próximamente, según han indicado fuentes de la compañía propietaria. Además, según Salvamento Marítimo, actualmente continúan con las labores contraincendios y el buque será remolcado al puerto de origen "cuando se constate que se puede realizar con todas las medidas de seguridad". 

La grúa más grande de la costa este, que puede levantar hasta 1.000 toneladas, ha sido transportada a Baltimore y las cuadrillas han comenzado este viernes a retirar los restos del puente colapsado.

La búsqueda de cuatro trabajadores que aún están desaparecidos días después del desastre continúa detenida y el funcionamiento del vital puerto de la ciudad permanece bloqueado.

El impacto económico también se va a sentir lejos de la ciudad de Baltimore. La reconstrucción del puente puede ascender a los mil millones de dólares y sumado al bloqueo del puerto puede dejar pérdidas de 2.000 a 4.000 millones.

El roto que deja el colapso del puente amenaza con ser histórico para un incidente marítimo. Las reclamaciones a las aseguradoras pueden llegar a duplicar la factura que dejó hace doce años el Costa Concordia, aquel crucero italiano que encalló frente a las costas de la Toscana, en Italia, y donde murieron 32 personas.

Sobre todo, se verá afectada la industria del automóvil. Se salvan fabricantes europeos como Volkswagen y BMW que tenían sus plantas justo antes de llegar al puente colapsado. Muchos otros como Ford y General Motors, tendrán que descargar sus coches y camiones en otros puntos de la costa este de Estados Unidos, como Norfolk, Nueva York y Filadelfia.