10 años después, el caso Nisman sigue abierto. El cuerpo del fiscal fue encontrado en su baño, con una bala en la cabeza. Parecía un suicidio. Había dejado hecha la lista de la compra, un detalle menor salvo para alguien que quiera quitarse la vida. Horas después de encontrar el cadáver, su apartamento parecía una romería de policías y funcionarios que toqueteaban restos y pruebas sin guantes. En 2018, la justicia argentina declaró que el fiscal Nisman fue "asesinado" como consecuencia de su investigación. Días antes de morir había denunciado a Cristina Kirchner por encubrir a los autores del atentado contra un centro judío de Buenos Aires que mató a 85 personas en 1994.
Foto: Diego Lagomarsino, principal imputado del caso Nisman (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)