Benedicto XVI en la ONU: "No es necesario negar a Dios para disfrutar de los derechos civiles"
- El Papa defiende la dimensión pública de la religión en la Asamblea General de la ONU.
- Para Benedicto XVI, la ONU está "sujeta a las decisiones de unos pocos".
- El pontífice centra su discurso en la vigencia de la Carta de derechos humanos de 1948.
- Nueva York recibe entre extraordinarias medidas de seguridad a Joseph Ratzinger.
El Papa ha pedido mantener vivos los principios de la libertad en la sede de Naciones Unidas.
El papa Benedicto XVI ha defendido ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la dimensión pública de la religión, resaltando que la libertad religiosa consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos no debe limitarse a la libertad de ejercicio: "No es necesario negar a Dios para disfrutar de los derechos civiles", ha resaltado.
"No reconocer la contribución religiosa a la sociedad privilegiaría un enfoque individualista y fragmentaría la unidad de la persona", ha insistido Joseph Ratzinger, el cuarto pontífice, desde 1965, que interviene ante los representantes de los 192 países de la ONU en su sede de Nueva York, donde se han desplegado unas extraordinarias medidas de seguridad para la visita.
Durante su discurso, el Papa ha defendido la vigencia de los derechos humanos recogidos en el Declaración Universal de 1948 y ha resaltado que "deben ser respetados como expresión de justicia", al margen de tendencias políticas o de la voluntad de los políticos.
Defensa de los derechos humanos
En este sentido, ha recalcado que "las diferencias culturales no pueden relativizar el auténtico sentido de los derechos humanos" y ha asegurado que "la promoción de los derechos humanos sigue siendo eficaz".
Así, ha recordado que "el deber primario" de todo Estado es el "de proteger a la propia población" de cualquier tipo de violaciones de derechos humanos o crisis humanitarias y "si los Estados no son capaces de garantizar esta protección", la comunidad internacional "debe intervenir con los medios jurídicos previstos por la Carta de las Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales".
En esta línea, el Papa ha lamentado que la Organización de las Naciones Unidas y, sobre todo, la noción de consenso multilateral, "estén subordinados a las decisiones de unos pocos, en tanto que los problemas del mundo piden intervenciones en forma de acciones colectivas de la comunidad internacional".
El Papa ha concluido su intervención saludando en las once lenguas oficiales de la organización.
Tres días en Nueva York
Benedicto XVI ha sido recibido en el aeropuerto internacional John F. Kennedy por el gobernador del estado de Nueva York, David Patterson, el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y el arzobispo metropolitano, el cardinal Edward Egan.
Desde el aeropuerto neoyorquino se ha trasladado en helicóptero hasta el helipuerto de Wall Street, en el sur de Manhattan, y desde allí, en una caravana oficial de automóviles hasta la sede de Naciones Unidas. Ratzinger permanecera tres días en Nueva York.
El papa llega a la Gran Manzana procedente de Washington, donde se entrevistó con el presidente de Estados Unidos, Georges W. Bush, celebró varios actos religiosos, incluida una misa en el Nationals Park, y se reunió con las víctimas de los sacerdotes pederastas.