Se ejecutaron a cerca de 100 personas más que el año anterior. China se mantiene a la cabeza, con miles de ejecutados, le siguen Irán e Irak, en segundo y tercer lugar en número de ejecuciones. En los últimos 20 años se ha reducido del número de países que la aplican.
21 países realizaron ejecuciones en 2012, la misma cifra que en 2011 pero muy inferior a los 28 países que lo hicieron 10 años antes. En total, 682 personas fueron ejecutadas, aunque la cifra tiene truco: no incluye los muertos en China, el país que según Amnistía Internacional realiza miles de ejecuciones al año pero que no revela ni el número de ejecutados ni de condenados a muerte que tiene.
GONZALO CARETTI - Su hijo Pablo Ibar está condenado a muerte en Florida. Ahora ocupa la celda de Joaquín José Martínez, que salió del corredor hace 12 años
ESTEFANÍA DE ANTONIO.- Estuvo 10 años condenado a muerte y cinco a cadena perpetua en Marruecos. Le acusaron de atentar contra el Estado por repartir pasquines críticos.
Soad el Khammal perdió a su marido y a su hijo en los atentados de Casablanca de 2003. No olvida ni perdona, pero rechaza que los asesinos sean ejecutados.
Los asistentes piden unánimemente su abolición.
MAVI DOÑATE.- En 2009 fue extraditado por Filipinas para cumplir aquí la condena por el asesinato de dos hermanas a finales de los 90. La justicia filipina le condenó a la pena capital en 2004, y estuvo tres años en el corredor de la muerte de una prisión de Manila.
21 países aplicaron la pena capital, según Amnistía Internacional. China, Irán e Irak, a la cabeza.
China y Estados Unidos usan la inyección letal para ejecutar sus sentencias de muerte mientras que Arabia Saudí opta por la decapitación. Otros, como la Autoridad Nacional Palestina o Corea del Norte mataron a sus reos con disparos de armas de fuego.
Más de dos tercios de los países del mundo han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica. La inmensa mayoría de los países europeos y latinoamericanos son abolicionistas mientras que el grueso de los retencionistas, aquellos que mantienen la pena capital para delitos comunes, está en Oriente Medio y Asia.
Pese al muro de silencio existente, China está a la cabeza en ejecutados y condenados a muerte. Le siguen Irán, Irak y Arabia Saudí, haciendo de Oriente Medio una de las zonas donde más se usa la pena capital del mundo. EE.UU. sigue teniendo el dudoso honor de ser el único país occidental que figura en los primeros puestos de esta lista.
En 2012 se produjeron 1.722 sentencias de muerte en 58 países, una cifra ligeramente inferior a la de 2011. Aunque muchos de estos países hace años que no aplican la pena capital, Amnistía Internacional calcula que a finales de 2012 había 23.386 personas condenadas a la pena capital en todo el mundo.