Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Gobierno de Estados Unidos construyó a toda velocidad una prisión en la base militar de Guantánamo. Un espacio en Cuba, en tierra de nadie, donde albergar a los detenidos de la llamada Guerra contra el Terror. Las imágenes de los detenidos con sus monos naranjas, grilletes, ojos y oídos tapados dieron la vuelta al mundo. En esta cárcel llegó a haber casi 800 presos. La inmensa mayoría liberados años después sin que se presentasen cargos en su contra. Ahora en la cárcel de Guantánamo quedan 30 presos, cinco de ellos acusados de terrorismo y conspiración por participar presuntamente en los atentados del 11-S, pero el juicio parece todavía lejano. En este episodio, la corresponsal de RNE en Estados Unidos, María Carou, viaja a Guantánamo para tratar de entender por qué se abrió esta prisión y por qué cerrarla parece ahora misión imposible.
Esto merece una explicación
Las heridas de Guantánamo
06/05/2024
20:30