Tres décadas de autogobierno vasco
Los vascos accedieron a su autonomía merced a la aprobación del Estatuto de 1979, un año después de que la nueva Constitución española reconociese los históricos privilegios forales de las provincias de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Sólo los alaveses habían conservado durante el franquismo su singular régimen de concierto económico, que las otras dos provincias vieron restaurado con la llegada de la democracia.
Las primeras elecciones al Parlamento autonómico se celebraron en 1980. Carlos Garaikoetxea, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), se convirtió en el primer lehendakari de la democracia. Garaikoetxea revalidó su cargo tras los comicios de 1984, pero un año después se vio obligado a dimitir en un clima de fuertes desavenencias dentro de su partido. Su sucesor como lehendakari, el también peneuvista José Antonio Ardanza, asistió en las elecciones de 1986 a la irrupción en la cámara autonómica de Eusko Alkartasuna (EA), una escisión del PNV con Garaikoetxea al frente.
Coalición de peneuvistas y socialistas
Ardanza detentó la presidencia del Gobierno vasco hasta 1999, cuando fue sucedido por su compañero de partido Juan José Ibarretxe. Gobernó en coalición con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) casi todo este periodo: desde 1986 hasta 1998.
Ibarretxe se ha mantenido en el poder estos últimos diez años merced a sucesivas reediciones del llamado "tripartito", coalición de gobierno del PNV con EA y Ezker Batua (EB) revalidada tras las elecciones de 2005. Con el apoyo del "tripartito", Ibarretxe logró aprobar en junio de 2008 en el Parlamento de Vitoria el conocido como "Plan Ibarretxe", propuesta soberanista basada en la libre asociación entre el País Vasco y España que fue rechazada por el Parlamento español.
En las elecciones del 1 de marzo de 2009 está en juego la larga hegemonía nacionalista de 30 años en Euskadi: las urnas decidirán si Ibarretxe sigue como lehendakari o si el socialista Patxi López se convierte en el nuevo presidente de la comunidad autónoma vasca.