El pan en una dieta saludable
- Para mucha gente ponerse a dieta pasa por dejar el pan
- Puede ser un primer paso, pero no necesariamente el más importante
- Aprende con este artículo las propiedades de los productos integrales
Seguro que lo has oído muchas veces: me pongo a dieta, pues lo primero que me quito es el pan. Es cierto que se trata de un producto superfluo, en según qué contextos, ya que nos aporta muchas calorías y no muchos nutrientes, sobre todo en sus variedades blancas. Entonces, ¿puede formar parte el pan de una dieta saludable?
No son dos cosas incompatibles
Seguro que el pan no es el peor problema de tu alimentación. Si buscas perder peso muy posiblemente puedas reducir antes otros alimentos que este producto. Y además, si eres de esas personas que no pueden vivir sin él tenemos una gran noticia para ti: el pan puede formar parte de una dieta equilibrada. Siempre, eso sí, que sea un pan de calidad.
Por ejemplo, el pan de trigo es el tradicional. Para que a partir de las harinas podamos tener una fermentación que haga crecer la masa necesitamos el gluten, una proteína que encontramos en este cereal. Y la clasificación de las harinas: si son duras, blandas, de fuerza… Hace alusión precisamente a su contenido de gluten.
Y si alguna vez te has preguntado por el pan de espelta o de kamut que quede claro, también son variedades de trigo aunque a veces se comercialice dando a entender que son cereales diferentes. Es cierto que tienen algunas propiedades distintas, ya que son más nutritivos que el trigo común, tienen una fracción proteica de mayor calidad y unas vitaminas y minerales interesantes, pero hay un matiz muy importante que tienes que tener en cuenta. También tienen gluten, así que no son aptos para las personas celíacas.
El pan integral
También tenemos que hablar del pan integral, el más indicado para seguir una dieta saludable por las razones que ya hemos explicado en el programa, y de cómo ha cambiado la legislación en nuestro país. Hasta ahora era habitual encontrar en los supermercados falsos panes integrales que simplemente incorporaban salvado en su elaboración. A partir de este verano eso no se va a permitir y siempre que encontremos la mención “integral” en un pan, obligatoriamente su harina tendrá que ser integral al cien por cien.
Y ocurre algo parecido con el pan multicereales. Antes solo hacía referencia a que estaba hecho con varios cereales, en ocasiones tenían pipas en su presentación para dar un aspecto más saludable, pero ahora cada cereal que se nombre en el envasado (un mínimo de tres) tiene que suponer al menos el 10% de su elaboración.