¿Qué diferencia hay entre 'drag queen' y travesti?
- Valeria Vegas nos da las claves para entender el fenómeno mundial de las drag queens, que tienen su origen en los travestis
- "Por fin se empieza a valorar a las drag queens como las artistas que son", explica la periodista
- Maestros de la Costura rinde homenaje al mundo drag
El movimiento Drag queeny su popularidad ha crecido en los últimos años gracias al cine y la televisión: mucho ha tenido que ver RuPaul y su programa Drag race, el reality que busca a la mejor drag del momento. Maestros de la Costura rinde en su programa 4 un homenaje a las drag queen, impulsoras también de la moda. Un segmento del colectivo LGBTIQ+ (en algunos países, reordenado como LGTBIQ+), celebra el furor que hay en todo el mundo por esta expresión artística, y en algunos casos, una forma de vida que nada tiene que ver con la orientación sexual y el género de cada individuo. Pero... ¿Desde cuándo existen las drag queens? ¿Es lo mismo un espectáculo de transformismo que un número drag? Para encontrar las respuestas recurrimos a Valeria Vegas para recorrer la historia drag.
Origen del transformismo en España
"En los años 70 y 80 en España, el transformismo era la imitación perfecta, generalmente de una folclórica", nos explica, y recuerda que se trataba de buscar una imitación algo exagerada sobre una de las artistas del momento que, además, han permanecido como iconos del colectivo LGBTIQ+, pese a no pertenecer al mismo, como Sara Montiel, Lola Flores, Rocío Jurado o Marujita Díaz. Paco España fue uno de los pioneros en el travestismo en los estertores de la dictadura. Hoy es un icono, y ahora Nacha La Macha le rinde tributo con la obra Paco España, de la gloria al olvido, que puede verse el teatro Marquina de Madrid.
En los años 90, el transformismo se 'transforma' y el público disfruta con una manera distinta de actuar y comportarse sobre un escenario, del calco se pasa a la parodia y la exageración. Los referentes cambian y las nuevas generaciones pasan de la bata de cola para adoptar la estética de sus ídolos del pop. Es aquí donde nace el fenómeno de las drag queens, que se consolida con el auge de un cine amable, y a veces condescendiente. Títulos como Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (de 1994) y To Wong Foo, thanks for everything! Julie Newmar (de 1995) provocaron que el transformismo más 'clásico' se viera obligado a renovarse para no morir: de Lola Flores y la bata de cola se pasó a Madonna y los corsés cónicos de Jean Paul Gaultier.
Pedro Almodóvar siempre ha confesado su pasión por el transformismo. Ël mismo se ha travestido en muchas ocasiones, incluso en sus películas, y además ha introducido en algunos guiones homenajes al género. A nadie se le escapa el guiño que hace a los artistas de La Boite (mítico bar de Chueca) en La mala educación, con Gael García Bernal travestido en Sara Montiel. E incluso a las divas drag, con un Miguel Bosé transformado en Becky del Páramo en Tacones lejanos.
En España hay un importante apoyo al movimiento drag, sobre todo en Las Palmas de Gran Canaria. Allí, desde 1998, se celebra la ya famosa Gala Drag Queen, que emite cada año con gran éxito RTVE. Hoy los participantes llevan nombres como Drag Psicolíbida, pero antes, las pioneras, jugaban con otras referencias culturales y sociales para bautizarse. Es el caso de Psicosis Gonsales: "Fue una de las primeras que jugaba a esa exageración, que venía de un transformismo y que se reconvirtió en los 90 al ver que eso estaba cambiando", asegura Valeria.
Diferencias entre travesti y drag queen
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre el transformismo y los espectáculos de drag queen? "No hay tanta diferencia entre transformista y drag queen, ya que esta también se transforma", nos cuenta. Aunque señala que la principal diferencia es el abanico de posibilidades que abarcan las drag queens: "Incluye desde poder imitar a alguien hasta poder crear un personaje propio como hizo Psicosis Gonsales, que se pasó de imitar a otros a crearse el suyo".
Esa creación propia de un personaje, que es la misma que cualquier artista puede tener a partir de la creación de una imagen para darse a conocer y vender con ayuda del marketing, es la que ha hecho que las drag queens emerjan en la escena cultural: "La Prohibida o Dolly tienen unos chistes, un look y una forma de expresarse en la misma línea de su personaje. Son más un personaje de ficción, como un dibujo animado, gracias a esa exageración sobre la mujer en sus espectáculos", nos cuenta Valeria Vegas. Sin embargo, el transformismo clásico se acoge simplemente a la imitación pura y dura del personaje del momento, siguiendo la moda de la épica: "Lo que buscaba el travestismo o el transformismo clásico es hacer una imitación perfecta de una mujer y en las drag, cada una tiene su propia performance".
Las drag queens, un fenómeno mundial
Ahora, en pleno siglo XXI, el colectivo LGBTIQ+ sigue reivindicando sus derechos El furor del que antes hablábamos se extiende y traspasa al propio colectivo: los shows están de moda e incluso hay bares y restaurantes que se han readaptado para acoger este tipo de shows, desde el pionero Gula Gula hasta Medias Puri, ambos de Madrid.
Para Valeria Vegas, el fenómeno RuPaul ha sido clave para este éxito: "Las drag queens están viviendo esa segunda juventud o segundo momento dorado gracias al fenómeno de Drag race, que se instaló en una plataforma conocida que llega a todo el mundo". Pero eso no es lo veraderamente importante. Lo que importa es que gracias las drag queens son un fenómeno social y catódico, la gente empieza a conocer más sobre el tema, y del desconocimiento más absoluto se pasa a 'entender' más. "Se empieza a ver que detrás de esos personajes hay artistas, bailarines, humoristas... Son personas que se especializan en algo para entretener y lo hacen bien. ¡Ahora por fin se empieza a valorar a las drag queens como las artistas que son!", zanja.