¿Por qué las montañas rusas de madera son tan emocionantes?
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El subidón de adrenalina que experimentamos en una montaña rusa lo convierte en una experiencia inolvidable, pero ¿qué hace que esta atracción sea tan emocionante? La respuesta está en la física.
Como si de un laboratorio de ciencia se tratara, una montaña rusa mezcla aspectos como la velocidad, la gravedad, la aceleración y la conservación de la energía para conseguir una combinación única de miedo, excitación y diversión. El objetivo es desafiar las leyes de la física para sentir el riesgo.
El material, una pieza clave
Las sensaciones que experimentamos en estas atracciones dependen enormemente del material con el que están hechas, y en el caso de las construidas en madera el pase es más accidentado y lleno de baches que en las realizadas, por ejemplo, con acero.
Un ascenso interminable
Cuando el vagón comienza a subir la primera colina los nervios se sienten ya en el estómago y parece que no acaba nunca, una sensación que alcanza su clímax cuando se cae en picado. Además de poner los pelos de punta, el inicio del trepidante viaje de la montaña rusa tiene un por qué. Su altura es decisiva para alcanzar la máxima velocidad y el impulso que necesitan los vagones para recorrer todo el circuito. A mayor altura, mayor energía potencial, que se transformará con la caída en energía cinética; es decir, la energía del movimiento que provoca la velocidad. ¡Ahí está el truco!
Mientras los vagones avanzan por la atracción, la fricción con los raíles y la resistencia del aire, los irán frenando y disminuyendo su velocidad. Por ello, los cálculos en el diseño y la altura de las diferentes colinas y curvas de la montaña rusa son fundamentales para mantener las emociones fuertes, y los gritos, durante todo el recorrido.
Como descubre en primera persona Marc Santandreu en 'Curiosity´- programa disponible en RTVE Play- la sensación de salir disparado en las curvas se debe también a un principio científico: la aceleración centrífuga. “Se siente como una fuerza que tira de ti hacia afuera”, indica.
Sensación de ingravidez
¿Y esa sensación en la que parece que te levantas del asiento y vuelas? Tranquilidad, está todo controlado y medido meticulosamente por los ingenieros de la atracción. ¿Cómo lo consiguen? La protagonista vuelve a ser la fuerza centrífuga mezclada con la fuerza de la gravedad.
La gravedad tira del cuerpo hacia el suelo contrarrestando la fuerza centrífuga y haciendo que se deje de notar el peso del cuerpo, creando esa sensación de flotar. La diversión… ¡Es pura física!