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Antonio de la Rosa lo ha vuelto a hacer y ha conseguido otro de sus grandes retos extremos. Esta vez el deportista ha pasado 39 días solo recorriendo 1.200 km a menos 45 grados en la Antártida. Para lograrlo ha vendido su casa y ahora se prepara para su próxima aventura.

  • El deshielo representa la oportunidad para abrir nuevas vías comerciales marítimas
  • La UE se ha sumado al interés por la minería y el turismo en los territorios árticos

Las regiones polares del planeta han despertado siempre un interés científico pero hoy están en el punto de mira por su valor económico y geoestratégico. El deshielo del Ártico abre nuevas rutas navegables y la posibilidad de hacer prospecciones mineras en tierra y submarinas. La Antártida se ha convertido en los últimos años en un reclamo turístico, pero su frágil ecosistema no tiene capacidad asumir los cada vez mayores flujos de turistas que demandan actividades más diversas. Hablamos con el profesor de Economía de la Universidad de Nuuk, Javier Arnaut y con Antonio Quesada, secretario técnico del Comité Polar Español. 

Desafiar a los elementos, acometer lo nunca intentado, conlleva riesgos y duros peajes. Recién llegado de su reto Antártico Remando en Solitario, el aventurero Antonio de la Rosa vuelve a 'Nómadas' para contar todos los detalles del ambicioso proyecto de navegación que avanzó en nuestro último programa de 2022. Ha sido casi un mes de travesía, a remo y vela, entre Cabo de Hornos y las islas Georgias del Sur. En su derrota, con proa en un inicio hacia la Antártida, ha surcado las peores aguas del mundo: las del Mar de Hoces o Paso de Drake. El cineasta Alfonso D'Ors, encargado de documentar la aventura desde el barco de seguridad de la expedición para la productora Posovisual, nos ayuda a entender las condiciones extremas de la ruta. A bordo de su Ocean Defender, una diminuta embarcación a remos y vela, Antonio de la Rosa ha sobrevivido a vientos huracanados, fuertes corrientes y olas que lo han zarandeado sin descanso. Incluso ha llegado a dar varias vueltas de campana a consecuencia de los continuos temporales que azotan esa región austral del globo. Aunque la meteorología le impidió alcanzar el primero de sus objetivos, Isla Elefante –famosa por haber albergado el campamento que salvó a la fracasada expedición de Ernest Shackleton en 1915–, si ha conseguido llegar por sus medios hasta Isla San Pedro (Georgias del Sur). De la dureza del entorno da fe el periodista y creador de 'Al filo de lo imposible', Sebastián Álvaro, que nos ayuda a poner en contexto este desafío.

Foto: (c) Posovisual.

Nos desplazamos hasta Járkov, donde nuestro enviado especial Fran Sevilla ha sido testigo de un ataque ruso que se ha cobrado la vida de siete personas. También vamos a Leópolis, allí los estudiantes universitarios se organizan para recoger y clasificar todo lo necesario que después se envía al frente. Hablamos de los incidentes registrados en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén entre manifestantes palestinos y policía israelí, del creciente debate sobre la migración en Estados Unidos y de la la matanza de Putumayo en Colombia, que muchos lo califican ya como un nuevo caso de falsos positivos. Además conversamos con el coronel Bruno Alonso, sobre la geopolítica de la Antártida.
 

Una expedición de investigación que partió desde Sudáfrica en febrero pasado ha hallado en buen estado los restos del Endurance, el barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915, según han confirmado fuentes del proyecto. "Cien años después de la muerte de Shackleton, el Endurance fue hallado a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Wedell (en el océano Antártico)", indica la expedición, bautizada como Endurance22, en un comunicado.

Los restos del mítico barco fueron hallados, según el texto, "dentro del área de búsqueda definida por el equipo expedicionario antes de su partida de Ciudad del Cabo" (suroeste de Sudáfrica), en una zona a unas cuatro millas al sur de la posición que el entonces capitán del navío, Frank Worsley, registró antes de que la tripulación tuviera que abandonarlo, al quedar atrapado en el hielo.