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Israel y Hamás han acordado un alto el fuego en Gaza que entrará en vigor el próximo domingo. La confirmación del alto el fuego ha llegado desde Catar, por parte del ministro de Exteriores catarí, uno de los mediadores. De este modo, Hamás liberará los primeros rehenes y las tropas israelíes saldrán gradualmente del corredor que separa la frontera de Gaza y Egipto en la primera fase, que tendrá una duración de seis semanas.

El investigador del Real Instituto Elcano (RIE), Félix Arteaga, ha asegurado en una entrevista en el Canal 24h que el precio que tendrá que pagar el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu por el acuerdo de alto el fuego es que "no va a ganar la guerra en los términos que quería".

"Su objetivo en la lucha con Hamás era su erradicación total. No lo ha conseguido. Lo ha debilitado militarmente, pero este acuerdo permitirá -una vez se ponga en marcha la reconstrucción y se produzca la retirada israelí- que las milicias que apoyan a Hamás se reconstruyan", ha recalcado Arteaga. "Hamás seguirá en Gaza y la radicalización de las posiciones dentro de la sociedad israelí también", ha recalcado Arteaga. 

Además, el investigador del RIE ha señalado que, a pesar de que ya ha habido varios intentos de acuerdo de alto el fuego, "lo que puede marcar la diferencia en esta ocasión es la salida de Biden y la entrada de Trump".

"A ninguno de los dos le interesa mantener abierta esta guerra, pero el presidente electo tiene más capacidad de convicción que el Gobierno de Netanyahu. Va a coincidir con él en los próximos años y ese es el elemento que parece que ha decantado la proximidad del acuerdo. Eso junto con el aislamiento de Hamás", ha añadido.

FOTO: REUTERS/Ramadan Abed

En 2024 saltaron las alarmas por la tradicional enemistad entre Irán e Israel. Israel ya había atacado a Teherán en su territorio con asesinatos selectivos, pero nunca había ocurrido a la inversa. Sin embargo, algunos analistas no creen que esto provoque una guerra total. Irán siempre ha negado que quiera un conflicto a gran escala, porque tienen sus propios conflictos internos: uno de ellos es la pobreza. Ebrahim Raisi falleció en un accidente de helicóptero y hubo elecciones. El ganador, Masoud Pezeshkian, se presentó como aperturista y considera que deben normalizarse las relaciones económicas y comerciales del país con el mundo. Informa Sara Alonso.

Israel tardó dos días en confirmar la detención de Husam Abu Aafiya, director del hospital Kamal Adwan De Gaza. La asociación de presos palestinos lo supo horas después de su arresto por el vídeo enviado por un testigo. Tampoco conocen el paradero de cientos de detenidos. Tienen constancia de 800 gazatíes arrestados, pero estiman que hay 10.000.

Desde sus oficinas en Cisjordania, la asociación de presos palestinos recopila, vía electrónica, denuncias de desaparecidos e información que aportan los testigos de arrestos en Gaza. Los abogados han preguntado sin éxito por sus expedientes en la administración de prisiones israelí.

Alrededor de 50 personas colaboran con esta organización que tiene sedes en todas las ciudades cisjordanas. Comenzó su actividad en 1993 y desde entonces documenta la situación legal de todos los presos palestinos.

A las detenciones en Gaza, se suman las realizadas en Cisjordania. Según los datos que manejan, más de 5.300 palestinos, han sido arrestados desde el inicio de la guerra. Cerca de un millar bajo detención administrativa, sin cargos. 54 han muerto en prisión. El Ejército israelí no facilita a los medios números oficiales que permitan contrastar los que aporta la asociación.

Los centenares de gazatíes que son liberados no encuentran refugio tras su salida porque todos ellos son obligados a volver a la Franja.

Ajenos al día a día en otras partes del mundo, en el campamento de Khan Younis, en el centro de Gaza, niños y niñas se agolpan desesperados por un único regalo: una ración de sopa. Solo los más afortunados y madrugadores lo reciben tras horas de espera.

Estos niños hacen la cola desde las 04.00h de la mañana, algunos tienen suerte y comen, otros, no.

Los niños y niñas se enfrentan al hambre y al frío, descalzos a temperaturas por debajo de los siete grados.

El invierno hace estragos. Seis menores han muerto de hipotermia este mes, tres en la última semana. Otros, se aferran a la vida. Sin medios y sin la certeza de ser atacados por un bombardeo israelí, los sanitarios luchan por salvarlos.

El 47% de la población de la Franja son menores, 15.000 sufren de desnutrición.

Hamás e Israel siguen sin acordar el regalo más deseado: un alto el fuego que ponga fin a los combates en Gaza. La desconfianza entre las partes y la imposición de algunas líneas rojas, como la retirada de las tropas israelíes de la Franja siguen complicando la firma del pacto.

FOTO: Eyad BABA / AFP

En los últimos doce meses, Israel ha realizado más de cincuenta redadas. Los propios vecinos se encargan de rehabilitar casas y comercios. Los bombardeos han destrozado la mayoría de las azoteas. Muchas viviendas han quedado reducidas a escombros, pero la reconstrucción es muy complicada porque cada dos semanas hay una nueva operación del ejército israelí, que bombardea desde tierra y aire, cortando el suministro eléctrico y de agua potable. Las excavadoras militares levantan las calles por temor a que haya explosivos. Los civiles no escapan de estos enfrentamientos entre el ejército y la milicia. Desde octubre de 2023, medio centenar de aldeas están abandonadas por el constante bloqueo de carreteras y amenazas de los colonos.

Foto: Tulkarem, Cisjordania (EFE/EPA/ALAA BADARNEH)

Una exposición en el museo Eretz de Tel Aviv ha recogido más de un centenar de fotografías que muestran las huellas del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, por el que Israel declaró la guerra en Gaza. Entre las imágenes, que han tenido que pasar una censura militar previa, apenas pueden verse una docena de fotografías de la Franja, todas sacadas por los soldados israelíes. Para muchos, este tipo de gestos, unido a la falta de información sobre el enclave palestino en los medios israelíes, es un intento de Israel para controlar la narrativa de la guerra. Foto: REUTERS/Stoyan Nenov/File Photo

En 2024, israelíes y libaneses fueron adentrándose una escalada bélica que ha quedado congelada con una frágil tregua que puede romperse en cualquier momento. Tras décadas de hostilidades y ocupaciones israelíes, la posibilidad de un acuerdo que lleve la paz a la región parece muy lejana. El Líbano parece víctima de una maldición bélica y ha acabado el año aún peor: está sumergido en una crisis económica, política, bélica y humanitaria. Informa Fran Sevilla.