El ADN de Basterra estaba también en un cojín que había en el maletero
La camiseta de Asunta no se contaminó con semen en el laboratorio. En ello han insistido este viernes en sede judicial los peritos que analizaron la prenda en el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil en Madrid. Reconocen que utilizaron la misma tijera para manipular la camiseta de Asunta que para trocear el preservativo con el semen de Ramiro Cerón Jaramillo, un joven que estaba siendo investigado en otro caso de agresión sexual.
Los peritos que analizaron los trozos de cuerda hallados junto al cadáver de Asunta han declarado este jueves en el juicio que estas "coinciden en propiedades físicas y composición química" con las recabadas en la vivienda de Rosario Porto en Montouto, aunque no se puede "establecer un vínculo" entre ambas por faltas de evidencia de corte.
Asunta Basterra ingirió al menos 27 pastillas de Orfidal el día de su muerte, una cantidad que se le pudo suministrar durante la comida, aunque no se ha podido determinar si ingirión el ansiolítico en una solo toma. Es lo que ha declarado en el juicio la experta en toxicología de la Universidad de Santiago que analizó las muestras recogidas en el cuerpo de la niña. Los forenses también han confirmado que Asunta murió por sofocación.
Dos hermanos de Alfonso Basterra han testificado este martes en el juicio por el crimen de Asunta y han asegurado que el ordenador del padre de Asunta, acusado de asesinar a su hija, estuvo en todo momento en la vivienda. Han contado que, de hecho, les sorprendió que no se lo llevasen los investigadores cuando realizaron la primera inspección.
El director de la cárcel de Teixeiro, donde están presos los padres de Asunta como presuntos asesinos, ha declarado este martes en el juicio. Durante su comparecencia ha descrito a Rosario Porto como una "persona hunida" y en un "llanto continuo". Con los testimonios de esta jornada se pone fin a las declaraciones de los testigos. Este miércoles declararán los forenses que hicieron la autopsia a la niña de 12 años asesinada hace dos años en Teo, A Coruña.
Una psiquiatra del centro sanitario La Robleda, en Compostela, que atendió a Rosario Porto en 2009, ha revelado que ese año la madre de Asunta "tenía deseos de morir", por lo que lógicamente suponía un "riesgo para ella" misma, "pero para terceras personas, no".
En la novena jornada del juicio por la muerte violenta de Asunta, dedicada a la declaración de testigos propuestos por la defensa de Rosario Porto, madre de esta niña de 12 años de cuyo asesinato está acusada, ha recordado que su paciente acudió al sanatorio acompañada por su esposo en aquel momento, Alfonso Basterra, ya que presentaba un notorio cuadro de "ansiedad, angustia y tristeza".
Las coartadas de los acusados del crimen de Asunta Porto se han ido tambaleando eta semana conforme se han escuchado en la sala del juicio a los diferentes testigos. La semana que viene declararán los testigos propuestos por los acusados.
Ramiro Cerón Jaramillo ha declarado, por videoconferencia desde Madrid, que no tiene ni idea de por qué aparecieron restos suyos en la camiseta de la niña. Este hombre ha explicado que el día del asesinato de Asunta él pasó la tarde de compras y cenando en un restaurante en Madrid. En su momento aportó tickets de las compras y fotos de la cena. Asegura que este caso le ha perjudicado mucho en su vida diaria.
Las profesoras de la escula de música a la que acudía Asunta han declarado este miércoles en el juicio que la niña les comentó que sus padres le estaban dando "unos polvos blancos" coincidiendo con los episodios en los que apareció somnolienta en clase. En el juicio también ha declarado la madre de una amiga suya a la que contó que habían intentado ahogarla. También ha comparecido la farmeceútica que vendió las cajas de Orfidal a Alfonso Basterrea, que ha reconocido que alguna se la vendieron sin receta porque era cliente habitual.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad analizadas para esclarecer el crimen de Asunta desmontan la versión de la madre, Rosario Porto, que asegura que la tarde del crimen regresó desde la casa de Montouto, en Teo (A Coruña), a Santiago porque la niña se lo pidió para hacer los deberes. Así lo ha declarado este martes en el juicio el guardia encargado de visionar estas imágenes.
Se celebra la sexta jornada del juicio del caso Asunta con declaraciones de testigos. El teniente de la Guardia Civil que ha dirigido la investigación ha relatado el testimonio de unas profesoras de música de Asunta sobre la ingesta de Orfidal. Estas profesoras fueron a declarar voluntariamente a la Guardia Civil dos días después del asesinato y dijeron que la niña les relató que estaba tomando unos "polvos blancos".
Una testigo, compañera de clases de francés de Asunta, ha afirmado sin género de dudas este lunes que la tarde del crimen, el 21 de septiembre de 2013, vio a su padre, Alfonso Basterra, en compañía de su hija adoptiva por las calles de Santiago, lo que contradice la coartada de este, que la semana pasada aseguró que permaneció toda la tarde en casa sin salir. Durante la sesión del juicio de este lunes, varios agentes también han incidido en el comportamiento extraño de los padres en las primeras horas de la desaparición de su hija.
