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Estados Unidos ya ha deportado o trasladado a unos 4.000 de los migrantes que cruzaron desde México a Texas la semana pasada. La mayoría son haitianos, que se desesperan cuando los devuelven a un país donde no hay recursos para atenderlos. Después de tanto esfuerzo y dinero invertido en buscar una vida mejor, les toca volver a empezar con lo poco que traen en estas bolsas. Salieron de un Haití devastado por el terremoto de 2010 y regresan cuando el país acaba de sufrir otro sismo, con las bandas criminales en auge y sin presidente, asesinado en junio.

Naciones Unidas acusa a Estados Unidos de incumplir las normas internacionales tras hacerse públicas estas imágenes. Guardias fronterizos a caballo tratan de impedir la entrada a un grupo de inmigrantes haitianos. Les acosan con los animales y las correas cuando intentan volver desde México. Estados Unidos investigará esas imágenes, mientras que del lado mexicano de la frontera los albergues y las oficinas de migración empiezan a estar desbordados.

Tras la crisis que ha generado la llegada masiva de haitianos a Texas, EE.UU. ha puesto en marcha una operación para deportarlos. Y ahora al presidente Biden le llueven las críticas por devolver a los migrantes a un país devastado e inseguro, especialmente por la forma en que se les trata. El gobierno ha anunciado una investigación, admitiendo que las imágenes son horribles, pero advirtiendo que aquellas personas que entran de forma ilegal serán devueltas. Unas 15.000 personas bajo la sombra de un puente en Texas se hacinan en un campamento improvisado. Cada día Estados Unidos llena varios aviones para devolverlos a Haití. Foto: Marco Bello / REUTERS.

España ha enviado a Haití 10 toneladas de material médico y equipos para mejorar el acceso a agua potable en la zona golpeada por el terremoto. Más de medio millón de personas necesitan ayuda humanitaria urgente, según Naciones Unidas. Pese a que la ayuda internacional continúa llegando a la isla, muchos ciudadanos se quejan de no haber recibido todavía nada. Casi una semana después de la catástrofe el balance de fallecidos sigue siendo provisional, hay cientos de desaparecidos y miles de heridos.

El terremoto de magnitud 7,2 registrado el pasado sábado en el suroeste de Haití ha causado al menos 2.189 muertos y 12.268 heridos, según el último balance oficial divulgado este martes. Los hospitales están desbordados y el 80% de los ingresados son víctimas del terremoto.

Este balance de muertes supone 248 víctimas mortales más que el día anterior, según los datos de Protección Civil, el organismo que coordina las operaciones de rescate. Asimismo, la cifra de personas dadas como desaparecidas asciende a 332, según el boletín diario del mismo organismo. 

La depresión tropical Grace llega a Haití con lluvias torrenciales poco tiempo después de que un terremoto de 7,2 de magnitud azotara a la empobrecida nación caribeña. Las fuertes lluvias y vientos han golpeado la zona suroeste del país, la más afectada por el terremoto.

Las autoridades advirtieron que las lluvias podrían alcanzar las 15 pulgadas (38 centímetros) en algunas áreas antes de que la tormenta continúe. Los campamentos improvisados ​​de quienes perdieron sus hogares en el terremoto también se han visto afectados, muchos de ellos sin ningún lugar al que ir, ni dónde pasar la noche. En Puerto Príncipe, la capital, ya está lloviendo intensamente. Mientras tanto, las autoridades haitianas elevaron el número de muertos por el terremoto a 1.419 y el de heridos a 6.000.