Este jueves hemos visto una de las imágenes más simbólicas del papa en Indonesia, su visita al llamado Túnel de la Amistad, un icono del diálogo entre distintas religiones. Este une la mayor mezquita del Sudeste Asiático con la catedral de Yakarta. Desde allí, el papa ha llamado a construir sociedades abiertas, "capaces de aislar la rigidez, el fundamentalismo y el extremismo, siempre peligrosos y nunca justificables", ha dicho. Y se ha comprometido a trabajar junto a los musulmanes por el medio ambiente, "la reconciliación y la paz".
En Yakarta, la capital del país con más musulmanes del mundo, el sumo pontífice ha oficiado una misa ante más de 60.000 fieles.
En Indonesia la libertad religiosa está garantizada por la constitución, pero la amenazan algunos actos violentos y discriminatorios contra las minorías. Mejorar las relaciones entre católicos y musulmanes es uno de los sellos de este papado. De hecho, Francisco ha priorizado viajar a países de mayoría musulmana, como Indonesia, a pesar de la distancia.