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En el segundo día de la cumbre de la OTAN en Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido seguir apoyando a Ucrania en el conflicto contra Rusia. "Rusia no parará en Ucrania, pero Ucrania parará a Rusia", ha indicado Biden. Como acto conmemorativo, el mandatario estadounidense ha homenajeado al secretario general, Jens Stoltenberg, quien próximamente será sucedido por el ex primer ministro neerlandés, Mark Rutte. Con sus acciones, Biden, de 81 años, que ha enfrentado a duras críticas sobre su aptitud para seguir al frente del Partido Demócrata, espera que la cumbre le ayude a mejorar su imagen entre el electorado.

El tercer año de la guerra en Ucrania también es la tercera cumbre de la OTAN que gira en torno al conflicto. La membresía de Kiev en la Alianza se torna remota, en una guerra que no deja de alargarse, y ante las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los desafíos a China también estarán muy presentes, así como la delicada situación de Biden y el deseo de reivindicar por el resto de los aliados su esfuerzo en gasto militar y compromiso con la organización.

En 1949 y en plena Guerra Fría, Estados Unidos y 11 países europeos crearon en Washington la OTAN. 75 años después, los 32 miembros actuales de la Alianza Atlántica se vuelven a reunir en la capital estadounidense para debatir sobre los problemas que enfrenta los países democráticos. Como tema principal, Ucrania, un nación a la que la OTAN quiere defender no de manera personal, si no mandando armamento a través de sus países miembros.

Además, se tratará el gasto en defensa, el cual se había relajado, hasta que la Rusia de Vladimir Putin hizo estallar por los aires la paz en Europa. Antes del comienzo del conflicto, solamente una decena de países contribuían con el 2% de su PIB, en la actualidad son 23 los que se han adherido a esta medida, que parece empezar a ser insuficiente.

Una tercera preocupación para los países miembros es un China cada vez más fuerte, agresiva y cercana a Putin. Para tratar de mitigar esta alianza entre China y Rusia, la Alianza Atlántica ha decidido invitar a participar a Corea del Sur, Australia, Japón y Nueva Zelanda.

Todo esto viene en año electoral para Estados Unidos, un evento de especial relevancia para la OTAN, el candidato republicano Donald Trump que parte como favorito, promete dinamitar todo lo construido en estos últimos 75 años de OTAN.