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La profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, Ruth Ferrero-Turrión, asegura que el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, "actúa de manera muy performativa para tener una posición de fuerza", cuando acusa a la UE de "violar" a sus ciudadanos por el acuerdo migratorio. También el primer ministro polaco, Mateusz, Morawiecki, ha criticado el acuerdo en la cumbre de Granada. "A Morawiecki no le van bien las cosas en la campaña electoral, la oposición no le va bien, y ha tenido escándalos por la venta de visados a personas del sudeste asiático".

"El pacto migratorio puede llegar a vulnerar el derecho de asilo", advierte la profesora, porque "lo reduce a la mínima expresión", así como el principio de "solidaridad entre estados", considera Ferrero-Turrión.

"Son las extremas derechas las que están orientando la política migratoria, y esas políticas han sido adoptadas por el centro-derecha y centro-izuierda. Los postulados del pacto migratorio ya figuraban en la agenca de Salvini hace unos años", con la externalización y secutirización" de la gestión de la migración, y un "racismo institucional".

Ruth señala que precisamente son los mismos estados que usan su poder de veto en los temas migratorios quienes se oponen a ceder a que las decisiones sean por consenso. La politóloga apuesta por "avanzar más allá de Maastrich, union fiscal, una Europa social" así como por el refuerzo de la democracia.

Foto: AP Photo/Paolo Santalucia

En Polonia, un millón de personas, según el ayuntamiento de Varsovia, ha salido a las calles de la capital en una marcha contra las políticas del gobierno ultranacionalista. La oposición busca sacar músculo a dos semanas de las elecciones. "El cambio en Polonia es inevitable", ha sido sido el mensaje de la oposición hoy en la 'Marcha del millón de corazones', como la han llamado. Los organizadores hablan de cientos de miles de asistentes y la policía de 60.000 personas.

Foto: EFE/EPA/PAWEL SUPERNAK POLAND OUT

¿Por qué Polonia y otros países del Este de Europa han enfriado su apoyo a Ucrania? ¿Qué problema tienen con el grano ucraniano? ¿Qué puede pasar si el gobierno ultraconservador polaco vuelve a ganar las elecciones del 15 de octubre? ¿Cómo pueden afectar estos movimientos a los refugiados ucranianos que viven en estos países? Lo analizamos con el corresponsal de RNE en Bruselas, David Vidueiro, y con Michal Natorski, profesor asociado de la Universidad de Maastricht y de la Universidad de las Naciones Unidas.

Tim, profesor de español ucraniano, nos cuenta hoy que Ucrania está endureciendo supolítica de reclutamiento, con visitas al domicilio y al trabajo para entregar los llamamientos en mano.

Nuestra enviada especial, María Eulate, traza un paralelismo en su foto sonora entre su vida en España y la de un trabajador de un hotel ucraniano.

La crisis por la importación de cereal ucraniano está poniendo a prueba el apoyo a Kiev de los países del este de Europa. En especial, de Polonia, uno de los mejores aliados de Ucrania. Han sido los apretones de mano más estrechos durante la guerra, una y otra vez, condecoraciones incluidas. Ucrania y Polonia han caminado al mismo paso más allá de lo simbólico. Varsovia ha liderado el envío de armamento. Pero el fin del acuerdo con Rusia para la exportación de grano ha acabado con el idilio: el cereal ucraniano, más barato que el polaco, ha desplomado los precios. Situación parecida en Eslovaquia y Hungría. A pesar de todo, no cabe esperar que estos países dejen caer a Kiev, porque la sensación es que ellos podrían ser los próximos.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Oleg Nikolenko, ha pedido más apoyo y armamento a los aliados y espera que las discrepancias con Polonia "se resuelvan". "Polonia es un país amigo y, por supuesto, nuestras relaciones son profundas e históricas y esperamos que esta cuestión se resuelva", ha dicho en una entrevista al Canal 24 horas Nikolenko, sobre la negativa polaca de enviar más armamento, después de que Ucrania prohibiera la entrada de frutas del país vecino. Polonia había bloqueado previamente el paso al grano ucraniano al país por sus bajos precios debido a la guerra y la protesta de los agricultores locales. Nikolenko, además, ha puesto en valor la actuación de los soldados ucranianos y ha calificado como "injustas" las afirmaciones que dicen que la contraofensiva está siendo lenta, ya que considera que las tropas "se juegan la vida en el frente".

Foto: AP Photo/Alex Babenko.

En Polonia la Fiscalía investiga una trama de concesión de visados ilegales a miles de migrantes asiáticos y africanos. Los diplomáticos involucrados les cobraban hasta 1.600 euros por visado. En plena precampaña electoral, la oposición denuncia la hipocresía de un Gobierno que presume de su dureza contra la inmigración ilegal y que se lucra sobornando a extranjeros muy vulnerables.

Alemania y Suecia son los dos países que han dado la voz de alarma. Los servicios de protección de fronteras alertaron sobre un extraño aumento de visados polacos. Se calcula que cerca de 250.000 migrantes entraron de forma irregular, por Polonia. Pero ese visado les servía para moverse libremente por toda la Unión Europea.

FOTO: Foto AP/Michal Dyjuk

Su historia vinculada a Prusia y la pertenencia a la Liga Hanseática han otorgado a Gdansk una personalidad y alma propias. En este paseo sonoro en compañía de la directora de la oficina nacional de turismo polaca, Agata Witosławska, y de la guía Rocío González, descubrimos una ciudad más emparentada arquitectónicamente con Ámsterdam que con Varsovia o Cracovia. Observamos hitos como una histórica grúa portuaria, la mastodóntica iglesia de Santa María o el vistoso Długi Targ (mercado largo). La pianista Bernadetta Raatz y las guías locales Anna Kotula y Ewa Stępińska nos muestran la estrecha vinculación de Gdansk con el ámbar o el gran legado del fundador del sindicato Solidaridad, Lech Wałęsa. También conocemos lugares del entorno como la catedral de Oliwa, el castillo de Malbork, el paraje de Kaszuby, las ciudades playeras de Sopot y Gdynia o el campo de concentración de Stutthof. La huella de la Segunda Guerra Mundial sigue muy presente y la analizamos a partir de su nuevo museo monográfico con el historiador Xosé Manoel Núñez Seixas.

En Polonia preocupa un brote del virus de la gripe aviar en gatos domésticos en varias provincias. Por el momento, no hay peligro para los humanos, según la Organización Mundial de la Salud.

Hasta ahora, los contagios se detectaban en aves de granjas o espacios naturales. En el caso de Polonia, es la primera vez que se identifica un brote de esta cepa, H5N1, en mamíferos domésticos que no han estado en contacto entre sí. Los expertos creen que se pudieron contagiar por haber comido carne de animales infectados o alimentos contaminados. También plantean la posibilidad de que estuvieran en contacto estrecho con aves contagiadas. Foto: AP Photo/Petros Karadjias

En el bloqueo de Polonia y Hungría hay razones políticas de consumo interno. Son gobiernos ultraconservadores que hacen bandera del rechazo a los migrantes, a quienes relacionan con problemas de seguridad pública. Este otoño los polacos van a las urnas y va a ser un tema de campaña. A grandes rasgos, ni Polonia ni Hungría quieren acoger refugiados pero tampoco quieren pagar. Es la diferencia con países como Austria, Dinamarca o Suecia, con gobiernos liberales conservadores. Ellos sí aceptan esa compensación, aunque defienden controles más estrictos. En Alemania, uno de los grandes países de acogida, apuestan por un equilibrio entre humanidad y orden. Aquí no ha gustado, por ejemplo, que el pacto contemple la expulsión express en las fronteras de familias con menores de 12 años.