El atletismo en pista cubierta, en 8 claves
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Deportes Por Mario Vallejo

El atletismo en pista cubierta, en 8 claves

Los campeonatos de atletismo en pista cubierta, también conocidos como indoor o en sala, tienen unas características especiales. Se corre con peralte y con curvas más cerradas.
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El campeonato

El año pasado, en el campeonato del mundo de atletismo en pista cubierta se vivieron situaciones insólitas, como la descalificación de todos los participantes en una serie de 400 metros y de los dos primeros de la final, que inicialmente había ganado el español Óscar Husillos.
Más allá de la pecualiridad de la instalación (la pista de Birmingham era de doble radio), la federación internacional reaccionó a la polémica sugiriendo a los atletas entrenar más bajo techo para mejorar la "adaptación" a la modalidad.
Y es que hay un puñado de diferencias respecto a la la práctica 'olímpica', la que se disputa al aire libre y a la que se dedican durante más tiempo la mayoría de atletas profesionales.
Este año no hay Mundial; pero sí un EuropeoLa gran cita del atletismo en pista cubierta de 2019, este fin de semana en Glasgow, sirve para repasar sus características principales.

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La instalación

El recinto cubierto donde se celebra esta competición es mucho más pequeño que un estadio, idea que quedaba muy bien reflejada en la denominación en desuso de esta modalidad, la de atletismo en sala. (Al contrario, es muy habitual referirse a ella con el anglicismo 'indoor').
La instalación incluye una pista oval y otra recta para las carreras de velocidad (normalmente en el centro) así como pasillos para las pruebas de saltos además de una zona para el lanzamiento de peso (que se puede desmontar).

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El programa

La cuerda de la pista mide 200 metros, la mitad que en un estadio al aire libre. Estas dimensiones condicionan el programa de los campeonatos en pista cubierta, en el que se disputan 15 pruebas frente a 28 en unos Juegos Olímpicos. 
El espacio reducido impide hacer lanzamientos (por una cuestión obvia de seguridad) más allá del de peso.  Además, la carrera más larga es la de 3.000 metros. 
Y en lugar de los 100 metros que dura la prueba de sprint al aire libre, aquí los velocistas solo pueden recorrer 60… y suelen acabar chocando en unas colchonetas instaladas en el extremo de la pista ante la imposibilidad de frenar antes.

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Los registros

Al margen del sprint, las curvas hacen que los corredores no vayan tan rápido como al aire libre. Desde el año 2000, los récords del mundo se convalidan independiente de si se logran al aire libre o bajo techo, aunque en las tablas de la federación internacional solo aparece uno en este tipo de instalación: el de salto con pértiga masculino. 
Lo logró Renaud Lavillenie en febrero de 2014 en la reunión de Donetsk y en presencia del anterior plusmarquista, Sergei Bubka. El francés lo dejó en 6,16 en esa competición especial abanderada por el legendario saltador ruso, y que no se ha vuelto a celebrar ya que días después estallaron las hostilidades en esa región entre secesionistas prorrusos y las fuerzas armadas ucranianas.

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Condiciones ambientales

El atletismo al aire libre está muy condicionado por la meteorología hasta el punto de que no es extraño que la lluvia obligue a suspender la competición. Bajo techo, ese factor de incertidumbre de elimina de la ecuación. 
Sin viento, los velocistas o saltadores de longitud no tienen ayuda ni tampoco dificultad añadida; y en caso de gran rendimiento, un eventual récord no debe correr el riesgo de ser anulado por exceso de viento. Con todo, en las competiciones en España también se usa el anemómetro para homologar las marcas.

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¡Peligro curvas!

La prueba de 400 metros presenta varias dificultades, fundamentalmente en las curvas de la primera vuelta (en la segunda vuelta pasan a 'calle libre'). El primer problema es que las calles son más estrechas: en sala miden entre 0,90 y 1,10 metros frente a 1,22 fijos en los estadios. Si pisan la calle de un rival, los atletas son eliminados.  Para ayudarles a enfrentarse a la fuerza centrífuga está el peralte, como en los velódromos. 
Las complicaciones son aún mayores en la carrera de relevos (4x400), expuesta a más colisiones y obstrucciones sin intención que al aire libre. Por eso, el reglamento recomienda que se deje una calle libre entre cada equipo.

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Espectáculo concentrado

Con estos y otros condicionantes, algunas estrellas dejan de lado esta modalidad. En cambio, la cercanía con los atletas y la intensidad del programa son atractivos para el público. Muchos aficionados españoles suelen referirse al campeonato nacional en pista cubierta como “la fiesta del atletismo de invierno”, que siempre se disputa en febrero, cuando se guarece de los rigores climáticos… aunque no precisamente este año. 
Es una temporada muy concentrada en poco más de un mes y en un reducido número de instalaciones. En España la federación tiene censadas 17, pero apenas la mitad están preparadas para albergar campeonatos. 

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Origen y evolución

Con estos factores socio-económicos se explica que el atletismo en sala no esté universalizado más de 150 años después de su nacimiento, que la propia IAAF sitúa en el Londres de la época victoriana, entonces dentro de un programa de "ejercicios varoniles" junto a otros deportes. 
Creció en popularidad cuando cruzó el Atlántico y se organizaron distintas carreras en el mítico Madison Square Garden de Nueva York. Con sus altibajos, hasta la segunda mitad del siglo XX esta modalidad se circunscribió a Estados Unidos. 
Al aire libre, Europa había celebrado su primer campeonato continental en el periodo de entreguerras, en 1934; mientras que en pista cubierta hubo que esperar hasta 1966. Y en Asia no ha sido hasta 2004. 
Entre tanto, en el hemisferio sur no se celebrado ninguna gran competición en ausencia prácticamente total de instalaciones… Y que no se olvide que ahora allí es pleno verano.