El mundo vuelve a mirar a Afganistán, convertido de nuevo en emirato islámico. El caos se ha apoderado del aeropuerto de Kabul este lunes. Allí el personal de las embajadas y miles de civiles afganos desesperados intentan salir de la capital. Mientras, los vuelos han sido suspendidos temporalmente. Los talibanes han recuperado el poder en el país tras una ofensiva relámpago y la toma de Kabul sin apenas resistencia.
Centenares de personas se han lanzado al aeropuerto de Kabul, después de que insurgentes talibanes ingresasen a la capital y tomasen el control del palacio presidencial, tras la salida del el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani. Grupos de personas han saltado las vallas y han invadido las pistas, intentando a la desesperada embarcar en alguno de los vuelos programados para expatriar a extranjeros.
Se han vivido momentos de pánico, personas que han intantado subir en marcha a los aviones y disparos al aire para intentar disipar el caos y que los civiles corrieran hacia la pista y abordaran aviones militares.
Los talibanes habían ordenado a sus combatientes que se abstuvieran de la violencia y que estaba en conversaciones con "el otro lado" para organizar un traslado pacífico de la ciudad de Kabul sin dañar a los residentes. Sin embargo, esto no ha sido necesario pues su entrada en Kabul ha sido considerada como un paseo militar.
Más noticias: https://www.rtve.es/noticias
➤SUSCRÍBETE a RTVE Noticias en YouTube: https://bit.ly/2WtyvUx
✔️Síguenos en Instagram: https://www.instagram.com/rtvenoticias/
✔️Síguenos en Twitter: https://twitter.com/rtvenoticias
✔️Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/RTVENoticias/
Hamida, mujer, 24 años, soltera y presentadora de la televisión afgana representa todo lo que los talibanes quieren destruir. “Tenemos miedo de que nos echen y perder los derechos que habíamos conseguido”, dice la joven.
La toma de poder de los talibanes en Afganistán la sufren ya las mujeres en localidades conquistadas por la insurgencia, obligadas a dejar sus trabajos y someterse a los hombres. Asociaciones de todo el mundo denuncian la situación de desamparo en que quedan ahora las afganas.
En el aeropuerto de la capital de Afganistán, están a la espera de ser repatriados numerosos diplomáticos de todo el mundo y, junto a ellos, algunos ciudadanos afganos que han colaborado con fuerzas extranjeras en los últimos años. Ese es el caso de Mustafa, que trabajó cinco años como intérprete con las tropas españolas y ahora está a la espera de las instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Padre de tres hijos de 14, 13 y cuatro años, se ha mostrado preocupado por el futuro de su familia. "Estamos preocupados por la familia porque nos llamaron del Ministerio, pero estamos esperando instrucciones y han pasado ya casi 24 horas", se ha lamentado durante una entrevista en el Telediario. Teme las represalias de los talibanes por su labor como traductor. "Es posible que sepan que yo trabajé para los españoles, tienen inteligencia, van a buscar a la gente. Seguramente van a tomar represalias, en los pueblos ya han empezado", ha asegurado.
Foto: Un grupo de afganos espera para abandonar el aeropuerto de Kabul (Wakil Kohsar / AFP)
Según Reuters, cinco personas han perdido la vida intentando subirse a un avión que les aleje de los talibanes, que han recuperado el control del país veinte años después. La población se agolpa en el aeropuerto e intenta huir de Afganistán, temerosa del código talibán, especialmente cruel con minorías y mujeres.
Los países occidentales han acelerado las repatriaciones de los suyos, mientras que las críticas a la Casa Blanca se suceden: varios responsables del Pentágono adviertieron a Biden del riesgo de que el país cayera en una guerra civil; por su parte, China ha expresado su deseo de mantener relaciones amistosas con el nuevo régimen y Rusia, preocupada por el triunfo talibán, mantienen abierta su embajada en Kabul y mañana tendrán un primer contacto oficial con ellos. Informan Santiago Barnuevo, Gloria Parrilla, Carmen Buergo y Aurora Mínguez.
El caos se ha adueñado del aeropuerto de Kabul, donde miles de afganos intentan huir del país en los aviones que evacúan a los ciudadanos extranjeros, después de que Afganistán haya caído bajo el control de los talibanes.
La multitud ha comenzado a concentrarse en el aeropuerto Hamid Karzai de madrugada con la esperanza de poder abandonar el país, aunque muchos no cuentan ni siquiera con pasaporte. Los soldados estadounidenses han disparado al aire para evitar que los civiles invadieran la pista e intentaran abordar los aviones, pero no han logrado impedirlo.
Según Reuters y medios como el Wall Street Journal, varias personas han muerto en el aeródromo, aunque no está claro si ha sido por disparos o en las estampidas que se han producido.
En el exterior del aeropuerto se han apostado milicianos talibanes. Los dirigentes talibanes afirman haber ocupado ya el 90% de los edificios oficiales y han dado por finalizado el conflicto armado.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que el "objetivo prioritario" es que todos los ciudadanos españoles y los afganos que han colaborado con España regresen "lo antes posible" a nuestro país en los aviones que las fuerzas armadas fletan este lunes a Afganistán.
En declaraciones en la Cadena Ser, Marlaska ha señalado que ya se encuentra en el aeropuerto el personal de la embajada en Afganistán, entre ellos los miembros de la unidad de élite de la Policía Nacional, el GEO, así como los españoles que quedan en ese país y los ciudadanos afganos que durante años han colaborado con España.
Ha explicado que la situación en estos momentos en el aeródromo es "segura". "Estamos intentando que todos retornen a la mayor brevedad. Lo antes posible es el objetivo prioritario", ha insistido. España envía este lunes dos aviones con destino a Dubái para cubrir la primera fase de repatriación del personal de la embajada en Afganistán, de los españoles que quedan en ese país y "de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país".
Así lo han informado esta noche los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa en un comunicado conjunto, en el que destacan que se aceleran los planes de evacuación en Afganistán tras la toma de Kabul por los talibanes. Se trata de dos aviones A400, un avión de transporte militar de Airbus con capacidad para más de un centenar de personas cada uno de ellos.
Durante todo el domingo, el Gobierno estuvo trabajando en un plan para evacuar de Afganistán a todo el personal de su embajada, una decena de trabajadores, y a varios centenares de afganos que colaboraron durante las misiones militares y los proyectos de cooperación españoles, según informaron a Efe fuentes diplomáticas.
Los talibanes han declarado la victoria de los insurgentes y el fin de la guerra en Afganistán. Después de que ayer entraran en Kabul sin encontrar resistencia y con la huida del presidente afgano Asharf Ghani, un portavoz talibán, el mulá Baradar Akhunt, jefe de la oficina políica de los insurgentes en Catar, ha dicho en un mensaje de video que han alcanzado una victoria que no se esperaban: "Felicitamos la gran victoria a toda la nación afgana, especialmente al pueblo de Kabul y a nuestros muyahidines. El camino que hemos logrado fue inesperado, ya que hemos alcanzado una posición que nunca se esperaba".
Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos, critica la devolución a Marruecos de centenares de menores llegados en los últimos meses. “Deportar menores incumple la normativa nacional e internacional”, ha dicho en Las Mañanas de RNE. Exige la intervención del presidente del Gobierno y añade: “Los derechos humanos no son un pin de quita y pon y su compromiso se demuestra en momentos como estos”. Sobre la situación en Afganistán argumenta que es la consecuencia de las políticas erróneas de la OTAN y EEUU y defiende que Europa debe construir una política independiente: “Es el momento de reorientarla hacia la soberanía, defendiendo nuestros propios intereses”.
Nadia Guhlan, educadora social y escritora, dejó Afganistán hace 15 años para tratarse las heridas de una bomba. Ahora mira con preocupación lo que está ocurriendo con el ascenso al poder de los talibanes: “Siento mucha impotencia. No puedo hacer nada. Esto no es una vida, es una tortura para mí”. Nadia señala al Gobierno afgano como uno de los culpables: “Nos sentimos abandonados y traicionados por nuestro gobierno. El Gobierno ha cogido sus cosas y se ha ido sin despedirse ¿Qué pasa con los afganos, con familias como la mía?”. Esta educadora social defiende que la situación se veía venir, porque los talibanes llevan mucho tiempo en algunas zonas del país y asegura que serán las mujeres las grandes perjudicadas de esta situación. Antes de abandonar su país, ella tuvo que hacerse pasar por un hombre para poder estudiar: “Las mujeres sufrirán más que nadie. Los talibanes dicen ser más moderados, pero no es verdad”