Veinte años de tutela tras una guerra que ha continuado a menor intensidad durante estas dos décadas. Estados Unidos y España ya han retirado a sus tropas y hoy lo ha ratificado Reino Unido. Poco a poco, los países que mantenían puestos militares van abandonando la zona y los afganos quedan algo huérfanos, pero con ese empujón adicional para que encuentren su propio camino. El Gobierno afgano y los talibanes coinciden, al menos, en algo beneficioso para todo el país: que la guerra no es la solución.
Parece que los talibanes se hubieran estado preparando para este momento. Hay afganos que quedan en una situación especialmente desprotegida: aquellos que han trabajado para las tropas extranjeras, como los traductores. Estados Unidos ha dejado volar solo al país y eso significa más autonomía, pero también cierta desprotección. Biden ha hablado del plan de retirada, en medio de rumores de evacuación de la embajada de Kabul, y el Gobierno estadounidense se está planteando conceder algunos visados rápidos para aquellos afganos que queden desprotegidos.
Desde 24 horas de RNE, con los corresponsales de Radio Nacional en Oriente Próximo, Cristina Sánchez; en Washington, Fran Sevilla; en Bruselas, María Carou; y en Londres, Sara Alonso.