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La Unión Europea (UE) se ha comprometido este miércoles a apoyar a Mali para que salga de la crisis que vive y pueda convertirse en "un modelo" que impulse la estabilización en toda la región del Sahel, pero ha reclamado al país profundas reformas democráticas.

La UE, como bloque, ha anunciado ya que dará 520 millones de euros durante los próximos dos años para apoyar el desarrollo de Mali, que busca cerca de 2.000 millones en ayudas de la comunidad internacional.

La Unión Europea podría comprometerse este miércoles a donar a Mali más de 500 millones de euros para la reconstrucción después de la guerra, en la conferencia de donantes que se celebra en Bruselas.

Así lo anunció el martes el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso. Por su parte, el presidente maliense, Dioncounda Traore aseguró que el país va a celebrar elecciones presidenciales el 28 de julio.

El gobierno de Mali espera obtener unos 2.000 millones de euros en la conferencia, que organiza la UE, para financiar un plan de 4.34 mil millones para mantener la paz y restaurar las infraestructuras del país.

Polémica en Marruecos por el último edicto de los ulemas pidiendo la pena de muerte para quienes renieguen del Islam. El ministro de asuntos religiosos les ha recordado que la apostasía no es un delito, pero la policía busca a un conocido bloguero por haber negado públicamente la existencia de Alá.

Es un dato: el celibato entre las mujeres marroquíes de entre 25 y 35 años ronda ya el 35%, casi 15 puntos más que hace 10 años . Invierten más tiempo estudiando, se dedican a su carrera profesional, la vivienda es mucho más cara y las bodas también, pero algunos quieren añadir otra razón a la lista: la monogamia.

La poligamia es una cuestión religiosa bendecida por el Islam, cuenta Mohamed Dorid, profesor de movimientos islámicos de la universidad de Casablanca, pero también aritmética porque si cada hombre se casa con una sola mujer acaban sobrando mujeres. De hecho, la orden nacional de vigilantes de la religión pretende con este argumento relajar los requisitos aprobados en 2004 para desposar a varias mujeres: el consentimiento de las esposas anteriores, una situación económica lo suficientemente desahogada como para que cada una tenga un hogar independiente y la autorización judicial.

Desde entonces, la poligamia ha entrado en un proceso de extinción. Y así tiene que ser, asegura la presidenta de la liga democrática de los derechos de las mujeres, que trabaja en terapias de grupo con segundas, terceras o cuartas esposas que necesitan salir del círculo de la violencia psicológica. Ninguna ha querido hablar a cámara ni siquiera con la cara tapada porque casi todas hacen la terapia sin que lo sepan sus maridos y porque muchas se casaron con un hombre ya casado para evitar la soltería. Pero ahora que ha llegado la tercera esposa se convierten en víctimas.