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Cada vez más especialistas utilizan la estimulación de los sentidos para ralentizar los síntomas del alzhéimer. Actividades cotidianas como la cocina pueden servir de terapia, según explican los neurólogos, que consideran que la plasticidad cerebral existe en ancianos y, por eso, es posible recuperar parte de los sentidos perdidos.

Investigadores del Hospital de Sant Pau de Barcelona han demostrado que un nuevo biomarcador, que se detecta con un simple análisis de sangre, permite hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer en personas con síndrome de Down.
La investigación, que publica este jueves la revista The Lancet Neurology y que ha financiado en parte la Obra Social la Caixa, ha sido liderada por el director del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau, Rafael Blesa.

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